¡Los odio!

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Narra Khalessy.

Me desperté por el piar de los pájaros y los tenues rayos de sol acariciando mi cara. NAH mentira, me desperté con los horripilantes gritos de Ryan, pero no, no ocurría nada, tranquilos. A esos espeluznantes graznidos, él lo llamaba cantar, rodé los ojos y caminé hacia la ducha, tenía dos horas para llegar al infierno... quiero decir, instituto.

Me di una ducha rápida, de verdad necesitaba hacer callar a Ryan, estaba a punto de reventarme los tímpanos. Caminé hacia la habitación soltando gruñidos, de verdad odiaba que me despertaran. Abri el closet y me puse esto:

Corrí en dirección a la cocina, dispuesta a meterle un calcetín en la boca a Ryan si era necesario

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Corrí en dirección a la cocina, dispuesta a meterle un calcetín en la boca a Ryan si era necesario. Pero increíblemente se calló justo antes de llegar a él, fruncí el ceño confusa, estaba de espaldas haciendo un baile que calificaré de "extraño" movía sus caderas en círculos, enserio me hubiese reído si no fuese mi hermano y me resultara traumático.

-Deberás ahorrar mucho para el maldito psicólogo que tendrás que pagarme, puaj.- Ryan se giró bruscamente, quedándose muy recto, con sus mejillas enrojecidas.

-Oh... ¿que haces despierta?- dijo con mirada de confusión intentando recuperar la compostura.

-Tus graznidos me han despertado y por si fuera poco tu... o sea... yo... tu... ¡dios! No se ni que demonios hacías, Ryan.- respondí totalmente confusa.

-Olvidalo...- hizo un gesto con su mano restándole importancia.- Te he preparado unas tostadas, siéntate. Debemos hablar de lo de ayer...- suspiró pesadamente y me senté en mi lugar.

Mientras desayunaba me contó el incidente con el alpha, me explicó por qué Logan fue tan duro con el, sobre el matrimonio o irme a liderar mi manada. Cabe recalcar que me atraganté unas 5 veces y que mi frustración crecía por momentos. Quería gritarle, decirle yo misma que lo mataría, pero sus ojillos arrepentidos me lo impedían.

Me levanté sin decir nada y caminé hacia la puerta. En este instante prefería estar en el infierno a estar aquí, tragandome mi rabia. Me puse mis auriculares y comencé a cantar por el camino "ojalá" de "beret".

Yo necesito ganas, no querer ganar.

Y si algún día perdiese mi miedo a perder.

Me duele haber corrido para no llegar, ahora sé que el camino es la meta también.

Ya me crecieron miedos que nunca eduqué.

Y me sé las respuestas por no preguntar.

Yo sentí como nadie cuando tuve el bien. Y lloré como todos cuándo algo se va.

Te tocará llorar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora