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Abbadon se encontraba muy nervioso sus palmas estaban sudorosas y podía escuchar el ritmo acelerado de su corazón. Esa sería una noche importante en la que se recontraria con los gemelos Weasley y sabría con cuál de ellos pasaría el resto de su vida pero no solo eso, tendría que comer con toda su ahora nueva familia y sabía que se sentiría incomodo, nunca había sido partidario de llamar tanto la atención y sabía que él y su prometido eran el punto de enfoque de esa noche y tenía algo de miedo que las cosas no resultarán bien, aún así se tragó el nerviosismo y empezó a prepararse con la bonita ropa que la señora Weasley le había dado, esperando que todo resultase bien.

- ¿Nervioso? cariño -Pregunto Narcisa entrando a la habitación con un sencillo, pero bonito vestido negro.

- ¿Que tal si todo sale mal, mamá?-dijo este sentándose en la cama tomando sus cabellos y estrujandolos con nerviosismo.

- Todo saldrá bien y si no es así los Weasleys no pueden retractarse-dijo está torciendo su sonrisa en una mueca nerviosa, sabe que los Weasleys no pueden retractarse por el juramento inquebrantable, pero no quiere que su hijo salga dañado por su prometido. A pesar de que los Weasley son una partidaria familia de la luz y el bien a la matriarca aún le preocupaba que el esposo de su hijo no lo tratase bien por haber sido obligado a casarse.

Abaddon intento decir algo, pero la conversación fue interrumpido por la entrada de Draco quien vestía un bonito traje negro al igual que el mayor, pero sin menos decorados.

- ¿Estás bien? hermano-Pregunto este preocupado.

- Si, solo estoy nervioso-Añadio con una leve sonrisa tratando de tranquilizar a su madre y hermano.

- Está bien, madre ¿Podrías dejarnos un tiempo a solas?, Porfavor-Agrego el peli blanco viendo a su madre salir y dirigiéndose a su hermano mayor acomodo la corbata de este y tomando un cepillo se dispuso a peinar los largos y ondulados cabellos oscuros.

- Agradezco mucho lo que estás haciendo por nosotros hermano, esta es una gran responsabilidad y estás sacrificando tu vida por ayudarnos que me siento un inútil por no poder devolverte el favor -dijo el menor apenado por todos los esfuerzos que su madre y hermano estaban haciendo para salir de la miseria.

- No tienes nada que agradecer yo siempre hará cualquier cosa para que ustedes estén bien, y que estés aquí apoyándome es lo único que me importa-dijo el pelinegro dándole un abrazo a su hermano sintiéndose más relajado para la cena.

Los integrantes de la familia Weasley empezaron a llegar mientras la matriarca terminaba los detalles de la cena mientras Narcisa y el patriarca acomodaban todo en la gran mesa.

Mientras tanto los gemelos terminaban de arreglarse bastante nerviosos, después de hoy las cosas no volverían hacer las mismas.
Verian a su prometido por primera vez después de la guerra mágica y por la mañana el ministerio sería notificado de su compromiso y el anuncio saldría en todos los periódicoss, sus vidas estaban cambiando a un ritmo acelerado y solo sentían náuseas al pensar en todo lo que se les vendría y si serian lo suficientemente fuertes para soportarlo.

- ¿Estás bien, George? -Le pregunto a su hermano al verlo tan ensimismado.

- Si -respondió este de forma corta tratando de no sonar vulnerable.

- Yo también -Añadio el mayor palmeandole el hombre mientras le brindaba una pequeña sonrisa de apoyo.

Ambos se sacudieron el nerviosismo y se dirigieron a la chimenea para llegar a la madriguera.
Encontrándose allí con toda su familia y a la familia Malfoy que no parecían estar en todo su esplendor, los tres se veían algo demacrados, más pálidos de lo normal, bastante delgados y ojeras que ciertamente ya estaban cubiertas por maquillaje, pero lo habían tratado de ocultar su vulnerable estado para la cena, aunque en realidad los gemelos podían ser bastante observadores y notaron lo detalles que otros pasaban por alto.

