Me desperté por la mañana y Eddie seguía ahí. No estaba segura de si había decidido quedarse, o si simplemente había sido vencido por el sueño. Acaricié su cabello y luego lo abracé.
—Ya es de día, Eddie, despierta.— susurré.
—Mmmm.— se quejó— No quiero.
—Si se hace tarde mis padres van a venir a ver qué pasa y te van a ver en bolas.— le advertí y soltó una risita.Se separó de mí y estiró los brazos, luego se sentó, con los ojos cerrados y el ceño fruncido.
—¿Dormiste bien?— pregunté y asintió mientras se frotaba la cara con las manos.
—¿Puedo durcharme?
—¿Hueles a sexo?— pregunté y se echó a reír.
—Demasiado.Una vez más nos metimos juntos a la ducha, y cuando salimos ya era tarde y tuvimos que correr. Bajé con el gato en brazos y con Eddie caminando detrás de mí, ni sabía por cuál de los dos se iban a molestar más mis papás.
Entramos a la cocina y vieron primero a Eddie y luego a Legolas.
—Vaya, una noche interesante, ¿eh?— dijo papá.
—¿Por qué demonios...?— empezó a decir mamá— ¿Esta es otra decisión que tomó la Jessica adulta y responsable?¿Adoptar un gato?
—Sí, me hago completamente responsable por él.— dije con toda seriedad.
—Ajá.— dijo mamá— ¿Y por el hecho de que Eddie pasó aquí la noche sin nuestro permiso?
—También.— dije sonriendo un poco.
—Ya no tenemos autoridad aquí.— dijo incrédula— Ya que... siéntese a desayunar, bola de irrespetuosos. Pero ay de ustedes si llegan a embarazarse a esta edad.
—¡Madre!— dije sobresaltada.~
En la preparatoria de lo que más se hablaba era de la fiesta de Halloween de mañana, en casa de Steve Harrington. Todos estaban emocionados, incluyéndome.
—Disfraz obligatorio, a menos que no quieras llevar uno.— dijo Steve cuando me dio el volante con la información de la fiesta. Íbamos caminando por el pasillo camino a la última clase.
—Eso no tiene ningún sentido.— dije riendo.
—Piensa que es súper gracioso decirlo.— dijo Robin.
—¿De qué son sus disfraces?— pregunté dirigiéndome a ambos.
—David Bowie, no quería gastar mucho dinero y tengo una camisa idéntica a una que él usa en una foto así que...— dijo ella.
—Genial. ¿Y el tuyo, Steve?
—Indiana Jones.— dijo e hizo la mímica del latigazo.Sentí que se me iba el color del rostro y dejé de caminar.
—¿Qué pasa?— preguntó él.
—Se me olvidó que voy hacia... otro lado.— dije y me di la vuelta para ir a buscar a Nancy. En el camino me encontré a Dustin— Oye, tú que eres una persona madura y muy sensata, necesito un consejo...— le dije.
—Oh... te escucho.— dijo orgulloso por el cumplido.
—Nancy y Steve van a usar el mismo disfraz mañana, pero ninguno de ellos lo sabe, pero si se lo digo a Nancy ella quizás no quiera ir y se pierda la diversión, pero si no se lo digo se va a sentir muy incómoda por llevar el mismo disfraz que su exnovio. ¿Debería decírselo o no?
—Dícelo a Steve, él lo entenderá y quizá se disfrace de otra cosa.— dijo serio.
—Sí, sí, a Steve, eso es. Gracias, Dustin.Corrí de vuelta a buscar a Steve y en eso sonó el timbre.
—¡La puta madre!— dije y algunos estudiantes me quedaron viendo— Sí, ya sé, estoy estresada.— les dije.Entré a mi aula y esperé ansiosa a que sonara el timbre de salida. Cuando sucedió me levanté rápidamente y salí a los pasillos en busca de Steve.
—¿Se te perdió tu novio?— preguntó Clayton, que venía caminando por un pasillo.
—¿Has visto a Steve Harrington?— pregunté y me vio serio.
—No tengo idea de quién hablas.
—Como sea, puedo llamarlo más tarde, supongo.— dije pensativa.
—Ajá, sí puedes.— dijo, y se fue sin más.~
Cuando salí de la preparatoria fui a una tienda a comprar comida y arena para gatos, y luego fui directo a casa, donde encontré a Legolas echado en la alfombra.
—Mamá te compró comida y un lindo collar.— dije sonriendo y le puse el pequeño collar, le quedaba precioso.
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Don't be cruel [Eddie Munson]
RomancePor favor, olvidemos el pasado, el futuro brilla delante nuestro.