EL REINADO

METRÓPOLIS

Ese día, imperaba la seriedad en el Consejo que Lena había reunido de urgencia. La reina no paraba de leer una y otra vez el rollo de halcón que tenía en la mano mientras los presentes la miraban con preocupación y, de vez en cuando, se miraban entre ellos. 

Finalmente, la reina dejó caer el rollo sobre la mesa y se pasó una mano por la frente.

– Sara Lance desaparecida... –miró a Cat Grant – ¿Seguro que iba en ese barco?

La Consejera de los Rumores asintió antes de responder.

– Mis informadores en el puerto vieron como se subía al Venture, no cabe duda de que iba en ese barco.

– Lo cual no quiere decir que esté muerta –intervino J'onn –. Si el capitán pudo enviar un halcón con un S.O.S, seguro que ella pudo abandonar el barco antes de que se hundiera.

– Cierto –intervino Alex –, yo conozco muy bien a Sara, he combatido junto a ella. Es muy difícil acabar con esa mujer.

Cat Grant meneó la cabeza antes de continuar.

– Viva o muerta, está desaparecida. Cuando esto se sepa entre los piratas, volverán a atacar nuestros barcos.

– Antes que nuestros barcos, a mi me preocupa más la vida de mi Consejera de Barcos y Comandante de mi Armada –le replicó Lena, quién se volvió hacia J'onn – ¿Qué medidas está tomando Riverdale?

– En cuanto se supo lo ocurrido, enviaron barcos en busca de supervivientes. Pero, no han podido enviar muchos, están más vulnerables que nunca y necesitan la mayor parte de su flota protegiendo sus costas para prevenir ataques piratas e incursiones enemigas.

– Pues, enviémosles ayuda –dijo Lena decidida –. Esta vez, si podemos intervenir, ha desaparecido una de los nuestros.

El Gran Comandante asintió.

– Si, podemos hacerlo. Nuestra flota del norte se encuentra cerca. Pero, deben tener cuidado, la zona donde se hundió el Venture se la conoce como el Triángulo de los Demonios, es famosa por su inestabilidad. Hasta ahora, nadie que se ha atrevido ha adentrarse en esas aguas ha vuelto con vida. Vuestro antepasado, Lester I, perdió una flota entera allí.

– Cierto, la comandaba uno de mis antepasados, Sebastián Rojas –intervino Andrea –. Era uno de los mejores marinos que el mundo ha conocido, regresó con vida de lugares que no aparecen en los mapas y sobrevivió a multitud de peligros. No sé lo que le pasó en el Triángulo de los Demonios, pero debió de ser algo realmente serio para que un dragón de mar como él no pudiera regresar.

Lena asintió.

– Bien, que no se adentren mucho en el Triángulo, pero que busquen bien por la zona ¿Entendido?

– Entendido, mi reina –respondió el Gran Comandante asintiendo también.

– ¿Qué hacía el Venture en el Triángulo de los Demonios? –preguntó Alex extrañada.

El Gran Comandante se encogió de hombros.

– Fuese lo que fuese, está relacionado con lo que le está ocurriendo a la reina Cheryl. Se dice que ella también abandonó el reino en su barco. El Venture debía de seguirla.

– Eso nos lo podrá contar Sara Lance si logramos encontrarla sana y salva –sentenció Lena antes de mirar a todos los presentes  –. Que otra de nuestras flotas patrulle las rutas de nuestros barcos mercantes para prevenir ataques piratas.

El Gran Comandante asintió.

– Dudo mucho que eso aplaque a los piratas pero, al menos, nuestros barcos no se sentirán desprotegidos.