La primavera pasó tan rápido como una brisa. El verano estaba pasando igual de rápido, entre exámenes y revisiones psicológicas.
Tal y como Natasha había sospechado, la noticia de su inteligencia fuera de lo normal había llegado a algunas de las mejores universidades de Estados Unidos. La pelirroja sospechaba que se trataba de su ambiciosa profesora de matemáticas que contaba con contactos en muchas universidades.
Alrededor de cinco llamados habían llegado a la oficina de Hank Voight, quien figuraba como el contacto de emergencia de la joven, puesto que Natasha había decidido no dar ningún medio de contacto. Voight había rechazado cada llamada, respetando la promesa que le hizo a la pelirroja de dejarla pensar qué haría a continuación.
Adam insistía en que debía aceptar los llamados, negociar alguna beca para estudiar medicina, como ella quería desde pequeña, y avanzar con su vida ahora que parecía estar todo tranquilo. Si eso cambiaba lo resolverían como la familia que eran.
Natasha quería quedarse en Chicago. En parte porque temía hacer su vida en otro lugar, alejada de la gente que conocía su historia y podía protegerla en caso de un ataque, y en parte también porque creía que Jay y ella estaban en un buen momento y que incluso podían llegar a ser más que solo algo casual.
Fue Antonio quien se sentó con ella una calurosa noche de verano y tomó sus manos entre las suyas para asegurarse de que lo escuchaba.
—Tienes que priorizar tu vida, Nat. Jay y tú no...
—Basta —lo interrumpió—. ¿Por qué quieres que me aleje de él? Me hace bien.
—Porque tienes que salir adelante...
—¿Eso mismo le dijiste a Alexei? —espetó la adolescente, comenzando a molestarse—. ¿Le dijiste que tenía que salir adelante, antes de permitir que un colega tuyo haga explotar nuestro auto?
—Eso no fue lo que pasó...
—¿Y qué pasó? Porque nunca me lo contaste todo. En realidad, no me contaste nada.
Antonio suspiró al ver a Natasha levantarse de su asiento y alejarse unos pasos de él. Cada vez que comenzaba a enojarse solía poner distancia física entre ella y la otra persona.
—Yo estaba encubierto dentro de la banda de narcos para la que tu hermano trabajaba, Nat —sintetizó Antonio—. Él me descubrió. Tu hermano estaba muy mal y al igual que tú se ofreció a darme información a cambio de dinero y dejarlo ir. Ese era nuestro trato.
—No dejas a un criminal ir porque sí.
—Tu hermano no era...
—Para ti todo es blanco o negro, no existen los tonos grises, Dawson. Tu intención no era dejarlo ir, quizá ibas a ofrecerle un trato, pero nada más —espetó—. Me estás mintiendo.
Antonio apretó los labios y refregó su cara, sintiéndose frustrado. Natasha tenía razón, él no perdonaba a los criminales.
La había protegido todos estos años porque falló en proteger a su hermano cuando era su trabajo asegurarse de que ese chico cumpliera una condena y la pequeña Natasha fuera ubicada en un lugar seguro donde pudiera crecer sin estar en peligro ni pasar hambre, y quizá algún día ser adoptada por una familia.
Aquel era su plan. Ese era el trato que realmente tenía con Alexei. Debió imaginarse que el joven iba a huir de la ciudad luego de que la gente para la que trabajaba cayera.
Natasha no sabía ni la mitad de la historia y contársela lo aterraba. Sabía que había desarrollado un vínculo poco profesional e incluso insano, pero no quería perderla luego de todos esos años que pasaron juntos.

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BLACK WIDOW (Chicago P.D)
FanfictionTodos tienen un secreto. El del detective Antonio Dawson tiene nombre y apellido: Natasha Solovióv, también conocida como la Viuda Negra. barnesroses 2k21 cover by: @cattleya_oh