Capítulo 05

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CAPÍTULO 05

El lunes por la mañana, papá me fue a dejar al colegio y para alivianar mi mal humor mañanero, me recordó que debía esperar sólo un par de horas para obtener por fin mi permiso de conducir.

Ayer por la noche, Mercy me llamó por teléfono para preguntarme si había llegado a salvo a la casa. Comenzó a molestarme cuando le dije que Sebastian me había llevado a casa y estuve acostada justo a la medianoche. Mercy me dijo que Harry la había invitado a otra fiesta y ambos estuvieron bebiendo hasta cerca de las nueve de la mañana.

A comparación de las mañanas anteriores, no me fue difícil encontrar a Mercy esta vez. Ella y Harry se estaban comiendo la boca y él apretaba el trasero de mi amiga tan fuerte como si quisiera hacerlo explotar.

—Un poco desagradable, ¿verdad?

Sonreí cuando escuché aquella voz masculina cerca de mi oído. Miré hacia atrás y giré para encontrarme con la sonrisa encantadora de Sebastian. Su melena iba despeinada y la barba creciente adornaba de forma sexy su rostro.

—¿Cómo estás? —me preguntó, acercándose para dejar un suave beso en mi mejilla. Mi piel cosquilleó ante el contacto de su vello facial— Quise llamarte, pero olvidé pedirte el número el sábado por la noche.

Mis mejillas se calentaron levemente y bajé la mirada el tiempo suficiente para ver cómo iba vestido: pantalones apretados, botas de cuero y una linda camiseta blanca ocultaba todos los tatuajes de sus brazos.

—Ahora puedo dártelo si quieres. —seguí con su coqueteo. Rápidamente, él me entregó su teléfono y apunté mi número en él— ¿No vas a ir a clases?

—Mi primera clase comienza a las once, ¿por qué?

—Por nada. —me encogí de hombros, simulando desinterés.

—Mhm... —tarareó, estrechando sus ojos en mi dirección—. Pensé que me ofrecerías escaparnos juntos por el resto del día.

Carcajeé —¿Lo harías?

—Claro. Si quieres, podemos fugarnos después de que tus clases terminen.

Esbocé una sonrisa y me quedé en silencio, mirando su rostro como una idiota. Un carraspeo llamó mi atención y cuando desvié mi mirada, me encontré con el semblante burlón de Mercy. Harry caminaba detrás de ella, apegando la espalda de mi amiga a su pecho y sus brazos rodeaban la cintura de Mercy.

—El amor está en el aire. —canturreó, afirmando su cabeza en el hombro de su ligue— ¿Cómo estás, Seb?

—Gusto de verte, Mercy. —saludó educadamente el ojiazul.

—¿Estás listo para irnos? —la voz de Harry hizo eco en mi cuerpo. Su tono era intimidante y mi piel se erizó.

—Sí. —Sebastian me miró, sus ojos brillaban con entusiasmo que no supe a qué dirección estaba dirigido— ¿Nos vemos después de clases?

Miré de reojo a Mercy y la encontré boquiabierta.

—Claro.

—Te llamo entonces —dijo, inclinándose para besarme muy cerca de los labios—. Por ahí nos vemos, Mercy.

Ella y Harry compartieron un poco más de saliva antes de que los chicos subieran al coche de Sebastian y se fueran dejando una escasa nube gris en el aire. Al girar, para ingresar a la escuela, me di cuenta de que varias chicas nos observaban.

La pelirroja ignoró las miradas, como siempre lo hacía, y enredó su brazo en el mío antes de comenzar a caminar en dirección a la entrada de la escuela. Yo por mi parte, no podía dejar de sentirme observada por las personas que nos rodeaban.

Obsession | Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora