29. Halloween

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Me desperté con poca energía durante la mañana. Había tenido que reparar la manga del vestido y me había llevado mucho tiempo.

—Tonta. Tonta. Tonta...— había repetido en mi mente en todo ese tiempo.

Estaba caminando en los pasillos antes de la primera hora cuando vi a Nancy y caí en la cuenta de que no había hablado ni con ella ni con Steve y me sentí terriblemente mal.
—¿Qué sucede?— me preguntó extrañada.
—Es que de pronto siento que la fiesta no va a ser muy divertida.— dije desanimada.
—Oye, no me digas eso, de por sí yo ya me estoy desanimando.— dijo.
—¿Por qué?
—No sé, tal vez no sea buena idea que yo vaya. Tú vas a estar con Eddie, quizá todos lleven a alguien, y ¿qué hay de mí? Ya sé, tú no me vas a dejar sola, pero voy a estar de mal tercio.
—No seas tonta, mi mejor amiga jamás sería mal tercio. No te desanimes, vamos a hacer todo lo posible por divertirnos, porque de aquí a lo que resta del año no voy a volver a ir a una fiesta.
—Tampoco yo.— dijo riendo.

~

—¿Listos para la fiesta de hoy?— les pregunté a los mayores del club Hellfire cuando me senté con ellos en el comedor. Me quedaron viendo como si estuviera loca— ¿Qué? No me digan que ninguno va a ir.
—Yo sí quería ir, pero Steve no me invitó.— dijo Dustin indignado.
—Cuando seas mayor.— dije y sonreí.
—¿De qué van a ir disfrazados tú y Eddie?— preguntó Gareth— ¿De Romeo y Julieta?
—¿Cómo no se nos ocurrió?— dijo Eddie sonriendo.

Cuando acabamos de almorzar nos levantamos y fuimos hacia afuera.
—¿A qué hora paso por ti?— preguntó Eddie.
—Como a las ocho. Tengo que trabajar, pero ayer dejé todo listo, solo tendría que ducharme y maquillarme.
—Bien.— dijo sonriendo.

Caminamos de la mano por el pasillo y vimos a los del equipo de baloncesto, que al parecer venían de entrenar. Lucas caminaba junto a Jason, y ambos nos vieron serios.
—Que poca lealtad la de Sinclair.— comentó Eddie— Mira que después de lo que ese tipo te dijo en el comedor frente a todos igual se sigue juntando con él.
—Solo quiere estar en el equipo.— le dije, pero sabía que tenía razón.

~

Fui a casa de los Davis para empezar mi horario de trabajo y una de las niñas me abrió la puerta.
—¡Mira mi disfraz!— dijo emocionada y dio un par de vueltas. Traía un disfraz que si no estaba equivocada era de la bella durmiente.
—¡Mira el mío!— dijo la otra, que estaba disfrazada de Maléfica. Mucho más genial que el bobo disfraz de princesa.
—¿Hoy no están iguales?— pregunté sonriendo.
—No quiero ser una princesa, quiero ser una poderosa villana.— gritó Maléfica.
—¿Se quieren callar?— dijo Clayton irritado.
—Hoy es Halloween, mamá dijo que podíamos divertirnos.— reclamó la bruja, y Clayton bufó.
—¿Van a ir a pedir dulces?— pregunté.
—Sí, Clayton tiene que llevarnos.— dijeron al mismo tiempo y lo escuché quejarse.

Nos pasamos la tarde recreando escenas de la película La bella durmiente, me tocó hacer del príncipe, pero admito que me divertí mucho; las pequeñas diabólicas empezaban a agradarme, no eran tan aterradoras después de todo. La que se había disfrazado de princesa era Margaret, y Maléfica era Melissa, y de alguna forma sentí que empezaba a diferenciar sus personalidades. Margaret parecía ser más soñadora y fantasiosa, mientras que Melissa era más del tipo ambiciosa y sarcástica, creo que no hace falta decir cuál me caía mejor.

Sus padres llegaron mucho más temprano de lo normal. Fui con las niñas a la sala, para saludarlos, ante las miradas molestas de Clayton.
—Tengo que arreglar a estas pequeñas y sacarles unas fotos antes de que se vayan.— dijo Ana sonriendo— Ya puedes irte si quieres.
—¿A dónde vas, mi príncipe?— dijo Margaret con tono dramático.
—El Príncipe debe ir a ponerse un vestido para su propia noche de Halloween.— le dije sonriendo— Pero mañana os vendré a ver nuevamente, mi lady.

Don't be cruel [Eddie Munson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora