Un par de errores.

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Narra West.

Si dijera que me sentí mal cuando dejé a Khalessy con mi hermano, mentiría.
El caso es que ahora estoy preocupado, un pitido en mi cerebro no me deja concentrarme ni casi pensar.

Esta mañana, salir por separado parecía la mejor idea.
No estaba de buen humor y casi no había dormido, aun así, me levanté temprano para prepararle un gran desayuno a Khalessy.

Por supuesto ella ni siquiera me agradeció.
De hecho, agradeció a Jake que lo único que hizo fue entrar por la puerta de la cocina justo cuando yo salí a despertarla.

No puedo evitar poner los ojos en blanco y patear una pequeña piedra a mi lado.

En realidad no sé porque lo hice, pero de un momento a otro saqué mi teléfono y comencé a llamar a Jake. No respondió.

Por algún motivo me empezaba a poner nervioso así que decidí insistir.
Al segundo intento Jake respondió, pero mi hermanito no sonaba para nada bien.

-Eh... hola.- fue lo único que dijo y ¡Vamos! Es Jake, algo iba mal.

-¿Que ha pasado?- fue lo primero que pregunté con el corazón acelerado.

-¿Que?- de pronto parecía confundido, aún asi seguía sin decir nada más.

-Dime que diablos ha pasado.- insistí.- ¿dónde está Khalessy? Pásamela.- sólo quería asegurarme de que ambos estaban bien.

-Eh... eso... no va a ser posible.- en ese momento mi corazón se desbocó, casi se sentía como si fuera a explotar en mil pedazos en cualquier momento.

-¿Que ha pasado, Jake?- pregunté demandante.

-Fue un accidente, West.- fue lo único que dijo por un momento.- creo que entró a bañarse y algo pasó, de pronto se hundió.- Jake comenzó a sollozar bajito.

-¿Dónde estáis?- pregunté mientras caminaba hacia el estacionamiento.

-En la cascada... yo solo quería enseñarle algo bonito. Tú te fuiste y ella parecía decepcionada... solo quería que se divirtiera.- la intensidad de sus sollozos comenzaba a incrementarse, sonaba destrozado.

-Tranquilo estoy en camino.- traté de calmarlo un poco.- todo va a estar bien.- o eso espero... pensé.

Conducí a toda prisa hasta la cascada. Pasé el límite de velocidad en todo el trayecto, me salté semáforos, tomé preferencias que no eran mías... ya sabéis, lo normal.

Lo que cualquiera haría para salvar la vida de su ser amado ¿no?

No tardé mucho en llegar, apenas apagué el motor salí a toda prisa del coche.
Justo como esperaba, el encantamiento que daba cobijo a la cascada, no estaba y la pude ubicar rápidamente.

Conforme me acercaba pude ver a Khalessy tirada sobre la hierba, sobre ella estaba... ¿Matt? Con las manos sobre su abdomen.
Estoy seguro de que esa imagen me hizo adoptar la mueca más grande de desagrado de la historia.

¿Que se creía ese tipo que estaba haciendo? ¿Quien le había dado el derecho de tocar así a mi chica? Quiero decir ¡a Khalessy! Fueron los nervios.

Comencé a caminar más rápido, cuando vi como una intensa luz empezaba a brotar de sus manos.
En ese instante supe lo que estaba pasando y no lo iba a permitir.

Te tocará llorar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora