Extractor de leche

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-No.

-Percy.

-No, no y no.

-Tú querías hacer esto.

-Pero míralo, es muy grande.

-No tanto.

-Va a doler.

-Bien, entonces no.

-¡Pero si quiero!

Jason se tiro de espaldas en la cama, restregando su rostro por debajo de los lentes.

-No hagas eso-regañó Percy-. No voy a creer que estoy teniendo cambios de humor por esto.

-¿No lo estás?

-Uh chicos.

Ambos voltearon a la puerta en donde Grover estaba parado con su traje elegante y todo.

-Lo que sea que estén haciendo, apúrense. Ya hay que irse.

-Ug-Percy tomó el extractor de leche-. Bien, lo haré.

-No tienes que si no quieres-aseguró Jason-. Ni Leo ni Reyna se molestarían si le das de comer a Charlie.

-Lo voy a hacer-recalcó.

-Esta bien. Yo ya debo irme, Leo me necesita. Me llevo a Hazz y Nico.

-Okay.

-Tu puedes-besó sus labios-. Te amo.

-Grover, te toca ayudarme.

-Odio ser el mejor amigo-rezongo tomando el extractor.

Y como temía, dolió bastante.

Percy estaba mordiendo una almohada para no gritar o llorar fuerte y despertar a Charlie.

-¿Por qué duele tanto?-preguntó cuando terminaron.

-No lo sé-Grover cerró otro biberón-. Supongo que con el tiempo dejará de doler menos.

-No vuelvo a usar esa cosa nunca-negó.

Juntos fueron al lugar de la ceremonia, en donde varios ya estaban ocupando sus lugares. Percy y Grover encontraron lugar a lado del resto de sus amigos hasta el frente.

Por suerte Charlie estuvo dormido toda la ceremonia, y Hazel y Nico habían preferido quedarse junto a su papá en el altar, así que no dieron mucho problema.

Percy debía admitir que no presto mucha atención a lo que sucedía, porque no podía parar de ver a su novio. Su novio, el padre de sus hijos, agarrando de la mano a los pequeños, en el altar. Se veía tan guapo.

Jason estaba un poco igual. Hacia su mejor esfuerzo para que pareciera que prestaba atención, pero cada segundo volteaba a ver a su novio. Su prometido, sosteniendo a su bebé. Ese día se había colocado el anillo con el que le pidió matrimonio. No podía esperar por el día en el que ellos estuvieran en el lugar de Leo y Reyna.

Lo amaba, simplemente lo hacía.

-¿Cómo te sientes?-preguntó al finalizar la ceremonia, cuando todos ya estaban en la fiesta-. ¿Sacaste la leche?

-Dolió como no tienes una idea. Pero todo sea por mi bebé-besó su frente y Charlie sonrió.

Jason sonrió.

-¿Me concederías tu compañía?-le ofreció una mano.

-Mmm-fingió pensarlo-. No lo sé, estoy cuidando a mi bebé, y mi prometido está por aquí.

-Seguro no le molestará.

Piper tomó a Charlie para que los dos pudieran ir.

Había más gente bailando. Ellos estaban en su propio mundo, sin apartar la vista de sus ojos.

-Te amo-se inclinó a besar su nariz.

-Y yo a ti, y a nuestras tres bolitas de amor.

Jason besó su mano, más específicamente el anillo de compromiso.

-Gracias por todo lo que me has dado.

-No he sido sólo yo, rayito, es lo que los dos hemos creado.

Agosto de MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora