La saga Resurgence continúa.
Los daxamitas ya no son una amenaza, pero aún son muchos los enemigos de Lena que están dispuestos a destruirla y hacerse con su trono. Pero también son muchas las personas que darían su vida para protegerla. Como Kara...
Tras un largo viaje a caballo, Sara y Toni llegaron hasta la frontera que separaba el Norte del Imperio Metropolitano con el Sur del Reino de Riverdale. La zona estaba tensa, con una gran presencia militar en el lado metropolitano. Le preguntaron al oficial que estaba al mando de la fortaleza fronteriza que ocurría y este les respondió que el sur de Riverdale era un completo hervidero. La dejadez de la reina Cheryl había hecho que los conflictos entre el clan de los Serpientes y el clan de los Espectros volvieran a recrudecerse.
– Ahora mismo, el otro lado de la frontera es una zona de guerra, mi señora –le decía el oficial a Sara –, no es seguro cruzarlo. Ni siquiera puedo proporcionarle una escolta, ya que a penas dispongo de soldados para defender la frontera.
– Lo entiendo, pero estoy aquí cumpliendo órdenes de la mismísima reina. Tengo que entrar en Riverdale lo antes posible.
El oficial se encogió de hombros.
– Cómo usted desee. Yo ya le he explicado la situación.
– No se preocupe, antes de partir, enviaré un halcón a Metrópolis explicándole la situación a la reina y solicitando refuerzos.
– Se lo agradezco, Consejera. Los halcones los tenemos en esa torre –señaló una de las torres de la fortaleza.
Sara se dirigió hacia la torre acompañada por Toni, que vestía ropas de paje, ya que se estaba haciendo pasar por acompañante de Sara. De haberse sabido que era la Consejera Principal de la reina Cheryl, se habría armado un gran follón.
– Ese tipo tiene razón. Nos va a ser imposible cruzar el sur de Riverdale si las cosas están tan graves. Y, si damos un rodeo, tardaremos semanas en llegar y el tiempo apremia. Tú eres de los Serpientes, quizás puedas hacer que nos ayuden a cruzar.
Toni negó con la cabeza.
– Si están ahora en guerra con los Espectros, dudo mucho que puedan ayudarnos. Pero tranquila, tengo una idea. Aunque, para ello tengo que enviar yo también un halcón.
***
Más tarde, ambas cruzaron la frontera y subieron a una pequeña colina cercana. Desde allí miraron hacia el norte, donde vieron como grandes columnas de humo se alzaban por todo el paisaje. Toni las observaba muy seria con un brillo en los ojos.
– ¡Es horrible! Los Espectros deben estar incendiando las aldeas de los territorios de los Serpientes y, en represalia, los Serpientes están incendiando las aldeas de los territorios de los Espectros. Es cómo volver a los viejos tiempos. Y las cosas irán a peor si Cheryl no vuelve a poner paz entre los clanes.
– No te preocupes. Liberaremos a tu reina y ella volverá a poner orden en el reino. Pero, para ello tenemos que llegar a Thornhill lo antes posible ¿Cuándo va a llegar la persona con quién te has puesto en contacto?
De pronto, una extraña figura alada apareció en el cielo dirigiéndose hacia ellas. Toni alzó la mirada y sonrió.
– ¡Ya ha llegado! Y trae nuestro transporte.
Sara quedó impresionada cuando vio la enorme bestia aterrizar frente a ellas. Había visto alguna de esas criaturas mitad águila mitad león surcando los cielos durante sus viajes en la Waverider, pero nunca había visto uno de cerca.
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