Hormonas/Apoyo

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Nota: Junte el día de hoy y el de mañana pq sentí que una cosa iba con la otra. Así que si mañana no ven cap es pq hoy hubo 2X1.

Alguien debió decirle a Percy que las hormonas seguirían estando como locas aún luego de dar a luz.

Se sentía raro.

Creyó que estaba mal, porque un día mientras Charlie estaba dormido, simplemente rompió en llanto creyendo que ya había arruinado todo. O cuando Nico y Hazel se habían ido al cine con Grover y Annabeth, y Percy casi tiene un ataque de pánico por creer que sus hijos se estaban alejando de ellos, porque sentían que ya no los querían igual.

Tenía hambre, lágrimas frescas cada segundo, era un desastre.

Creía que lo estaba ocultando bien, pero claro que con Jason de novio, eso era imposible.

-Buenos días-saludó Jason con una sonrisa.

Percy no levanto ni siquiera la mirada.

-¿Qué pasa?

No contesto.

-Percy. ¿Amor?

-Estoy bien-murmuró aplastado.

-No lo suenas-se hincó frente a él para poder verlo a los ojos-. ¿Qué pasa?

-Estoy cansado.

-Bueno, descansa más-besó su frente-. Yo atenderé a los niños.

-Gracias...

Sería un día azul.

Sus hormonas no lo dejaron pararse hasta que fueron las dos de la tarde, y cuando lo logro, simplemente se sentó frente a su escritorio, con Charlie en sus brazos.

Debieron haberle dicho que eso iba a pasar.

Jason lo veía en silencio desde la puerta, percibiendo su aura pesada. Quería apoyarlo en todo lo que estuviera a su alcance, pero de nada serviría si Percy se encerraba en él.

-Niños-fue con Nico y Hazel-. ¿Quieren alegrar a mamá?

Una hora después, Percy seguía en la silla, terminando de amamantar a Charlie.

Lo ayudo a eructar, para luego volver a acomodarlo en sus brazos.

Aún sin interés, observo la caja en la que Jason había guardado su anillo de compromiso. Antes, hubiera usado el anillo en todas partes, para presumirlo en la cara de todos, pero ahora, ni siquiera lo había usado por un día.

-Hola-Jason coló su rostro por su hombro, besando su mejilla y la frente de su bebé-. ¿Qué haces?

-Nada.

-Interesante. ¿No quieres ir a pensar nada conmigo?

Solo se encogió de hombros.

Antes que Percy pudiera reaccionar, Jason le dio vuelta a la silla y tomó a ambos en sus brazos (bueno, en realidad era Percy quien lo cargaba).

-¿Qué crees qué haces?

-Llevo a los dos príncipes de esta casa a su castillo.

En la sala había un gran fuerte de almohadas. Nico y Hazel asomaron sus cabezas al oírlos llegar.

-¡'aen!-invitó Hazel.

Jason entró, aún cargándolos.

-¿Ustedes hicieron esto?

-¡Sí!-dijo emocionado Nico.

-Creímos que podríamos ayudarte para sentirte mejor-sonrió Jason, acomodando a su novio en el suelo de almohadas.

Charlie veía todo el fuerte y las luces colgando.

-Le guta-aseguró feliz Nico, Hazel asintió ante lo dicho por su hermano.

-¿Y para que es?

-Para ti-Jason se sentó junto a él-. Para ustedes.

Percy sintió sus ojos llenarse de lágrimas por milésima vez en el día.

-Los amo demasiado.

-'otos a ti 'ami-Hazel se sentó al otro lado de él, Nico fue a las piernas de Jason.

-Te daremos todo lo que necesites, a ti y a nuestro bebé-besó su mejilla.

-Los amo-repitió, dejando su cabeza en su hombro.

Agosto de MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora