☔𝒮𝓉𝒾𝓁𝓁 𝒲𝒾𝓉𝒽 𝒴ℴ𝓊 𝒯𝒶ℯ𝒽𝓎𝓊𝓃ℊ☔
🐰 𝐤𝐎𝐎ᛕѶ 🐯
(CAPÍTULO FINAL)Jungkook
Si me dieran a elegir un momento para volver a vivirlo, escogería el día que te conocí; lo repetiría una y otra vez.
Estaba en aquel sueño, abrazado a ti, a la voz de tu consuelo. Abrí los ojos dando un sobresalto; miré la pantalla del celular; había muchas llamadas de Hanna, no quise devolverla.
Empecé a llorar con desesperación. El miedo tenía mi cuerpo envuelto en un temblor incesante.
No quería escuchar lo que diría del otro lado; me sentí como en esos días cuando mi madre murió. Temía volver a esos tiempos de angustia, dolor y sufrimiento; fueron años aceptando su partida, su adiós para siempre.
Faltaban dos horas para que la operación termine; hasta entonces no estaba dispuesto a contestar, no quería matar la esperanza, no quería noticias desalentadoras, mucho menos devastadoras.
Quiero que te quedes conmigo; que caminemos tomados de la mano.
Quiero llevarte a tu lugar favorito, que nuestras almas, nuestros corazones, nuestros cuerpos vuelvan a encontrarse.
Aun cuando creemos estar preparados, nunca lo estamos para decirle adiós a aquella persona que amamos con el alma.
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Estaba acurrucado en medio del laberinto; se habían cumplido las seis horas que duraría la operación; aun así no quería llamar; me tocó apagar el celular.
Sentí la voz de Hanna afuera del laberinto…
—¡Hermano! ¿Estás ahí? ¡Por favor, contéstame!
Grita entre sollozos —¿Dime que está bien?
Que mi hermoso Tae esté bien.
—Por favor, necesitas ir a la clínica, Taehyung…
La interrumpe: —No lo digas, no quiero que digas nada, no quiero escuchar.
—Déjame terminar. Aparentemente, la operación fue un éxito, pero los médicos necesitan hablar contigo.
Agarra su cabeza, levanta la mirada al cielo. — ¿De qué quieren hablar?
—Acompáñame, por favor.
Jungkook
Una parte de mí empezó a sentir paz, pero la otra decía que todo no era bueno.
Cuando salí del laberinto me tiré en los brazos de Hanna.
No quería preguntar, pero al parecer había algo más.
Llegamos a la clínica.
Caminaba por aquellos pasillos a paso lento; no quería escuchar, no quería ver, que un dolor reemplace otro.
Hanna le toma las manos: —Eres su esposo, quien puede tomar decisiones sobre la salud de Tae; ni siquiera sus padres o hermanos pueden decidir.
En dos ocasiones los médicos necesitaron tu aprobación durante la operación; como no estabas lo hicieron sin tu consentimiento.
—¿Decidir que?
—Que sean ellos quienes te expliquen, no te angusties, al parecer está bien.
Jungkook
Cuando entre a la sala de junta, las caras de los médicos no me gustaban; mi hermana estaba conmigo.
La operación había sido un éxito; gracias a la detección temprana del tumor, logró encapsularse con la radioterapia.
Lograron removerlo, aunque tuvieron dificultad a mitad de la operación. El tumor dañó una pequeña porción de su cerebro, es la parte que afecta su visión.
Su actividad cerebral estaba en un 55%, por lo cual permanece en coma.
Extrajeron una parte de su cerebro para poder salvar su visión; si en caso dado la operación es exitosa, esto se sabrá con la evolución que tenga en las primeras semanas.
Eran los riesgos que habían tomado. No hay muerte cerebral como tal.
El pronóstico tiene un lado negativo y otro positivo.
El lado negativo es que puede ir disminuyendo la actividad con el pasar del tiempo, la muerte cerebral sería total.
El lado positivo es que suceda lo contrario.
Salí de aquella sala con un sinsabor, pero decidí no tener miedo, todo lo contrario.
Decidí tener fe, ser positivo; por lo menos ese tumor ya no está en su cabeza; la posibilidad de recuperar su visión es de un 80 %. Únicamente necesitaba sanar; su cerebro necesitaba recuperar la actividad.
Entre a su habitación, estaba conectado a muchos tubos y cables que irán quitando según la evolución que tenga.
Me senté a su lado, tomé su mano, le di pequeños besos.
Tomé la sortija y la devolví a su dedo.
—Aquí estoy, mi hermoso Tae; no me iré de tu lado hasta que abras los ojos. Tengo fe en el amor que siento por ti.
