☔Jeon Jungkook Un bohemio, artistas y escritor de 28 años
☔Kim Taehyung un complejo diseñador de interiores de 26 años, mejor amigo de Hanna hermana de Jungkook
☔A pesar de la estrecha amistad entre ellos, Jungkook y Taehyung nunca habían coincid...
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—Acepto tu condición, he incluso no le diré a Kook que tuvimos esta conversación, si me dices la razón por la cual te irás.
—Está bien, pero primero, júrame que no le vas a decir nada.
—Juro que nunca diré lo que hemos hablado. . . . . .
Jungkook
Salí de la bañera, aún envuelto en la salida de baño; fui al pequeño balcón; asome un poco la cabeza, tomé el celular y volví a llamarlo, pero no había respuesta.
Era muy extraño. Empecé a preocuparme. Llamé a Seokjin, pero este dijo que no se ha comunicado con él.
Volví a la habitación para cambiarme de ropa; abrí el closet, pero mi ser despistado no se percató inmediatamente de que faltaba ropa.
Me fui a la cama; de repente me levanté de un sobresalto, volví abrir el closet y empecé a notar que no había ropa de Taehyung por ningún lado.
Abrí los cajones; tampoco estaba su ropa interior, sus zapatos, sus relojes y joyas. No había nada de Taehyung, pero sobre todo, no estaban las maletas.
Entraba en estado de desespero; caminaba de un lado a otro, cuestionando mi pensamiento. Quizás se fue de viaje por cuestión de trabajo, pero me hubiese avisado. Taehyung no es tan inconsciente y desconsiderado como para irse de viaje sin decirme.
Volví a llamar a Seok-Jin. Dijo que no tienen compromisos; esta semana están de descanso. Que de igual manera llamará a la empresa y a su manager, que es el mismo de Taehyung.
Empecé a llenarme de incertidumbre y desespero. Caminaba de un lado a otro lleno de angustia.
Seok-Jin me devolvió la llamada; la respuesta me enloqueció.
Llamó al manager; hace tres días, Taehyung le dijo que no puede trabajar para la marca.》 Entregó su carta de renuncia.》 No me dio detalles, únicamente dijo que no trabajará para la agencia.
Jungkook está desesperado. — Sus cosas no están, las maletas tampoco, eso quiere decir que se fue. Su comportamiento es cambiante estos días, pero ayer y hoy estaba distinto, cariño, atento como siempre.
《Es muy raro, Kook.》 ¿Por qué no llamas a tus amigos en Corea? Quizás regreso a Seúl. En realidad es extraño, ¿estoy preocupado?
—Después te llamó, si sabes algo házmelo saber de inmediato.
Llame a todos en Corea, pero nadie en absoluto sabe nada de él; todos lo hacen conmigo; tampoco ha llamado a ninguno.
Estaba como loco, salí a la calle, fui a todos los lugares qu Frecuentamos. Llame a Yu-Gyeom, pero no me respondió.
Había ido a todos los sitios, pero no estaba en ninguno. No podía más; los latidos de mi corazón cada vez eran más lentos; las incógnitas en mi cabeza me estaban matando. Me desplomé en el andén, rompí en llanto.
¿Dónde estás? ¿Por qué me haces esto? ¿Acaso es una broma? ¿Por qué juegas conmigo?
Había caminado tanto que llegue lejos, ni siquiera sabía en dónde estaba.
Una vez más llama. Yu-Gyeom
《Hola Kook》 ¿Estabas llamando?
Llora—Se fue, Taehyung me abandonó. Sus cosas no están, no contesta mis llamadas; me abandonó.
《Voy a tu apartamento》
—Salí a buscarlo, ni siquiera sé en dónde estoy. No lo encuentro en ningún lado —llora con desespero; los transeúntes se lo quedan viendo—. ¡Me abandonó! ¿Por qué juegas de esta manera con mis sentimientos?
《Voy por ti, envíame la ubicación por mensaje.》
Jungkook
Nunca me había sentido como en ese momento: mi corazón tenía una gran opresión, mi estómago se contraía, mi cuerpo temblaba.
No sabía a donde ir; no tenia una respuesta de ninguna parte, tampoco un ¿por qué?
Mi cabeza quería reventarse, sacando miles de conclusiones, buscando una explicación a lo sucedido.
¿Qué te hice, Taehyung? ¿Qué te dije? ¿Qué te ofendió? ¿Qué causó que tomarás esta decisión? ¿Por qué juegas conmigo?
Mi estado de ánimo pasó de sentirme triste a estar molesto.
Yu –Gyeom fue por mí; cuando lo vi me tiré en sus brazos; rompí en llanto como niño pequeño, el cual llora sin consuelo…
Llegamos a mi apartamento.
Empecé a buscar una carta, una pista, una respuesta que justifique su partida, pero no había nada, todo se fue con él, hasta las dudas, las preguntas y las respuestas.
Me dejé caer en el sofá con las manos en la cabeza; las lágrimas no cesaban.
Volví a la habitación; abrí el closet para revisar una y otra vez, buscando algo que me diera una respuesta. Lo único que dejé fue la hermosa pijama púrpura que había usado la noche anterior.
La aferre a mi cuerpo y al olfato; el olor de su perfume estaba fresco; me tire en la cama con ella; le hacía preguntas, la cuestionaba.
Yu-Gyeom estaba parado en la entrada de la habitación, observando mi dolor y angustia en silencio.
Empecé a hacer un recorrido por el comportamiento que ha tenido estos últimos días.
