Don't be cruel [Eddie Munson]

35. El negocio

Entramos a clase de Mercadotecnia, donde la maestra ya nos esperaba, y parecía muy emocionada. Cada quien buscó un asiento, pero entonces la señora nos llamó la atención.

—No, no, no.— dijo en voz alta— Ya tienen sus equipos hechos, quiero ver a esos equipos juntos. Formen círculos con los asientos y quédense así, ¿cómo van a estar todos separados? No, no.

Suspiré y moví mi silla, los demás hicieron lo mismo. Quedé sentada entre Steve y Clayton, quien rápidamente se puso a hablar conmigo para aliviar la tensión, cosa por lo que me sentí sumamente agradecida.

—Muy bien, mucho mejor, ¿verdad?— dijo la maestra sonriendo al ver los tres círculos— De acuerdo, ¿qué es lo que vamos a hacer? Vamos a jugar a que cada equipo tiene una empresa, una empresa real, con cargos reales, deberes y necesidades reales, metas y objetivos reales. ¿Qué va a pasar? Van a formar su propia directiva. Cuando estén bien organizados van a pensar en una idea de negocio, y esa idea la van a volver realidad.
¿Qué significa eso? Que cada equipo tiene que crear su propio negocio, invirtiendo un capital, que al final del tiempo determinado tienen que recuperar con ganancias.

Escuché atenta y me emocioné mucho. Siempre había querido hacer algo así. Vi a Nancy, que también parecía muy entusiasmada, pero éramos las únicas. Levanté la mano y la señora asintió sonriendo.
—¿Puede ser cualquier tipo de negocio, o estrictamente tiene que ser de insumos alimenticios?— pregunté.
—Buena pregunta. Y no, sí puede ser de cualquier tipo, lo que yo necesito es ver dinero. Quiero ver que cada equipo sea capaz de generar ganancias, es todo lo que pido. Tienen dos meses a partir de ahora. Van a reunirse esta semana, porque para la última clase de la otra semana quiero que me traigan lo siguiente: la directiva ya organizada, al menos tres propuestas de ideas para su negocio, y un presupuesto, que les voy a enseñar hoy mismo a elaborar.
¿Dudas?

—Sí, ¿puede sacar a estos dos imbeciles de nuestro equipo?— me habría gustado decirle señalando a Eddie y a Gareth, este último no me había hecho nada, pero si se iba uno era obvio que también se iba el otro. Y todo sería paz, el resto de nosotros hacíamos buen equipo.

Levanté la mano de nuevo, mejor despejar toda duda. La maestra de nuevo asintió sonriendo.
—Al final del proyecto ¿de qué porcentaje debe ser la ganancia que obtengamos para que se considere que nuestro negocio fue exitoso?
—Excelente pregunta, señorita...
—Roonie.— le dije.
—Señorita Roonie, al final yo espero que las ganancias sean como mínimo el doble de lo que invirtieron. Al equipo, o a los equipos que obtengan más de el doble les voy a dar un crédito extra, y desde luego que el dinero que ganen se lo van a repartir entre ustedes; esa es otra recompensa. Y si alteran los números de las ganancias yo lo sabré, porque también van a llevar un detallado reporte de cada centavo que inviertan, gasten y ganen. Así que no me quieran engañar, si veo algo raro su calificación va a ser... cero. ¿Entendido? Espero que sí.

No hubo más dudas. Se nos explicaron muchas cosas durante la clase; estuve muy atenta, anotando todo, al igual que Nancy. Y cuando la clase acabó nos vimos con cara de "Hagámoslo".
—Muy bien, nos vamos a reunir lo más pronto posible, yo puedo cualquier día de la semana y a cualquier hora, ¿ustedes?— preguntó dirigiéndose a todos.
—Nosotros trabajamos, así que desde las ocho.— dijo Steve señalándose a él y a Robin.
—Yo igual.— le dije.
—Y yo.— dijo Gareth, que hablaba por primera vez en toda la clase.
—Ok...— dijo Nancy con preocupación— Entonces en la noche y... el fin de semana.
—¿No podemos hablar sobre eso ahora y ya? No suena complicado.— dijo Eddie y rodé los ojos— ¿Qué?— me preguntó enojado cuando lo notó.
—Es más complicado que lo que crees, porque dudo que nos pongamos todos de acuerdo rápidamente.— dijo Nancy incómoda, y luego me vio con reproche.