Tuve la certeza de que saldrías con vida de ese quirófano; así ha sucedido, no importa las condiciones, estás aquí. Sé que no es en vano, vas a sanar, vas a levantarte de esa cama.
Prometiste que todo iba a estar bien. No me dejarás; de esta manera lo has cumplido.
Prometo quedarme a tu lado hasta que tus ojos vuelvan abrirse, tu boca pronuncie palabra y vuelvas abrazarme, susurrando a mi oído; estoy contigo…
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Los días iban en curso.
Su estado era igual, no mejoraba, tampoco empeoraba.
Me interné en aquella habitación, eran pocas las veces que iba a casa, pero no era todo.
Empecé a documentarme, busqué información, testimonios de personas, que al igual que a Taehyung le han extraído parte de su cerebro, ya sea por enfermedad o accidente.
La recuperación en ellos es increíble, como si nunca les hubiese sucedido algo.
También pude notar que en la mayoría de casos, por no decir todos, sus parejas y familia estuvieron ese tiempo en el proceso de sanación.
Empecé a tener más esperanzas; Taehyung puede ser un testimonio.
Empecé a documentarme. Hablé con algunos médicos, sobre todo con neurólogos.
El primer paso era hablarle todos los días, en todo momento.
Decidí escribir este libro, uno sin final, un libro que terminé cuando se recupere totalmente, cuando vuelva a ser él.
Hice un recorrido por la memoria de nuestros recuerdos, vivencias, también de la vida de nuestros amigos y familia. ¿Cómo han sido el claro ejemplo de que las dificultades pueden vencerse?
Inicie desde el día que llegó a mi vida.
Escribía en las noches; le leía en el día lo escrito.
Nuestros amigos y la familia lo visitaban con frecuencia; le hablaban de su diario vivir.
En algunas ocasiones mi hermana llevaba al bebé; de su llanto surgió un efecto. Taehyung empezó a mover los ojos, trataba de abrirlos.
Los médicos lo revisaron, la noticia no podía ser mejor.
Sus pupilas estaban dilatadas; eso quería decir que su visión estaba bien; su actividad celebrativa estaba reactivándose.
Empezaron a hacerle terapias en las piernas y brazos; el fisioterapeuta me enseñó cómo debía implementar los ejercicios.
Pasaron tres meses después de la operación.
Una mañana regresé de tomar un café y quedé asombrado.
Tenía los ojos abiertos; los movía de un lado a otro.
Me fui sobre él; lloraba de felicidad.
Cuando empecé a hablarle, una lágrima rodó por su rostro.
Los médicos le preguntaron si podía escuchar parpadear dos veces; así lo hizo.
Si podía ver que hiciera lo mismo, así lo hizo.
Su proceso sería desde cero.
Iría recuperando la movilidad del cuerpo y sostenerse por sí solo.
Aprender hablar, caminar, sería una recuperación larga, de mucho trabajo y paciencia.
Las terapias eran incesantes; cuando los médicos no estaban, las hacía yo, o Hanna.
Su cerebro empezó a recuperarse de una manera rápida: movía los dedos de las manos y pies, balbuceaba palabras.
La fisioterapeuta lo llevó a las piscinas, esto lo ayudaría a recobrar la sensibilidad.
Los días iban en curso.
Su recuperación fue un proceso rápido, pero doloroso.
Su habla fue mejorando; podíamos sostener una conversación; su cuerpo, aunque no tenía movilidad, había recuperado la sensibilidad, era bueno.
Todos los días teníamos un avance. Con la ayuda de algunos aparatos empezamos el proceso para ir recuperando el movimiento, estabilidad y fuerza.
En cada paso que daba estaba a su lado, sosteniéndolo, confiando que en cualquier momento lo haría por sí mismo.
Empecé a creer que el amor es la mejor terapia, es la fuente sanadora.
Como todo, había días malos, en donde Taehyung estaba cansado o de mal genio. Esa parte también volvió; no me molestaba para nada, todo lo contrario.
Había días en que las discusiones eran tan fuertes que terminaba pidiéndome el divorcio, pero después se le pasaba la pataleta; terminábamos abrazados, pidiendo perdón.
El proceso de recuperación era doloroso, tener que mover sus extremidades, aprender hablar, aunque esto último no fue difícil de recuperar.
Era asombroso como cada parte de su cuerpo iba recuperándose; empecé a vivir mi milagro, mi testimonio.
Todos los días escribía cada cosa que sucedía, cada logro, cada momento difícil, bueno.
Empecé a documentar el resultado de la sanación, cómo el amor, la paciencia y la perseverancia son la fuente de aquel milagro.
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Tres años después de la operación.
Jungkook
Aquí estoy sentado en mi computadora como todas las noches. Con un termo de café que me mantiene despierto, documentando las memorias de nuestras vivencias, los recuerdos que nos deja cada día.
Estoy editando el último capítulo del primer libro, para enviarlo a la editorial.
Taehyung baja las escaleras: —Mi amor, estoy esperando, es noche de película, tengo sueño.
—Dame diez minutos, bebe, estoy terminando de editar el último capítulo.
Tae lo abraza por la espalda. — Sé lo que dice, pero quiero leerlo completo.
¿Sabes cuál es mi parte favorita?
—No me digas, déjame adivinar ¿la primera vez que nos vimos?
—Esa la parte me gusta.
Pero mi parte favorita es cuando regresaste a mi vida; te internaste en ese cuarto de hospital.
Caí en cuenta que fui estúpido; te aleje de mí en el momento que más te necesitaba.
Gracias a ti estoy de vuelta; me distes las fuerzas necesarias para soportar y vencer.
Nunca he dicho esto.
—¿Qué cosa?
—En un momento de la operación me fui, pero no pude cruzar la línea. Cuando miré hacia atrás, estaba en el laberinto; sentí tu llanto; este me guió a ti.
Estabas llorando, acurrucado en el suelo. Te extendí la mano y dije las siguientes palabras; Te encontré, Jeon Jungkook.
Me abracé a ti; dije que no me iría; siempre estaré a tu lado.
Te desvaneciste entre mis brazos.
Al escuchar lo dicho, Kook no puede evitar las lágrimas. Lo sienta en sus piernas. — Justo tuve el mismo sueño.
Entonces, no estabas despidiéndote; estabas aferrándote a la vida. — Lo besa: —Fue una experiencia que vivimos a la vez; esa parte no está en el libro; será el epílogo.
—Estoy aquí por ti, luché por ti, vencí por ti, no quería dejarte.
Te resumes en todas las cosas buenas; eres mi todo.
—Y tú, eres mi milagro, las páginas de un libro no son suficientes para expresar el gran amor que siento por ti; es una pequeña parte de mis sentimientos.
De esa poesía rosa y oscura en la que han estado mis emociones.
Deseaba con todas las fuerzas de mi corazón que esa tormenta monocromática cesara y saliera el arcoíris, devolviéndole el color a mi vida; ese color se resume en ti.
Nos enamoramos muchas veces, pero amamos una sola vez.
Eres mi único y gran amor, mi hermoso Tae.
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Jungkook
Fueron tres incesantes años al pie del cañón, luchando por verte igual que antes, recuperado, como si aquel tumor cancerígeno no hubiese estado en tu cabeza.
Quedaron algunas secuelas; su visión no es igual que antes del tumor; su recuperación es de un 70% en el ojo derecho y un 65% en el ojo izquierdo; tiene que usar lentes, pero no importa, dice que ve perfecto.
Su cabello volvió a crecer; casi no lo corta; así puede ocultar la cicatriz que quedó en su cabeza. Amo cuando cae sobre sus ojos.
Su masa corporal fue lo que más rápido recuperó.
Ahora llevamos una vida saludable, hacemos mucho ejercicio, nos alimentamos bien. Nuestra vida no es igual; hemos cambiado los hábitos.
Dos años duró su recuperación; aún estamos en el proceso.
En este libro quedan documentados los momentos que marcaron mi relación con Taehyung, pero sin querer, también hicimos parte de otros procesos, de otras historias, como lograron vencer las dificultades.
Algunas no tuvieron un final feliz.
Mi hermana pasó momentos difíciles; su exesposo no le dio el valor que esa gran mujer merece, pero la vida le devolvió la felicidad al doble, en un hombre que la ama con devoción; la ama desde siempre, aunque otros se interpusieron en su camino.
Namjoon es el claro ejemplo de que se puede ser feliz cuando nos proponemos amar sin miedo.
Ahora tienen a su pequeño Taehyung, y contando, mi hermana está embarazada otra vez.
Yoon-Gi y Jimin fueron por su felicidad, soltaron los prejuicios, decidieron amar sin miedos, aunque esa historia casi termina en tragedia, pero vencieron las adversidades y fortalecieron el amor que ambos sienten.
También tengo que hablar de él, de mi amigo Ho-seok, quien apareció casi al final de la primera parte.
Su historia junto a su esposa tuvo un final triste; aun cuando pensó estar preparado para dejarla ir, le ha costado soltar su recuerdo.