Quizás se aburrió. Taehyung es un hombre cambiante. No le he hecho nada, todo lo contrario. Lo único que hago es amarlo, entenderlo, ni siquiera tomo en cuenta sus días malos.
Todo es extraño. Estoy seguro de que el buen comportamiento de ayer está ligado a su decisión.
Yu-Gyeom empezó a hacer sus especulaciones; esta vez lo que decía tenía lógica.
¿Se enamoró de otra persona en este tiempo, se fue con él? ¿Quizás se aburrió de mí y no le brindó el tiempo necesario? No sabía que más pensar.
Volvía a llamar a todos nuestros amigos y familiares en Corea, pero ninguna sabía de él; estaban igual que yo.
No quería llamar a Hanna, ya que es muy pronto para preocuparla; no quiero echar a perder su luna de miel.
Seok-Jin me llamaba constantemente para preguntar si había aparecido.
Estaba angustiado. Mi cabeza quería reventarse de tanto pensar.
Estaba tirado en la cama, con su pijama aferrada al cuerpo; lloré tanto esa noche que me quedé dormido entre las lágrimas.
En la mañana fui despertando poco a poco; mi cerebro aún dormía; no recordaba qué no estaba. Inconscientemente, empecé a buscarlo con la mano.
Mi cuerpo dio un sobresalto; mi cerebro empezó a recordar lo que está sucediendo. Me senté en la cama con las manos en la cabeza. Me dolía demasiado.
Sentí ruido en la cocina. Me levanté corriendo a la sala, pero era Yu-Gyeom preparando café.
—Ni siquiera diré buenos días, que hinchados están tus ojos.
Jungkook
Por un momento supuse que despertaba de una pesadilla, que todo lo vivido la noche anterior era un sueño, que el ruido en la cocina era mi hermoso Tae preparándome desayuno.
Me metí al baño; rompí en llanto. No es un sueño, no es una pesadilla, es mi realidad, él no está, se fue.
Dure más de una hora encerrado en el baño. Yu-Gyeom tocaba la puerta con insistencia, pero no le abría. La derrumbó.
Estaba acurrucado en la bañera, bajo la ducha, mojando mis penas, mojando mis lágrimas y tristezas.
Me perdí, empecé a desvanecerme, empecé a perderme en mi propio cuerpo en mi dolor y angustia.
Ese día fue igual a todos los días venideros desde que mi hermoso Tae se fue de mi vida.
El alma empezó a doler tanto que a veces mis pulmones se quedaban sin aire; mi estómago empezó a odiar la comida, pero la pena empezó a amar el alcohol y el cigarrillo; en este ahogaba el dolor y alucinaba con su presencia.
Los días se volvieron una rutina vestida de tristeza y desolación. Una rutina incansable de lágrimas, cigarrillos y alcohol.
Deje el trabajo en el museo sin terminar. Las visitas de Yu-Gyeom a mi apartamento se resumían en sentarse en frente mío a observar cómo me ahogaba en alcohol, a veces me arrebataba la botella y la vertía en el lavaplatos, a veces peleaba con él; nos dábamos golpes entre la acalorada discusión que teníamos cada vez que cuestionaba a Taehyung.
No sé cuanto tiempo había pasado; perdí la noción, perdí las ganas, perdí todo, me perdí.
. . . .
Han pasado seis meses desde que Taehyung desapareció, pero no es el único perdido. Yu-Gyeom y Seokjin llevan tres meses buscando a Jungkook.
—Ayer volví a Bohemia; lo busqué con una fotografía; pregunté si lo ha visto. Una señora dijo que al parecer lo vio deambulando por los callejones, ebrio, pero fue hace una semana. Tiene que ser él. Le deje una fotografía y mi número por si volvía a verlo.
—Qué tragedia, quién iba a pensar que esa historia de amor terminaría de esta manera. Me cuesta creer lo que está pasando con ellos. Ahora que apareció Taehyung, Kook no aparece, como si la tierra se lo hubiera tragado.
Mañana regreso a Corea en las mismas. Hanna está muy angustiada; quería venir a buscarlo, pero Namjoon no la dejó por su embarazo. Mi celular no deja de sonar.
—Me arrepiento por no haberle dicho a tiempo; juro que iba a hacerlo, pero le prometí a Taehyung guardar silencio.
—¿O no lo dijiste porque guardas la esperanza de que olvidara a Taehyung y volviera contigo?…
—Al principio fue así; cuando me di cuenta de que no podía hacer nada, iba a contarle, pero igual, Taehyung no aparecía; su angustia iba a hacer peor.
Ahora quien está perdido es él; por lo menos no ha salido de República Checa; tengo sus documentos y pasaporte.
El celular de Yu-Gyeom suena. Es un número desconocido.
—Hola
《Habla con la señora Gina, de bohemia, a quien le dio su número por si veía a su amigo.》
Se levanta de un sobresalto. —Si dígame, la escucho.
《Estoy con él, está inconsciente, al parecer ebrio.》
—¿Podría esperarnos por favor? No sé nueva; vamos saliendo de inmediato; agradezco que no lo deje solo; envíeme la ubicación.
Seok-Jin está a la expectativa. —¿Qué pasa? ¿Qué te dijo esa mujer?
—Apareció, está ebrio, tirado en un callejón; la mujer que lo encontró está con él.
—Vamos a buscarlos. Ahora hay que pensar en cómo decirle que Taehyung apareció, pero no es el mismo que vio la última vez.
Irónicamente, ninguno de los dos son las mismas personas que se vieron la última vez.
