06. Confortable

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Era día viernes y podía sentirse la ansiedad por el arribo del fin de semana. Algunos irían de fiesta con sus amigos, otros harían tareas, otros jugarían juegos de fantasía, yo en cambio probablemente estaría sola viendo películas en mi habitación. No me quejaba, pero igual sentía que mi vida social estaba atascada.

—¿Qué vas a hacer mañana en la noche? — preguntó Nancy cuando me la encontré en un pasillo.
—Ver películas de mafiosos atractivos. — dije caminando.
—¿Quieres ir a una pijamada a mi casa?
—No. Mike de por sí parece detestarme, no quiero seguir interponiéndome entre él y la diversión.
—¿A quién le importa lo que piense él? Recuerda que va a estar una persona muy interesante ahí. — sonrió alzando las cejas.
—Te recuerdo que me reúno con Munson casi todos los días a hacer tareas. No necesito ir a tu casa para estar cerca de él.
—Sí, pero siempre están solos. Es bueno que socialicen con más personas, eso va a ayudar a su relación. — dijo a lo que reí.
—No tenemos una relación, Nancy. Además, ¿socializar? Ellos van a jugar al sótano, no a una fiesta con nosotras. Y el domingo vamos a trabajar juntos todo el día, no quiero verlo las veinticuatro horas los siete días de la semana, así que paso.

Íbamos caminando y nos encontramos a Jason.
—¡Hola! —saludamos ambas. Estuve charlando con él un rato y Nancy decidió irse y dejarme ahí.
—¿Quieres salir mañana? — preguntó Jason, cosa por la que maldije en mi mente.
—De hecho, ya quedé con Nancy para dormir en su casa, disculpa. — dije fingiendo estar apenada.
—¡¿Qué?! — exclamó Mike detrás. Me giré y estaban él y él resto de los amiguitos de Munson, incluido este último.
—¿Sabes qué? Iré contigo. — le dije a Jason para evitar el berrinche de Mike.
—De acuerdo, paso por ti a las siete. — dijo Jason sonriendo; luego le lanzó a los chicos una mirada de desagrado y se fue.
—¡Eres tan maduro! — le dije a Mike sarcástica. Él me hizo una mueca para luego irse, seguido del grupo, a excepción de Munson, quien me vio serio.
—¿Vamos a reunirnos hoy? — pregunté. Como respuesta, negó con la cabeza, para luego caminar detrás de los chicos.
—Que disfrutes tu cita. — habló volteando hacia mi por un momento.

Me arreglé frente al espejo sin nada de ánimos. Si seguía así jamás tendría una vida amorosa; aunque, ¿una vida amorosa con Jason? Paso.
Llegó por mí a las siete, justo como había dicho y fuimos a un restaurante con sus amigos atletas y porristas, que hablaban de temas que no me interesaban en lo más mínimo. También, para mi sorpresa, Lucas Sinclair había ido con ellos y parecía estar cómodo.
Me senté junto a él cuando llegamos, ya que así no me sentiría tan sola.

—¿Desde cuándo eres amigo de los atletas? — le susurré mientras los demás hablaban entre sí.
—Solo... intento entrar al equipo, Jason me está ayudando. — respondió — Pero no le digas a los chicos. Si saben que falté a la campaña por venir aquí, van a asesinarme.
—¿Cuál fue tu excusa para no ir?
—Me enfermé. — dijo apenado.

Por ratos charlaba con él o con Jason, y el resto del tiempo me dedicaba a lamentarme por no haber ido donde Nancy.
Eran cerca de las diez y media cuando decidieron que era hora de irse. Me sentí súper aliviada.

Jason me llevó de vuelta a casa, se estacionó en frente y nos quedamos un rato ahí.
—Me da gusto que hayas ido. Hacía tiempo que no salíamos. — dijo sonriendo.
—Es verdad, he estado algo... ocupada.
—Pues espero que salgamos otra vez. Me divertí, es lindo salir contigo.

Quisiera decir lo mismo. — pensé.

—Claro, cualquier otro día. — le dije sonriendo; entonces se acercó a mí para besarme. Yo me acerqué también, pero me hice a un lado y besé su mejilla — Nos vemos, gracias por la salida.

Bajé del auto rápidamente y entré a la casa.
Tras cerrar la puerta de mi habitación di un largo suspiro, dejé mi cartera en el suelo y me tiré a la cama boca abajo. Un rato después, fui a ponerme una pijama y me metí a la cama a pensar. Estuve un largo rato en ello y sentí que el sueño se me había esfumado, así que bajé a la oficina por algo para leer. Cuando me di cuenta eran casi las tres de la mañana, así que cerré el libro y me forcé a dormir.

Don't be cruel [Eddie Munson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora