Capítulo 17

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CAPÍTULO 17

Al día siguiente, me dediqué a ignorar a Sebastian en la entrada de la escuela y para no tener problemas por su insistencia al llamarme por teléfono, dejé mi móvil en los casilleros y cuando lo revisé a la hora del almuerzo, me encontré con un par de mensajes de Sebastian que no me molesté en leer. Llamé a Francis para ver cómo se encontraba y su madre me dijo que estaba durmiendo, pero que el doctor le había dicho que podría volver a clases en un par de días. Mercy y yo nos sentimos aliviadas de que no hubiera sufrido daños más graves. Perfectamente, Sebastian con brutalidad podría haberle roto la costilla.

El día pasó más rápido de lo que esperé y cuando me di cuenta, el timbre que daba término a la jornada escolar retumbó en todo el salón. Guardé mi cuaderno y mis libros con lentitud, sintiendo una pequeña opresión en el pecho al imaginarme ver a Sebastian a la salida. Una parte de mí quería verlo, pero mi otra parte seguía enfadada con él y no quería hablarle.

Fui hasta mi casillero y tomé el teléfono para guardarlo en el bolsillo de mi pantalón. Saqué los libros y cuadernos donde tenía deberes y cerré la puerta de mi casillero con cuidado, dándome cuenta de que Mercy estaba a mi lado y ni siquiera me había percatado de que se había acercado.

—Dios, tienes que dejar de hacer eso. —regañé. Cerré la mochila y la colgué en mi hombro.

—Lo siento, pero realmente pensé que te habías dado cuenta de que estaba aquí. ¿Quieres que te lleve a casa?

Negué —He venido en coche. Pero gracias de todas maneras.

Me despedí de ella con un abrazo y cuando estaba a punto de irme, mi mejor amiga me agarró de la muñeca.

—¿Qué sucede?

—¿Realmente te encuentras bien? ¿No quieres hablar de lo que pasó?

—No. O sea, ya hablamos todo lo que teníamos que hablar ayer, no le veo la importancia ahora.

—Claro que tiene importancia, Holly. Eres mi mejor amiga —recordó. su boca se abrió para agregar algo más, pero su teléfono sonó de forma estrepitosa. Yo pude darme cuenta del cambio radical que sufrió su rostro al leer el mensaje—. Harry está aquí. Con Sebastian.

Oír su nombre hizo que mi corazón comenzara a latir con fuerza. Moría de ganas por verlo y poder besarlo, pero no quería que él tomara esto como un simple berrinche de mi parte. Él tenía que entender de alguna manera que a mis amigos debía respetarlos y si ésta era la única manera que yo tenía para que él tomara en serio esto, lo iba a seguir haciendo.

—¿Puedes salir y decirle que ya me he ido? De verdad que no quiero verlo...

Ella dudó unos instantes, pero finalmente asintió. Me rodeó con sus brazos.

—Sabes que no podrás evitarlo por mucho tiempo más, ¿no? —me habló contra el oído.

—Lo sé —cerré los ojos con fuerza y me aparté de sus brazos—, pero lo seguiré haciendo mientras pueda.

Mercy me acarició la mejilla —Te avisaré cuando nos vayamos para que puedas salir, ¿vale?

—Te lo agradecería mucho.

—Te quiero, Holly.

—Y yo a ti.

Mercy me regaló una pequeña sonrisa y emprendió su camino. Miré su silueta hasta que desapareció por completo. Mientras esperaba, recargué mi espalda en los casilleros, sintiéndome un poco vacía. Me había acostumbrado tanto a estar cerca de Sebastian que lo extrañaba mucho.

Obsession | Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora