Estaba en clase de Electricidad, seleccionando junto a algunos chicos los cables, transistores y luces led para armar el nuevo circuito horrendo que nos habían asignado.
—¿Alguien tiene una resistencia de las grandes que no necesite?— pregunté, al parecer se habían acabado. Me puse a revolver desesperada las de la caja y entonces vi una mano que me tendía una, era Eddie— ¿No la necesitas?— pregunté y negó con la cabeza.Un rato después estaba en la mesa con Billy, que acababa de terminar su circuito.
—¡Qué veloz!— dije asombrada, ya que nadie más en nuestra mesa había terminado. Luego se dedicó a hacerme plática mientras yo trabajaba, aunque a veces me ayudaba con alguna conexión.Un rato después el maestro pasó revisando el progreso.
—Señor Munson, le hace falta una conexión, necesita otra resistencia, una de las grandes.— lo escuché decir y giré la cabeza para ver a Eddie, que tenía la vista fija en el circuito.
—Eres muy listo.— le dije con sarcasmo, y puse de golpe la resistencia que me había dado en la mesa, frente a él.
—Quédatela.— dijo sin verme. Pero volví a sentarme sin hacerle caso.
—Bueno, ya que regalaste la resistencia ahora solo te queda usar varias más de las pequeñas para conectar todo.— dijo Billy y caminó hasta la caja, un momento después volvió con los pequeños objetos— Aquí tienes.
—Gracias.— le dije sonriendo.Cuando terminé conecté el circuito y vi los leds brillar como debían. Di unos pequeños aplausos y sonreí.
—Jamás he sido buena con estas cosas.— le dije a Billy— ¿Qué haría sin ti?
—Sí, sí, a ver.— dijo Clayton y me arrebató el trabajo para copiarlo.~
El martes le presentamos las ideas a la maestra y ella nos dijo que veía más viable los pastelillos, pero que también podíamos hacer los batidos como acompañamiento, y así se decidió.
Cuando acabó la clase nos quedamos sentados porque al parecer la presidenta Wheeler tenía algo qué decir.
—¿Alguno va a salir por las vacaciones de navidad?— preguntó y nos vio a todos.
—Mis padres se van a esquiar, pero yo no pienso ir.— dijo Steve estirando los brazos.
—¿Los demás?— preguntó Nancy y todos negamos— Perfecto, entonces podemos tener una reunión este fin de semana.
—Deja que descansemos, Wheeler.— dijo Eddie desganado.
—No, solo una reunión más... y de aquí hasta el otro año. Aunque hay mucho qué hacer.~
El domingo Clayton y yo nos bajamos de su auto frente a la casa de Steve, y fuimos tiritando hasta la puerta. Había estado haciendo frío otros días, pero hoy el clima parecía empecinado en hacernos temblar, además nevaba bastante.
—Dios, entren, rápido.— dijo Steve al vernos.Adentro en cambio estaba muy cálido, y los chicos estaban tranquilos en la sala. Me quité el abrigo, al igual que Clayton, y nos fuimos a sentar.
Teníamos que trabajar en el reporte, y solo el inicio nos tomó todo el día.
A eso de las cuatro de la tarde Steve y Robin se levantaron para preparar bebidas calientes para todos, el resto nos quedamos en el trabajo.—Como que está nevando mucho, ¿no?— dijo Steve frente a la ventana mientras bebía de su taza humeante.
Y como a las cinco ya todos estábamos frente a la ventana viendo con amargura la tremenda tormenta de nieve que estaba cayendo, que parecía ir en aumento. Los autos estacionados afuera se veían como gigantescos bloques de nieve; más bien apenas si se veían. Steve soltó una risita y todos lo volteamos a ver.
—La buena noticia es que... mi casa es grande y hay varias habitaciones para que duerman cómodos. La mala noticia es que... solo tengo un cepillo de dientes en su empaque.Volvimos al trabajo, ya que no había más remedio, pero más tarde ya ninguno tenía ganas de trabajar, así que nos sentamos a ver televisión.
Después Steve dijo que tendríamos que preparar la cena, así que nos pusimos a ello. Afuera la tormenta seguía, si así iban las cosas pasaríamos navidad ahí encerrados.
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Don't be cruel [Eddie Munson]
RomancePor favor, olvidemos el pasado, el futuro brilla delante nuestro.