¿Éste es mi fin?

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Desperté por un sonido metálico, apenas podía abrir los ojos, me sentía débil... muy débil, la piel aún me ardía, pero pude notar que sobre mi ya no habían cadenas. Al ser consciente de ello intenté levantarme y huir. Pero al abrir mis ojos, comprendí que eso no sería posible. Estaba tirada en un frío suelo, gotas de agua se filtraban por los techos destartalados y una gran jaula de plata era mi perdición.

No tenía ni idea de dónde me encontraba. Ese asqueroso vampiro me miraba desde fuera de la jaula, con una sonrisa burlona, mientras golpeaba los barrotes con una cucharilla de metal, en su rostro había satisfacción, estaba disfrutando de verme sufrir. Un poco más alejada de él se encontraba Mandy, recostada en una gran cama con dosel, me observaba con una sonrisa victoriosa.

Maldita zorra. Con sus piernas cruzadas y sus brazos apoyados por detrás de su cabeza comenzó a hablar.

-Vaya lobita... al fin despertaste.- dijo en tono burlón.- No deberías estar tan perezosa, sabiendo que estas en serios problemas.- su risita irritante retumbaba en mis tímpanos.

-¡Eres una zorra!- escupí con asco.- ¿qué demonios queréis de ?- mi voz era apenas un murmullo, estar rodeada de plata no me hacía ningún bien.

-Cuidado con cómo hablas a tu reina.- se incorporó y comenzó a caminar hacia a mi.- ¿acaso quieres morir antes de tiempo?- su voz destilaba odio, a cada paso que daba, mi cuerpo hervía de rabia.

-¿Tú? ¿Mi reina? JAJAJA.- a pesar de estar débil, reí con fuerza.- vaya, vaya... vas de "reina" y no sabes ni en qué cama te dejaste la corona.- comenté escupiendo al suelo, una pequeña mancha de sangre lo tiñó.

-¡TE VOY A MATAR!- Gritó furiosa. Estuvo a punto de tocar la jaula hasta que ese vampiro la paró. Una lástima. Hubiese disfrutado de verla gritar.

-Hazme un favor y Salta por esa ventana, veamos si las zorras también caen de pie.- le dije en tono irónico, con una sonrisita de superioridad.

-Eres incluso más estupida de lo que pensaba.- el vampiro empujó a Mandy, mandandola volando por toda la habitación, hasta chocar contra una pared. Una sonrisa asomó por mis labios.- al menos serviste para encontrar a la verdadera reina.- dijo posando sus ojos en mi y un escalofrío me recorrió la columna.

-Espera... ¿QUE? Pero tu me dijiste que...- la interrumpí riendo sonoramente.

-Te engañó, lobita. Sólo te usó para llegar a mi.- comenté con malicia.- te usó y ahora que ya me tiene... ¡MORIRAS!- le grité con rabia. Se lo merecía.

-¡Callate!- ordenó furiosa.- eso no es...- esta vez fue él quien la interrumpió.

-Tú deberías callarte.- le dijo enseñándole los colmillos. Mandy tembló.- tu reina tiene razón, ya no me sirves, creo que serías un buen aperitivo.- comentó acercándose a ella peligrosamente.

-¿Que quieres de ?- mi pregunta le hizo frenar en seco y voltear. Media sonrisa se dibujó en su cara.- oh, no pienses que intento salvarla o algo así. Créeme que la odio tanto que si se muere... voy de rojo a su funeral.- dije con burla y el vampiro alzó una ceja en un gesto interesado. Caminó en mi dirección y paró al frente mío.

Te tocará llorar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora