23

1.1K 98 7
                                        

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

═════ ❀∘❀∘❀∘═════

Las tardes que pasaba sola en aquel pequeño departamento se Nueva York eran terriblemente aburridas. Alexei trabajaba durante todo el día, y aunque le dejaba en un cuaderno algunos ejercicios de matemática como tarea para mantenerla ocupada con algo, Natasha no podía evitar aburrirse.

Los ejercicios eran demasiado fáciles para ella, aunque le insistía a Alexei para que le diera deberes más complicados. Los terminaba demasiado rápido y no le quedaba nada para hacer el resto del día. Debía quedarse encerrada porque salir era demasiado peligroso, probablemente se hubiera vuelto loca si no fuera por su vecina que le prestaba libros.

Casi siempre estaba dormida cuando Alexei volvía, pero él siempre la despertaba para desayunar juntos. Luego, él corregía la tarea que la niña había hecho la tarde anterior y le dejaba nuevos ejercicios antes de irse a trabajar.

Pero aquella mañana en cuestión parecía ser diferente. Alexei la estaba esperando en el comedor cuando ella se levantó. A pocos metros, en la pequeña cocina, estaba preparado el desayuno, pero Alexei no dejó que se acercara. La frenó y le mostró una caja.

—Mira lo que te traje.

—¡Tintura! —exclamó, quitando cualquier rastro de sueño. Tomó la caja para mirarla mejor—. ¡Y de color azul, como yo quería! Creí que no querías que me tiñera el cabello.

—Sí, pero luego pensé, "¿qué diablos?" y la conseguí —contestó, volviendo a agarrar la caja—. Te voy a teñir ahora y luego desayunas.

Natasha sabía que algo extraño estaba sucediendo, pero elegió disfrutar el momento.

Cuando Alexei terminó de teñir su corto cabello, la dejó desayunar mientras esperaban a que estuviese listo para lavarse. Lo vio ir a su habitación y salir unos minutos después con un bolso armado, por lo que lo miró confundida. Alexei no se detuvo a explicarle nada, sino que se dirigió al mueble donde guardaba su ropa y la guardó también en el bolso sin detenerse a doblarla.

—¿Alex?

—Termina de desayunar, Tasha, así te lavas el pelo. Tenemos que salir.

—¿No tienes que trabajar? —preguntó la niña, acabando su café.

—Hoy no.

Alexei dejó el bolso en el suelo y le hizo una seña a su hermana para ir hacia el el baño. La chica se colocó enfrente del lavamanos y abrió las canillas. Tenía el cabello corto, así que no tuvo que hacer un gran esfuerzo para lavarse el cabello. Sus raíces habían quedado algo naranja, pero el resto de su cabello se veía de un hermoso color celeste.

BLACK WIDOW (Chicago P.D)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora