Don't be cruel [Eddie Munson]

22. Querido diario...

Era domingo por la tarde y estaba en la sala esperando a que Eddie llegara. Era la primera vez que lo veía desde el viernes, ya que ayer sábado había ido a practicar con su banda.

Sonó el timbre y me levanté para abrir la puerta. Apenas abrí, me lancé a abrazarlo.
–¿Qué pasa? – preguntó con voz suave mientras me acariciaba la cabeza.

–Tu carta destruyó mi estabilidad emocional. – dije cuando entramos y nos sentamos en el sofá.
–¿Qué?¿Por qué? – preguntó sorprendido.
–No tenía idea de que te sentías así y ahora me siento terrible.
–Esa no era mi intención, pensé que te parecería romántico. – dijo serio.
–Sí, pero es que me destruyó pensar en que te sentiste así en todos estos años. Ojalá me la hubieras entregado desde el principio.
–¿Y qué habría pasado?¿Me hubieras perdonado? – preguntó. Asentí.
–También estaba enamorada de ti. – dije – Y también tenía mucho miedo de expresarme.
–¿Estabas enamorada de mí? – preguntó riendo – ¿Y por qué me golpeaste cuando te besé?

Rodé los ojos y me levanté un poco para tomar uno de los diarios que dejé sobre la mesa y lo tendí hacia él.
–Es mi diario. Ahí encontrarás la verdad.
–¿Escribías cosas sobre mí? – preguntó emocionado.
–Eras todo lo que pensaba, día y noche. – dije sonriendo avergonzada.
–Okey... léelo. – dijo sonriendo y lo vi indignada.
–Tú no me dejaste leer tu carta en tu presencia, pero ¿yo debo leerte mi diario?
–Sí, adelante. – dijo sonriendo.

Lo vi con furia para luego abrir el diario en la página donde había empezado a escribir sobre él, y leí algunos fragmentos, solo lo necesario para que él entendiera.

"Querido diario, hoy conocí a un muchacho en el taller de actuación. Todos quedamos impresionados con lo bien que actúa. La profesora le dio el papel de Romeo, así que al parecer vamos a estar muy cerca, ¡que bien! Tiene unos ojos marrones muy bonitos y también una bonita sonrisa. Su nombre es Eddie. Una chica me dijo que es un torpe, pero me parece que es más torpe ella.

Querido diario, hoy empezamos los ensayos de la obra. Eddie es un muy buen actor, pero siento que yo estoy fallando mucho, me siento muy nerviosa cuando ensayamos. He estudiado mucho las líneas, pero al momento de decirlas frente a los demás se confunden en mi mente. La maestra dice que es normal porque recién iniciamos y que con el tiempo lo voy a hacer mejor, pero yo no suelo olvidar las cosas que estudio, es extraño; y me siento muy apenada porque no quiero que piensen que soy una tonta, especialmente Eddie, que lo hace tan bien.

Querido diario, hoy pasó algo que me hizo entender que no tiene sentido negarlo más. Me gusta Eddie Munson. Estábamos ensayando y tuve que tomar su mano. Puede parecer estúpido... no, es estúpido, pero sentí una especie de corriente eléctrica; me sentí muy nerviosa, como si fuera a desmayarme. Luego me vio a los ojos para decir su línea, me pregunto si se habrá dado cuenta de que yo estaba temblando...

Querido diario, me siento tan tonta cuando estoy cerca de Eddie... La vida es cruel, ¿por qué no nací siendo valiente e intrépida como las mujeres de los libros? Pero lo que me hace sentir peor es que él tampoco parece buscar hablar conmigo. ¿Qué pensará de mí? Apuesto a que debo parecerle aburrida y boba. Él parece ser muy gracioso, también quiero ser graciosa. Quisiera poder hacerlo reír...

Querido diario, hoy llegué a casa con el cuerpo temblando como gelatina. Santo dios, la maestra nos puso a ensayar la escena del beso. Claro que no va a besarme de verdad, pero estaba tan cerca de mí. Mi corazón latía con tanta violencia que me sentí aterrada de que él pudiera escucharlo y supiera el efecto que tiene en mí...

Querido diario, me siento muy deprimida. En serio quiero hablar con Eddie, pero por más que trato de armarme de valor, las palabras no salen de mi boca. Todo lo que he hecho hasta ahora es intentar sonreírle y ni eso me sale bien. Cada vez se acerca más y más el día de la presentación y me pregunto qué va a pasar después. Por dios, no quiero alejarme de él. ¿Qué se supone que haga? Me voy a llorar un rato, es todo lo que sé hacer bien.