Volvió abrir la academia de danza, e incluso, ahora tiene una nueva sucursal.
Academia "Lucy".
Junto a Tae, tomamos clases de baile los fines de semana.
Hace unos días lo vemos entusiasmado y coqueto con la profesora de ballet.
Entonces vuelvo a ese punto donde el amor lo puede todo; este tiene un poder extraordinario; el amor es más que un sentimiento; incluso, tiene el poder de sanación.
Cuesta sanar las heridas que nos deja el dolor, pero por más profundas que sean, algún día cicatrizan.
Yu-Gyeom aún vive en Praga, pero no está solo; al parecer su amistad con Seok-Jin se fortaleció.
Sus vidas están entre Corea y República Checa.Le tocó vender el restaurante-bar.
Yoon-Gi y Jimin son los nuevos dueños.
Todas las tardes vamos por una copa; escuchamos buena música. A veces se unen Hanna y Namjoon; debido a su embarazo no lo hace con frecuencia.
Después de muchos años, este fin de semana volveremos al lugar favorito de Taehyung.
Este tiempo a tu lado he caminado agarrado de tu mano, aunque hubieron fuertes vientos que hicieron soltarla, pero volví aferrarme a ella con más fuerza.
Tres años después, aquella noche terminé de escribir mi libro. Compartir mi historia, plasmar las vivencias de los días buenos y malos, los míos, los tuyos, también de aquellos que amamos y hacen parte de nuestra vida.
Dejar por escrito que todos tenemos batallas que pelear, demonios con los cuales luchar, ya sea por un mal amor, una infidelidad, un imposible, la enfermedad, e incluso la muerte.
El amor todo lo puede, aún en lo inverosímil; cuando tenemos fe y esperanza, vencemos todos los obstáculos.
Mi hermana se mudó de casa; ahora vivo con Taehyung.
Dejé en pausa mi trabajo como curador; estoy centrado en escribir.Tae dejó de trabajar, más que todo por salud.
El modelaje quedó como un buen recuerdo.
Vivimos una vida cómoda, tranquila. Nuestros planes son viajar y disfrutar de nuestra relación.
Aún queda mucho que contar. Todos los días escribo una nueva página de este libro interminable.
No tenemos afán, saboreamos lentamente cada momento.
Todas las tardes a las 5 pm tenemos una cita en el laberinto. Taehyung aún se pierde; creo que lo hace a propósito.
Esa tarde como todas, desde que vivimos en esta casa, fuimos al jardín.
Me puse en mi extremo; él estaba en el suyo.
Le formuló la misma pregunta desde el día que lo conocí.
Grita—¿Tienes algo bueno que contarme, Kim Taehyung?
Ríe—Muchas cosas buenas.
Este idiota no puede tener mejor suerte.
Hace cinco años tuve el accidente más hermoso. Perderme en este laberinto trajo el amor, puso en mi camino a un hombre maravilloso; este cambió todo en mí.
Me devolvió la vida, las ganas, las fuerzas; estoy aquí por ti.
Te resumes en todas las cosas buenas que me han pasado.
Eres el amor de mi vida
Kook salta a sus espaldas, lo abraza y al tiempo susurra a su oído: —Te encontré, Kim Taehyung.
También eres el amor de mi vida, el que me hace pensar que todo se puede cuando amas de verdad, cuando amas con el alma, con el corazón.
Prometí que nunca me iré de tu lado. Siempre caminaremos agarrados de la mano.
Todavía hay muchos caminos que recorrer, cosas por vivir, lugares por conocer.
Estoy empezando a escribir la segunda parte de esta historia de amor…
A tu lado, mi hermoso Tae.
FIN...
Mis bell@s, hasta aquí llegamos con esta historia; no les prometo que habrá segunda parte; quizás más adelante capítulos extras.
Espero que sea de su agrado, perdón por el drama, hacerlas sufrir. Conocen mi estilo rosa de Guadalupe.
Gracias por leerme, gracias por el apoyo.
Los Quiero Mucho 💋
Quieranse mucho 💜 💕
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☔𝒮𝓉𝒾𝓁𝓁 𝒲𝒾𝓉𝒽 𝒴ℴ𝓊 𝒯𝒶ℯ𝒽𝓎𝓊𝓃ℊ☔ 𝐤𝐎𝐎ᛕѶ 🐯
Fanfiction☔Jeon Jungkook Un bohemio, artistas y escritor de 28 años ☔Kim Taehyung un complejo diseñador de interiores de 26 años, mejor amigo de Hanna hermana de Jungkook ☔A pesar de la estrecha amistad entre ellos, Jungkook y Taehyung nunca habían coincid...