Dudas/Miedos

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-¡Felicidades!

Habían soltado la buena noticia al resto de sus amigos, y como esperaban, todos estaban muy felices. Ya habían pasado unas cuantas semanas, y el vientre de Percy ya había empezado a crecer, aún podría decir que simplemente estaba sacando la panza, o ponerse ropa más holgada, pero ambos querían decirles ya a sus amigos.

-¿Qué tan poderoso es mi amigo que logro lo imposible?-preguntó en broma Leo, ganándose un empujoncito de Percy.

-¿Ya tienen nombres? ¿El sexo del bebé?-Reyna ignoró la pregunta estúpida de su pareja.

-Aún no, preferimos enterarnos hasta que nazca-explicó Jason, aún siendo abrazado por su hermana que no paraba de repetir lo mucho que había crecido.

-¿Y qué hay de los niños, ya les dijeron?-inquirió Piper.

-Uh sí, al inicio estaban tristes por la noticia pero ahora no pueden esperar para tener a su nuevo hermano o hermana.

-¿Tristes, por qué?-preguntó Thalia.

-Creyeron que los regresaríamos al orfanato, porque ahora tendríamos "un bebé de nosotros"-Percy hizo comillas en lo último.

-Ay pobrecitos-se lamentó Juniper por oír eso.

Los amigos siguieron hablando, preguntando por cualquier cosa del embarazo o otros temas.

-Reyna-llamó Percy a la chica, viendo un nuevo accesorio-. ¿Y ese anillo?

-Oh-la chica pareció recordar que lo traía puesto-. No es nada-tranquilizo.

-Parece un anillo de algo importante-dijo Grover al ver el diamanté.

Reyna y Leo compartieron una mirada.

-No queríamos decirlo ahora porque ustedes soltaron una noticia igual de importante-explicó Leo.

-Dígannos-insistió Annabeth.

-Um, nos vamos a casar.

La alegría del lugar se encendió otra vez, todos felicitaron a la feliz pareja. Percy claro que estaba contento por ellos, pero había algo que no dejaba de molestarlo.

De regreso a casa, Percy estaba frente al espejo, viendo su vientre salido. Un bebé, otro hijo, y aún así Jason no parecía estar cerca de pedirle matrimonio, sabía que él también podría pedírselo, pero toda su vida había soñado con que alguien se lo preguntara a él.

¿Y si nunca se casaban? ¿No era él suficiente? Sabía que solo era un título más, pero sus inseguridades no.

Su mente se volvió en un torbellino. Ansiedad mezclada con hormonas del embarazo, pésima combinación.

Había visto los cuerpos cuando el bebé crecía más, parecería un balón, ¿y entonces Jason lo encontraría desagradable? ¿Lo dejaría al verlo así?

Se pondría tan feo.

Hazel y Nico ya no lo querrían.

Los tres lo iban a dejar y se quedaría solo con un bebé.

El bebé.

No iba a poder cuidarlo. Lo iba a arruinar, su bebé lo odiaría.

Todo era una equivocación.

Una gran equivocación.

Sentía sus pulmones apretarse, pero ni con la falta de aire su cerebro se detuvo.

Solo. Horrible. Sin amor.

Sus respiraciones agitadas eran lo único que resonaba en sus oídos. Trató de agarrarse del lavamanos, eso no evitó que terminara en el suelo.

Era patético.

Dejo que las lágrimas desbordaran.

Patético.

Su mente seguía cayendo por una espiral de ansiedad, cuando sintió un par de brazos fuertes rodearlo.

-Escúchame. Estoy aquí. Percy, amor, estoy aquí. Shh, respira, estoy aquí.

Poco a poco pareció volver a la realidad, encontrándose primero con los ojos azules detrás de sus lentes dorados.

-¿Estas mejor?

-¿No me amas?-fue lo que respondió, con la voz baja y cortada.

-¿Qué? Percy, ¿estás bien?

-Respóndeme-exigió-. Respóndeme. ¿No me amas?

-¿Por qué dices eso? Claro que te amo-acaricio su mejilla-. Te amo hoy y siempre, a ti y a nuestro bebé.

-No pensarás lo mismo cuando crezca-señaló su vientre.

-Especialmente cuando crezca, así podré ver cada día como nuestro bebé se acerca a estar con nosotros. Te amo.

-¿Entonces por qué no me pides que nos casemos?

-¿Qué?

-Me vas a dejar de amar cuando veas que deje de ser...

-No, no, no-Jason lo detuvo-. No habrá nada que me haga dejar de amarte. Y nunca creí que...Es decir, cuando me contaste que querías casarte no creí que lo decías en serio.

-¿Por qué no lo diría en serio?

-Percy, para los romanos el matrimonio no es algo realmente importante, hay muchas parejas que solo dicen que se casaron y todos lo toman válido.

-¿Entonces estoy exagerando?

-¡No! No lo estás-lo abrazo contra su pecho.

-Lo estoy-aseguro-. Ni siquiera mi bebé me va a aguantar, me va a odiar, yo no voy a poder cuidarlo, tú te vas a ir...

-Percy, respira-lo detuvo antes de que pudiera sufrir otra crisis-. Claro que tú bebé, nuestro bebé, te va a adorar. Y yo quiero estar contigo todos los días, claro que también pensé que una boda sería divertida, pero quiero que el momento sea perfecto.

-Estoy esperando a tu hijo, ¿no es eso perfecto?

-Bastante-aseguró-. Créeme, voy a darte la mejor propuesta, y nos casaremos para poder estar juntos de todas formas. Pero escúchame bien, nada jamás hará que te deje de amar si quiera un poco, mucho menos si tiene algo que ver con cosas superficiales como apariencia. ¿Okay?

Percy asintió, abrazando a Jason.

-No quiero que lo hagas por complacerme-murmuró.

-Lo hago porque te amo-beso su mejilla-. Aún con tus dudas, yo estaré aquí para abrazarte.

Agosto de MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora