Esos días estaban siendo algo ajetreados, pero Sam sacó tiempo para poder comer con Ruby. No iba a dejar que los asuntos de estado le impidieran pasar tiempo con su hija; especialmente, cuando ya no tenía que esconderla más. Ordenó que prepararan uno de los salones para ellas solas y luego fue a sus aposentos para vestirse.
Cuando llegó, una de las sirvientas estaba colocando un vestido sobre la cama. Pronto lo reconoció, era el vestido que llevaba puesto cuando John Corben intentó asesinar a Lena.
– ¿Ya está arreglado?
La sirvienta asintió con una sonrisa.
– El sastre lo ha dejado como nuevo. Pensé que querría llevarlo, ya que es uno de sus favoritos.
– Ya, pero es un vestido de gala para grandes eventos. Solamente, voy a comer con mi hija.
– Si lo desea, le preparo otro –respondió la sirvienta sin perder la sonrisa.
Sam negó con la cabeza.
– No perdamos más tiempo. Además, a Ruby también le encanta este vestido.
Ayudada por la sirvienta, se desnudó y se puso el vestido. Mientras la criada le hacia unos últimos arreglos, se miró al espejo.
– Pues si, ha quedado como nuevo –dijo mientras se palpaba el lugar que había sido rasgado por el cuchillo de Corben –. Dadle al sastre las gracias de mi parte y haced que le paguen una prima extra. Encargadle que haga un vestido igual que este para Ruby y, si puede tenerlo a tiempo para la llegada de Toni Topaz, se le pagará otra prima.
La sirvienta asintió.
– Se pondrá a trabajar en él cuando termine de arreglar el otro vestido.
Sam la miró ceñuda.
– ¿Qué otro vestido?
– El que os pusisteis la noche del asesinato. Vi que tenía un pequeño desgarrón.
– ¿Un desgarrón? ¿Dónde?
– Cerca de donde lo tenía este. Aunque, ese es más pequeño.
– No recuerdo haberme hecho ningún desgarrón esa noche. Quizá me lo hice con uno de los bordes del escritorio.
– Es posible. Aunque, lo encontré algo raro.
Sam frunció aún más el ceño.
– ¿A qué os referís con raro?
– He visto muchos desgarrones y puedo averiguar como fueron hechos por la forma que tienen. Y, por la forma de ese, juraría que alguien lo atravesó con algo cortante, posiblemente, un cuchillo.
Sam arqueó las cejas.
– Pues, te puedo asegurar que, aunque llevara ese vestido la noche del asesinato, no vi ningún cuchillo esa noche. A penas me moví de mi escritorio y, además, pasé gran parte del tiempo durmiendo.
– Sólo es una suposición, mi Señora. Quizá se lo hizo con algún objeto cortante sin darse cuenta o alguna sirvienta lo estropeó y lo dejó disimuladamente sobre la cama para enmascarar su falta.
– Si, es posible que fuera eso. No le demos más vueltas.
Pese a sus palabras, Sam se quedó pensativa. Aquello que le había dicho la criada le resultaba muy extraño
***
Más tarde, Sam y Ruby se encontraban en una de las mesas del salón que Sam había hecho preparar para poder tener una comida íntima de madre e hija. Las dos charlaban entre risas mientras comían unos aperitivos. La niña le contaba lo que había aprendido esa mañana en las clases que le daba el maestre que había asignado para su educación. Ahora que su hija era la princesa heredera, podía tener la misma educación que los niños y niñas de alta cuna.
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EL REINADO
FanficLa saga Resurgence continúa. Los daxamitas ya no son una amenaza, pero aún son muchos los enemigos de Lena que están dispuestos a destruirla y hacerse con su trono. Pero también son muchas las personas que darían su vida para protegerla. Como Kara...