05. ¡Oh, Romeo, Romeo...!

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Me levanté sintiéndome de muy buen humor y me arreglé frente al espejo con una sonrisa en labios; luego bajé a desayunar.

—¿Sabes, linda?, tu papá y yo estuvimos pensando en lo que dijiste ayer del periódico escolar y creemos que deberías volver a integrarte. — dijo mamá y la sonrisa desapareció de mis labios. Vi a papá, que leía su periódico fingiendo no escuchar la conversación.
—Pues es una pena, porque no pienso regresar. — dije con decisión. Tomé un trago de jugo y vi a mamá de nuevo, ella me veía seria, lo que normalmente me habría intimidado, pero hoy me sentía renovada; así que la vi con más seriedad.

Ninguno volvió a mencionar el tema, ni durante el desayuno, ni en el camino a la escuela, pero se podía sentir cierta tensión.

Me bajé del auto y entré a la preparatoria, donde un rato después me encontré a Nancy.
—...así que renuncio al periódico. — terminé de explicarle mientras ella me veía seria.
—Bien por ti. En realidad, pensé que te gustaba, pero si no es así, entonces me da gusto que renuncies. — dijo, a lo que sonreí con gratitud.

Entramos al aula de biología y nos sentamos. Un rato después entró Munson y nos sonreímos mutuamente ante la mirada perpleja de Nancy, quien luego me sonrió burlona.
—Vaya, vaya, ¿de qué me perdí?¿Romeo y Julieta han vuelto a la vida?
—Muy graciosa. — dije y abrí mi mochila para sacar el libro de la clase.
—He de suponer que el proyecto va de maravilla. — inquirió levantando una ceja.
—¿Te quieres callar? — susurré. Nancy se dio la vuelta hacia el frente, aún sonriendo.

—¿Hacemos algo esta tarde... —preguntó cuando la clase hubo terminado. Aún estábamos en el aula, guardando nuestras cosas — ...o tienes que trabajar con...? — sonrió viendo en su dirección.
—No lo sé, tengo que preguntarle.
—Muy bien, pues ahí está, pregúntale. — dijo.

Parecía listo para salir del aula, pero se detuvo cuando me vio caminando hacia él.
—Hola. ¿Vamos a reunirnos hoy? — pregunté.
—No sé, tú mandas. — respondió Eddie. Le sonreí y luego volteé a ver a Nancy, quien inmediatamente volteó hacia otro lado simulando que no nos ponía atención.
—Okey, bueno... ¿qué te parece si nos tomamos la tarde libre y nos reunimos mañana más temprano?
—De acuerdo. — dijo algo serio — Tengo clase, así que...
—Sí, sí, hasta luego. — me despedí y caminé de vuelta hacia Nancy.

Después de clases fuimos a su casa, donde al llegar, inmediatamente me atacó con preguntas sobre Munson, que desde luego no respondí.
—Lo que necesitan es empezar de cero. — sugirió mientras tomábamos una malteada — Ya son adultos, olvídense de las cosas que se han dicho e inicien una relación madura. Para empezar sugiero que acuerden no insultarse más, eso les vendrá bien sin duda.
—Eso suena demasiado raro y antinatural tratándose de nosotros. — dije distraída.

Un rato después entró Mike a la cocina y lo saludé con una sonrisa, pero él me vio serio.
—Este sábado los chicos vienen a terminar la campaña, así que si piensan hacer otra pijamada vayan a tu casa. — me dijo.
—Solo te saludé, Michael. — dije sorprendida — Además, ¿cómo que se van a reunir el sábado otra vez? Necesito a Munson, tenemos cosas qué hacer.
—¡¿Qué?! — preguntó Mike perplejo.
—Somos equipo en un trabajo y el fin de semana tenemos que aprovechar el tiempo, ni de broma voy a dejar que pase todo el día jugando.
—Pfff, antes eras divertida, cuando jugabas también; ahora solo eres otra Nancy. — dijo enojado y Nancy rodó los ojos — Además tú no lo mandas.
—Es cierto, que él tome sus propias decisiones. — le dije desafiante.

~

Al día siguiente me encontré a Munson en los casilleros y caminé hacia él con decisión.
—El sábado tenemos que trabajar. — dije seria.
—Buenos días a ti también. — saludó viendo dentro del casillero y luego me vio a los ojos — Mike ya me llamó ayer, así que sé perfectamente lo que vas a reclamarme.
—No voy a reclamarte nada, porque desde luego, vas a tomar la decisión correcta.
—No puedo abandonar a mi club, lo siento. Podemos trabajar el domingo.
—Sí, también vamos a trabajar el domingo.
—Solo el domingo. — sentenció.

Don't be cruel [Eddie Munson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora