CAPÍTULO 26
No one's point of view.
Sebastian tocó el timbre en la casa de Holly y apoyó la mano contra la pared, intentando regular su respiración. Parecía que hubiera corrido un maratón. Él rogó en su fuero interior para que Holly abriera la puerta. Llevaba días sin verla y apreciar las fotografías que estaban en su habitación no era lo mismo como estar frente a ella y respirar si exquisito aroma. Él no podía compararla con el frío material del papel fotográfico con su cálida y suave piel.
Sebastian oyó pasos del interior y se paró de forma recta. La sonrisa había comenzado a asomarse en sus labios, pero desapareció por completo cuando vio que Holly no era quien estaba al otro lado de la puerta, sino Paul.
El señor Grant se plantó frente al chico tatuado y alzó las cejas, preguntándose qué estaba haciendo ahí. Sebastian tenía una actitud demasiado osada. ¿Cómo se le ocurría aparecerse por su casa después de todo lo que había inventado? Distorsionó toda la historia a su beneficio y además le había roto el corazón a su pequeña niña. Paul no sabía qué había hecho exactamente, pero no había sido nada bueno. De todas maneras, se alegraba de cierta manera que Holly hubiera abierto los ojos y se diera cuenta que su novio no era tan perfecto como él le hacía creer. Sebastian tenía más defectos que virtudes y había llegado la hora de que Holly abriera los ojos y lo viera ella misma.
—¿Qué estás haciendo aquí? —cuestionó con brusquedad el hombre. Sus ojos grises se mostraban fríos y distantes.
—Señor Grant, si estoy aquí es porque le debo una disculpa. —dijo Sebastian con toda la calma que pudo reunir. Intentaba esconder la molestia en su tono de voz por su mandíbula tensa delataba que estar diciendo aquellas palabras no le agradaba— le debo una disculpa a usted, a su familia. A Holly. Y me estaba preguntando si usted... —él tragó saliva con dificultad— si usted me permitirá ingresar a su casa para explicarles bien todo lo que ha sucedido. Estoy seguro de que usted me entendería.
Paul estrechó los ojos. No lo podía creer. ¿Cómo podía haber tanta hipocresía es un chiquillo de diecinueve años? Sebastian era un mentiroso profesional. Tenía miles de caras para cada situación y no le sorprendía que en ese momento estuviera mostrándole su faceta arrepentida; hablándole suave y sumiso como si nunca le hubiera faltado al respeto.
—No me interesa entenderte. Sólo me interesa alejarte de mi hija. —Paul vio como su mandíbula de Sebastian se apretaba y sus dientes producían un molesto chirrido. Ahí estaba la actitud que él había visto. Esa era su verdadera cara— Y para conseguirlo estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario, ¿escuchaste?
—Usted me tiene que dejar ver a Holly, señor Grant. —la voz de Sebastian se había enronquecido un poco.
—¿Por qué debería hacerlo?
—Porque ella es mi novia.
—Era tu novia —recordó el hombre—. Holly me dijo que ella y tú ya no estaban saliendo y yo le creo a mi hija.
—Tuvimos una discusión, señor Grant. Pero no es nada que no podamos resolver. Ella me quiere. Yo la quiero.
—Ella no está en casa.
Sebastian hizo una mueca afligida —Por favor, señor Grant. Yo ne...
No alcanzó a terminar cuando Paul cerró la puerta frente a su rostro dejándolo con la palabra en la boca. Sebastian respiró profundo y cerró los ojos, tratando de calmarse. Si él explotaba ahí mismo lo último que sería es ver a Holly.
Paul regresó a la sala y Holly hizo contacto visual con él. Había escuchado la voz de Sebastian y tuvo que reunir toda la fuerza de voluntad que tenía para no acercarse y escuchar todo lo que hablaron su padre y él.
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Obsession | Sebastian Stan
Fanfiction𝗢𝗕𝗦𝗘𝗦𝗦𝗜𝗢𝗡 | ADAPTACIÓN Ella sólo quería enamorarse de un chico dulce y de buena familia. Él sólo dijo mentiras para conseguir lo que quería. Cuando Holly conoció a Sebastian, se vio atraída inmediatamente por su atractivo físico. Él, se...