25. El nuevo

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Era jueves por la noche. Eddie y yo estábamos jugando con un Jenga que papá había comprado hace tiempo y que solo habíamos usado un par de veces. Ellos estaban en la cocina, preparando la cena. Nosotros estábamos en el suelo de la sala, sentados frente a la mesa del centro, masticando goma de mascar para aumentar la concentración.

—Oye, si te atreves a moverme...— dijo en advertencia al ver que acerqué mi mano a la suya. Tras un largo rato en el que me quejé mucho logró sacar la pieza sin mover las demás y cantó victoria.
—¿Te sientes orgulloso? Tardaste horas.— dije y rodé los ojos. Era mi turno. Comencé a sacar con cuidado la pieza y cuando iba a la mitad sonó el timbre. Vi a Eddie, que mascaba sonriente y me levanté desganada para abrir.
—Hola, linda, ¿están tus papás?— preguntó la señora con amabilidad.
—Claro, un segundo.— dije y caminé hacia la cocina, donde le dije a mis padres que los buscaban.

Cuando salí me volví a sentar frente a Eddie para terminar mi trabajo.
—En tu cara, Munson. Tardé la mitad del tiempo que tú.— dije sonriendo.
—Tardé la mitad del tiempo...— dijo remedándome y tomó su turno. Volteé hacia mis papás, que charlaban con la señora, era una de los nuevos vecinos, de los que mamá ya se había quejado varias veces, pero mientras hablaba con la vecina estaba sonriente, rodé los ojos y vi a Eddie, que de nuevo estaba tardando una eternidad.

Mientras estaba jugando mi turno la puerta se cerró y escuché a mis padres caminar hacia nosotros.
—Jessie, nos invitaron a una cena con los vecinos este sábado, así que si tienen planes debes cancelarlos.— dijo mamá, moví bruscamente la pieza provocando que la torre se derribara, y escuché a Eddie reír triunfante.
—¿Qué?¿Por qué voy a cancelar mis planes por una boba cena con los vecinos?— pregunté frunciendo el ceño.
—Porque debemos socializar un poco con ellos.— dijo ella sonriendo.

—Serás hipócrita.— me habría gustado decirle.

—No puedo, voy con Eddie a un concierto de su banda, y honestamente me importa mil veces más eso que la cena con los ruidosos.— dije y volví a concentrarme en el juego, decepcionada al ver las piezas regadas por la mesa— Ofrézcanles mis sinceras disculpas por faltar.
—Pero bueno, parece que ya no tenemos autoridad sobre esta mujercita.— dijo papá sorprendido.
—Ve a la cena si quieres, tocamos seguido en ese bar.— dijo Eddie, pero pude ver la decepción en sus ojos.
—Voy a ir a verlos a ustedes, y además exijo una revancha.— dije sonriendo y empecé a armar la torre de nuevo.

El chico nuevo había empezado a asistir a la preparatoria el lunes, se llamaba Clayton Davis y tenía un lindo rostro, además de mucho potencial para convertirse en un chico popular, ya había atraído la atención de varias chicas, Nancy incluida, pero a ella no la atraía por razones románticas, sino porque lo vio con una cámara fotográfica al cuello y lo anduvo acechando en busca de que se uniera al periódico escolar, en el puesto que anteriormente yo ocupaba.
Ayer nos lo habíamos encontrado en un pasillo mientras buscaba el aula de Filosofía y Nancy aprovechó la oportunidad.
—No, gracias, no tengo tiempo para unirme a ningún club.— se limitó a decir el chico y entró rápidamente al aula. Nancy me vio con cara de "¿Qué?", y yo solo encogí los hombros.

~

Llegó el ansiado día sábado, y mis papás y yo estábamos en la cocina, charlando.
—¿A qué hora vas a reclamarles por el ruido?¿Antes o después de cenar?— le pregunté sonriendo a mamá.
—Se los voy a decir... con sutileza.— dijo mientras sacaba uno de sus clásicos pasteles del horno.
—Lo que significa que no lo hará.— dijo papá con la misma sonrisa que yo.
—El chico va contigo a la preparatoria, ¿cierto?¿dirías que es... molesto?— me preguntó ella.
—Es... callado, no ha hecho nada para bien ni para mal en el tiempo que lleva estudiando ahí.
—Entonces es cosa de los padres.— dijo papá asintiendo.

Don't be cruel [Eddie Munson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora