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Abaddon despertó sintiendo sus ojos pesados, la garganta seca y el frío que recorría su cuerpo, abrió lentamente los ojos examinando el lugar, notando que era su propia habitación, las luces estaban apagadas y el aroma del aire le hacía recordar cuando visitaba a madame profey en la enfermería.

Su cabeza se sentía desorientada y su cuerpo entumecido mientras trataba de reacomodar con una pinza los largos mechones lacios que entorpecian su visión. No sabía cómo había llegado allí ya que lo último que recordaba era ver a George enojado con un hombre sin saber bien el porque y después todo se habia tornado negro.

Poso sus ojos en la esquina de la habitación notando un bulto al que reconoció como a uno de los gemelos recostado en el pequeño sofa, parecía estar dormido así que se levantó lentamente con los músculos rígidos tratando de no despertarle ya que sabía que ambos debían estar agotados por el trabajo, camino hacia este y cuando estuvo más cerca para lograr identificarlo se preguntó que hacía George en su habitación y el porque su cuerpo se sentía tan horrible.

Se acercó al escritorio y tomo la jarra de agua bebiendola casi toda tratando de aliviar el escozor de su garganta, notando los frascos vacíos de pociones que inmediatamente le hizo unir las piezas del porque se sentía tan mal y por eso el gemelo menor estaba cuidandole. ¿Cómo no lo había pensado desde el principio? Obviamente se había desmayado porque estaba enfermo lo que explicaba sencillamente la razón por la que George estaría allí como es su obligación cuidarle como su prometido. Aveces se preguntaba si su padre tenía razón y realmente era tan estúpido.

El pelinegro no pudo evitar sentirse molesto consigo mismo por haber enfermado en su primer día de trabajo, el realmente tenía ganas de ser útil y no solo había demostrado lo contrario lo había dejádo ante los gemelos como un debilucho y haber hecho que ambos tuviesen más trabajo por las constantes interrupciones de aquella catatónica
semana. Se reprendió así mismo por no serle de ayuda a los Weasleys y solo estar dándoles más problemas de los que ya tenían.

Abaddon salio de la habitación hacia el baño se quito la ya desgastada venda de la mano y la arrojó a la basura dejando relucir grandes moretones púrpuras y pequeñas heridas que enjuago y luego se metió en la tina esperando que el agua caliente liberase la tensión de su cuerpo y disminuyese el frío que sentía, no tenía idea si lo que estaba haciendo le ayudaría, pero lo único en lo que podía pensar era en aliviar el malestar de su cuerpo. Se sumergió en sus pensamientos tratando de hallar una forma de vincularse más a los gemelos que desde el inicio había sabído que sería un gran reto y estaba dispuesto a afrontarlo, pero ahora teniéndolos tan cerca le parecía casi imposible.

Cerro la llave y se hundió dejando que el calor del agua tibia le abrigase, esperando despertar y que todo fuese un sueño, un sueño sería un eufismo, todo estaría mejor si solo fuera una pesadilla y que cuando despertase su familia no fuesen parias y que todo fuese como antes de que Voldemort apareciera. Ya era miserable desde antes de Voldemort, pero prefería eso hacer la escoria de la sociedad y que estar jodoendole la vida a personas que no se lo merecen.

Por otro lado Fred atendía en la tienda y empaquetaba los pedidos al mismo tiempo, no podían negar que el y su hermano estaban agotados, habían perdido tres horas y media de trabajo cuidando del Malfoy y ya habían acumulado en la semana varios ped...

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Por otro lado Fred atendía en la tienda y empaquetaba los pedidos al mismo tiempo, no podían negar que el y su hermano estaban agotados, habían perdido tres horas y media de trabajo cuidando del Malfoy y ya habían acumulado en la semana varios pedidos por la noticia del compromiso, la cena, el estrés, la no tan lejana boda y los comentarios de la gente que a ellos se supone no deberían afectarles, ellos eran los divertidos, los que siempre le encontraban un lado bueno a todo, lástima que solo eran simples humanos que también tienen sentimientos reales como todos los demas.

Así que todo esto estaba pasandoles factura haciéndoles más lentos y acumular trabajo, pero Fred no podía culpar al Malfoy por ello, porque el estaba bien con ayudar a la necesitada familia, a pesar de no poder elegir con quién hacer su vida, pero sentía que era la correcto en especial cuando le debía la vida al Malfoy mayor, durante la guerra no había tenido la oportunidad de agradecerle y ahora que lo tenía en su casa no tenía tantas ganas de soltar un tema tan delicado para no incomodarlo después de todas las cosas horribles que habían pasado, espera que está boda sea su forma de brindarle agradecimiento por lo que hizo por el.

Fred termino la mayor parte del trabajo lo que le permitió subir a examinar al Malfoy y a su hermano, pero cuando abrió la puerta se topó con una cama vacía y al pelirrojo profundamente dormido en el pequeño sofa, lo que lo alarmó un poco a sobremanera, examinó la habitación tratando de hallar al malfoy, lo que le pareció ridículo porque ni siquiera era tan grande.

Sacudío al menor para que le ayudase quién solo gruñó malhumorado y se hecho a dormir de nuevo dándole la espalda lo que hizo desistir al contrario bufando molesto y se fue en búsqueda del pelinegro por el resto del apartamento sintiendo la ansiedad del asustó al no encontrarle, le llamo mientras revisaba cada habitación sin hallar ningún rastro del ojigris hasta dar con el final del pasillo, giro la perilla y ya hacia allí una cabellera negra asomada en el agua con el cuerpo hundido en la tina pareciendo estar dormido.

-Abaddon despierta-le llamo este mientras movia su brazo preocupado de que se enfermase por pasar demasiado tiempo en el agua.

-Mmmm-un gemido ahogado fue lo que recibió de respuesta lo que basto para saber que no estaba plenamente consciente y tampoco plenamente dormido por lo que Fred no tuvo más opción que conjurar una de sus propias ropas para luego cargarlo sintiéndolo enfermamente ligero lo que le hizo fruncir el ceño. Uso su magia para secarlo y cambiarlo sin atreverse a tocarlo e incluso mirarlo de forma más intima o inapropiada y luego lo llevo a la habitación hallando a su gemelo frotándose los ojos con un semblante malhumorado por haber sido despertado con el alboroto mientras le miraba inquisitivamente.

Le ignoro y depósito al más bajo con suavidad sobre la cama y le cubrió esperando que las pociones le ayudarán. Reviso la temperatura en un profundo silencio tan poco común en ambos alborotadores, cuando el menor carraspeo haciéndolo salir de su nube de mamá gallina.

-¿Estára bien?-pregunto George en voz baja tratando de no perturbar el silencioso y hasta cierto punto incómodo ambiente que se había tornado mientras su gemelo cuidaba del Malfoy, a lo que Fred sonrió ladinamente lo que lo hizo voltear los ojos y arrepentirse de haber preguntado, el ni siquiera tenía ganas de preguntar, fue más el instinto sobreprotector de cuando sus hermanos están enfermos y el se preocupa por ellos.

Se despidió dando un buenas noches algo agresivo y se retiró dejando a Fred quién sonrió divertido por la reacción exagerada de su gemelo. Miró por la ventana a la leve nevada que caía cubriendo las calles, arropó bien al pelinegro y coloco hechizos para mantener la habitación caliente y poco después también se fue a su habitación, uno preocupado y el otro aturdido por el extrañó actuar de sus propias acciones.

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