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El pelinegro parpadeó aturdido recordando haber estado por última vez dentro de la tina, miró hacia bajo notando la ropa mucho más grande que la suya y se sonrojo porque uno de los gemelos debió haberlo cambiado, la ropa olía a palo de escoba, cho...

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El pelinegro parpadeó aturdido recordando haber estado por última vez dentro de la tina, miró hacia bajo notando la ropa mucho más grande que la suya y se sonrojo porque uno de los gemelos debió haberlo cambiado, la ropa olía a palo de escoba, chocolate y granada que le recordaba a la viva esencia de Fred Weasley que junto a la enorme F en el Jersey rojo dejaba en evidencia que era suya.

La mañana paso rápido con un par de gemelos atareados tomando pedidos, mientras Abaddon se encontraba acostado incómodo en la estúpida cama de la que Fred no lo había dejado salir, se suponía que debía descansar y eso implicaba reposo, Fred se había molestado cuando trato de convencerlo insistentemente de que estaba bien y que podía salir de la cama y Abaddon no iba a admitirle que se sentía avergonzado por haber enfermado en su primer día y haberle hecho perder el tiempo y hacerlos trabajar de más.

Suspiró terminando de comer su desayuno y bebiendo las pociones para aliviar el malestar que se cernía sobre su cuerpo. Leyó un libro distrayendose con el intenso aroma del gran suéter tejido, cuando escuchó un golpeteo constante en la ventana y volteo viendo a una hermosa lechuza que no podía reconocer y que se le hacía a un más extraño que le trajera una carta. Abrió la ventana dejando pasar a la lechuza, acarició las suaves plumas oscuras y tomo la carta.

-Hola linda, gracias por traer esto para mi-la lechuza ululo encantada por el halago y se marcho.

En caligrafía perfecta decía
"De Neville Longbotton para Abad Malfoy" El pelinegro se sorprendió ante el uso del apodo cariñoso de su mejor amigo cómo de la misma carta. No es que alguno de sus viejos amigos o conocidos se hubiera arriesgado a acercarse o tan siquiera hablar con alguien de tan baja reputación como su familia, por lo que era casi un consuelo que el chico más joven aún le recordase y le escribiese.

Abaddon y él habían tenido el inicio más extraño, sabia sobre el pequeño Griffindor asustadizo porque su hermano nunca se callaba sobre Harry Potter y sus amigos, había visto el pequeño niño muchas veces, pero no se había interesado en el, hasta aquel día en el que accidentalmente el pequeño lo encontró llorando desconsoladamente en los baños después de haber tenido un día de mierda.

El más joven estaba nervioso a su alrededor, pero había sido capaz de detenerse a consolarle aunque fuera un Slytherin y a pesar de haberlo insultado para que se fuera este había decidido quedarse y ambos habían pásado la tarde hablando de temas variados entre ellos las plantas, algo que tenían en común y a ambos les gustaba, uno más que al otro, pero desde esa vez sus encuentros fueron aún más frecuentes, al más joven le interesaban los conocimientos y la compañía del mayor y Abaddon no puede decir que no encontró interesante el pequeño León que podía sacar las garras por defender a los suyos y es que le había ayudado muchísimo, una amistad secreta que nadie se había atrevido a imaginar jamás.

Leyó la carta de su preocupado amigo que había tratado de encontrarlo a él y a su familia hacia tiempo, pero como vivían en las calles se le había hecho imposible localizarlo y ahora aparecía como el prometido de los gemelos Weasley, era entendible que el pequeño Neville no pudiera comprender todo le que le estaba pasando a su amigo en ese momento. Neville había sido un gran apoyo y había intentado ayudarlo durante la guerra para que no fuese un mortífago, pero el destino de Abaddon ya estaba escrito cuando su padre fue enviado a Azkaban y su hermano y el tuvieron que tomar la responsabilidad de los errores de su padre, así que muy apesar de los intentos del menor Abaddon tuvo que alejarse de él para protegerle, no respondía a sus cartas por más que el otro insistiera y solo tuvo que enfocarse en torturar y asesinar Muggles como se lo pedían mientras su hermano hacia lo más díficil intentando matar a Dumbledore, como voldermort se los había ordenado. Voldermort, solo pensar en el nombre le daba escalofríos y arcadas, ese monstruo se había paseado por su casa, les había torturado con el cruciatus, los había obligado a asesinar y a inclinarse ante él, talvez el debió ser más fuerte e imponerse o morir antes que lastimar a esas personas, pero le importo más su vida y la de su familia que la de los demás. Sí, talvez era un egoísta que merecía todas las cosas malas que le habían pasado.

Le escribió una carta relatando lo ocurrido antes de pedir ayuda a los Weasley y lo que había estado pasando después de eso de cómo estaba tratando de adaptarse y como sabía que sería díficil relacionarse con los gemelos, le pregunto a su amigo cómo iban las cosas y si vendría a la farsa de su boda y después de eso solo se quedó allí meditando sentado en su escritorio mirando por la ventana viendo los copos de nieve caer, esperando que se le pasase el dolor en las piernas y pensar como enviaría la carta, porque no tenía una lechuza ni magia para lanzar hechizos para protegerla de ser leída por alguien indeseado, no quería ocupar a los gemelos de nuevo y distraerlos de su trabajo como ya había hecho anteriormente, además que no quería ver la cara de reproche de George después de lo ocurrido, así que se acostó en el suave colchón dejando que sus pensamientos vagaran continuamente hasta que por el cansancio termino profundamente dormido.

Le escribió una carta relatando lo ocurrido antes de pedir ayuda a los Weasley y lo que había estado pasando después de eso de cómo estaba tratando de adaptarse y como sabía que sería díficil relacionarse con los gemelos, le pregunto a su amigo có...

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Mientras tanto Molly y Narcisa se encargaban de los preparativos de la boda, para que pudiese celebrarse antes de Navidad, con el rubio sentado en el sofa enfurruñado por la felicidad caótica de las mujeres, sin notar estar bajo la atenta mirada de Harry que le observaba con algo de recelo, pero sobre todo curiosidad.

La temática de la boda era invernal con plateado, azul blanco y negro. La rubia hojeaba extasiada, revisando invitaciónes, recuerdos y decoraciones para la boda. A Narcisa siempre le había hecho mucha ilusión planificar las bodas de sus hijos y aunque esté no era un evento muy feliz porque no había amor de por medio ella se encargaría de que su familia pudiera ser feliz y tener las comodidades que necesitaban, total ella no se había casado por amor sino por una unión que le obligó a hacer su familia y no fue tan infeliz porque Lucius la había tratado bien y ella no dudaba de la educación de los gemelos, todos los Weasley parecían amables para tratar bien a su hijo, a excepción de los mas jóvenes que parecían ser los menos complacidos, pero ellos no tenían relevancia en el asunto por lo que no le molestaba. Eso la llevo a pensar que extrañaba a su hijo mayor e iría con Draco a visitarlo y talvez cuando su hijo viera los folletos y cosas para la boda se sentiría emocionado.

La mujer continuó su tarea teniendo cuidado con los costos ya que sabe que los Weasley no manejan tanto dinero y a pesar de que Arthur después de la guerra tenía un mejor puesto y ganaba mejor y los gemelos tenían dinero de sobra, no quería sobrecargarlos, añadiendo que sería una boda pequeña con familiares y amigos y ellos realmente no tenían a nadie a quien invitar porque sus amigos cercanos les dieron la espalda y Narcisa Malfoy no los iba a hacer parte de su felicidad, no después de lo que les hicieron.

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