Ambas familias se saludaron y prosiguieron a sentarse, todos parecían estar muy tensos ante la anticipación de saber porque habían sido reunidos allí y porque había una familia de mortífagos-parias en su casa. Harry carraspeo tratando de llamar la atención de todos.

- Disculpen que sea indiscreto pero, ¿Que hacemos todos aquí?-Pregunto mirando fijamente a Draco quien se avergonzó y aparto la mirada, todos suspiraron de alivio porque alguien toma la iniciativa de decir lo que cada uno de ellos pensaba. Molly ignoro la pregunta y añadió que la comida se enfriaria y ya después hablarían de eso.

La cena transcurrió tensa con las manos de Abbadon temblando y Fred y George sintiéndose sofocados. Molly intento sacar tema de conversación pero no logra más que un "la comida está deliciosa" o un "Gracias por la esquisita cena" y al ver que nadie tenía ánimos de hablar decidió ponerle fin a todo de una vez.

- Muy bien, todos han sido reunidos hoy para dar una importante noticia-todos la observaron extrañados y curiosos por la situación y Molly continúo.

- Uno de los gemelos va a comprometerse con el hijo mayor de Narcisa Black-Un silencioso abrumador se presentó en la mesa mientras los dos jóvenes Malfoy parecían estar apunto de un ataque de ansiedad, los gemelos aguantaron la respiración al escuchar como su madre soltó esa bomba de forma tan descuidada y los demás sólo se encontraban atónitos.

- No puedo creer esto. ¡Son Malfoys mamá! ¿Como puede gente tan horrible estar mezclada con nosotros?cuando son solo asquerosos mortífagos y parias, ¿Que pensara la gente de
nosotros? -escupió Ron mirando fijamente a la familia y a la vez se levantaba y golpeaba la mesa con sus puños en un sonido seco que aumentó la tensión en la habitación y corto momentáneamente el horrible silencio.

Abbadon solo quería hundise en su asiento, no quería seguir recordando todo el daño que habían ocasionado pero ya había gente dispuesta a recordárselo siempre. Draco miro a su hermano mayor hacerse pequeño en el asiento y se sintió enfermo al verlo así, pero no podía hacer nada o arruinaría los planes de su familia.

- ¡Ronald Weasley! Siéntate y te prohibo que vuelvas a hablar de esa forma sobre los Black que ahora también harán parte de nuestra familia-alzo la voz la mujer, enfadada por el desagradable comportamiento de su hijo.

- Parece que se les olvidó todo lo que nos han
hecho -farfullo entre dientes y callo de nuevo cuando la pelirroja le fulminó con la mirada.

Todos se encojieron en sus asientos nerviosos de decir algo que emfureciera más a la mujer y Ron volvió a sentarse tragándose las mordazes palabras que quería gritarles a la pequeña familia, nadie entendía aquella decisión de su madre y se sentían perdidos y angustiados por los gemelos.

- Disculpen mi arrebato y el de mi hijo-dijo Molly hacia Narcisa quien le decía que no había problema, pero con el rabillo del ojo miraba mordasmente al pelirrojo que se atrevió a insultarlos.

Fred se levantó y miro a su familia tratando de darle fin a aquella cena para que el y su hermano pudiesen marcharse, se sentía enfermo y lo único que deseaba era descansar.

- George y yo hemos decidido ser los prometidos de Abaddon Malfoy-dijo este de forma respetuosa mientras miraba las caras asombradas de cada uno de sus familiares incluyendo a la pequeña familia que lo miraban como si le hubieran salido dos cabezas.

La cena se dio por terminada por lo dicho por el gemelo mayor ya que no bromeó y ni siquiera hubo alguna sonrisa o una mirada divertida a su gemelo, todos sabían que hablaba enserio y que su decisión no cambiaría. Molly y Arthur lo aceptaron y los Malfoy también, pero el resto de la familia aún no parecía muy convencida, pero se abstuvieron de hacer algún tipo de comentario frente a la familia y así los planes del compromiso estaban en marcha con la carta que se envió al ministerio. A partir de hoy las cosas cambiarían para bien o para mal.

coмproмιѕo y pαrιαѕ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora