Era 16, ya hacían dos días de que se enteraron del adelanto de la boda y Abaddon se la ha pasado nervioso desde entonces, y Fred sabe que algo le preocupa, pero este no quiere decirle.-Por favor Abaddon dime por qué estás así.-pidió suavemente envolviendo un par de docenas de cajas llenas de productos junto con Abaddon que suspiró y miro a George a lo lejos atendiendo con Percy la tienda y a Ronald la caja.
-Me preocupa la noche de... bodas-trago saliva con nerviosismo. No es que no quisiera tener algo con los gemelos, pero no estaba seguro sobre lo que estos querían, a George seguro que le parecía repugnante y a Fred él le respetaba y era agradable, pero no creía que pensara en el de ese modo y también tenía miedo de que de no querer y que estos le obligasen, ya se habían visto muchos casos.
Fred le miro entendiendo a que se refiere.
-El matrimonio debe consumarse, pero ya eso no es obligatorio y jamás te exigiremos algo como eso.
Serás nuestro esposo, pero no una posesión, serás nuestro, pero jamás para obligarte a nada.-las tranquilizadoras palabras habían sido como una bofetada que había sacudido su mundo.Él ya sabía que los gemelos eran personas agradables y protectoras con los suyos, pero a él muy pocas veces se le había mirado como a una persona y menos como una a la que le dieran valor y no lo obligasen hacer cosas que no quería. Así que aún seguía siendo nuevo sentirse como si realmente importara, como si realmente pudiera confiar en los demás.
Abaddon lo pensó un poco, pero no supo que responder, le encantaba tanto la espontaneidad de Fred para decirle cosas que le dejaban tan descolocado que podía pensar en ello por horas y seguiría sintiendo esa sensación de seguridad que no había sentido antes.
Repentinamente el pelinegro siente un peso en su cabeza y algo escarbar en ella, se removió asustado agitando sus manos que soltó las cintas y el papel de envolver.
-¡Ah!-grito y Fred se rio mirándolo intentando sacudirse.
-Tranquilo, tranquilo es solo Tornado-Fred apoyo sus manos en los hombros de Abaddon haciendo que este se quedará quieto y lo soltó dirigiendo sus manos a las garras de la lechuza que se quedaron enredadas en el cabello del pelinegro.
-¿Tornado?-pregunto desconcertado hasta que Fred soltó a la lechuza que se alejó malhumorada soltando la carta y una pequeña caja que el pelirrojo atrapó antes de que llegaran al suelo.
-Sí, ese es su nombre. Es brillante ¿No?-le sonrió, sus rostros estaban bastante cerca y Abaddon podía ver los ojos oscuros como el chocolate concentrado únicamente en los suyos.
-Le queda-respondió lamiéndose los labios sin darse cuenta y sintiendo un calor subir desde su pecho hasta sus mejillas. El pelirrojo parpadeo aturdido y bajo su vista al paquete y a la carta y retrocedió dos pasos sintiendo la intensidad vibrante entre sus miradas.
-¿Mi hermano te escribe?-la pregunta se le escapó de los labios entre curioso y sorprendido al ver que el remitente era Charlie.
-Le escribí algo el otro día-el ojigris respondió con naturalidad, no quería que Fred pensara algo raro entre él y Charlie al igual que George. ¿Era realmente raro escribirte con el hermano de tus prometidos?
El pelirrojo se mantuvo en silencio un par de segundos y Abaddon sudo frío. ¿Realmente era malo lo que había hecho? ¿Y si Fred se enojaba? Pero acaba de decirle que no era una posesión, así que no podía enfadarse y prohibirle enviarle cartas a Charlie, o ¿Qué tal si le prohibió enviar cartas en general? No podría escribirle a Neville.
-Tranquilizate Abaddon. No voy a enojarme porque le escribes a Charlie, es tu vida y puedes hablar con quién lo desees.-extendió las pertenencias al pelinegro que las tomo asintiendo y suspirando volviendo a empacar las bromas con Fred quién empezó a enseñarle algunas haciendo que Abaddon riera y se olvidará de sus preocupaciones.
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coмproмιѕo y pαrιαѕ¹
Fiksi Penggemar¿𝑸𝒖é 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒏𝒂𝒊𝒑𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒕𝒓𝒖𝒊𝒅𝒐 𝒔𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒎𝒐𝒓𝒐𝒏𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒔𝒊𝒎𝒑𝒍𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒛𝒂? Fred W x Male Oc x George W.