Te tocará llorar.

"Un momento"

Narra Khalessy.

Su repentina confesión me dejó en un pequeño estado de shock, quiero decir... entendía todo, comprendí inmediatamente la situación, pero era totalmente incapaz de moverme o articular palabra.

Mis ojos quedaron casi desorbitados y mi boca formaba una perfecta "o".
El estupido de West sonreía tenuemente y mi cerebro funcionaba a todo motor, buscando una respuesta.

-Esto... no... yo...- balbucee incapaz de formar una frase coherente y West rió fuerte.

-No tienes que decir nada.- me guiñó el ojo con suficiencia.- vamos Khalessy... ambos sabemos lo que sientes por mi.- su sonrisa se ensanchó y puedo jurar que mi sangre hirvió de inmediato.

-¡Eres un idiota!- exclamé en cuanto mi garganta pudo emitir sonido.- Logan es mi mate, no le voy a dejar.- aseguré obvia.

-No asegures lo que no puedas cumplir.- alzó una ceja, mientras una sonrisa ladina apareció en su comisura derecha.

-Claro que puedo hacerlo.- resoplé molesta.

-Lo dudo.- me retó.

-¿Apostamos?- le reté.

-Chicos... chicos... dejan ya eso, parecen niños pequeños.- nos riñió Hanna cruzándose de brazos, pero aún con una expresión dulce en el rostro.

-Jovencita, necesitas descansar.- James me arropó de forma paternal.

-Pero ya me siento bien.- repliqué, haciendo un mohin de disgusto.

-Khalessy...- el tono de Hanna fue de advertencia y no pude evitar rodar los ojos, Hanna rió divertida.- Sois tan iguales y tan diferentes.- alternó su vista entre West y yo. Ambos fruncidos el ceño.

-¡Debes estar bromeando!- exclamamos al unísono y rápidamente nos miramos molestos.

-¡Ya, cállate!- grité.

-¡No me digas que hacer!- gritó.

Y aunque parezca una locura, después de mirarnos fijamente por unos segundos, con la respiración agitada, a la vez, rompimos en una gran carcajada.

Hanna y James nos miraban confusos mientras nosotros continuamos con nuestra estruendosa carcajada.

-Ya se volvieron locos.- susurró James a Hanna en un tono perfectamente audible para mi.

-No te hagas el sorprendido, esto ya se veía venir.- respondió Hanna en el mismo tono, mirándonos de reojo.

-Si saben que les estamos oyendo todo ¿cierto?- pregunté en tono burlón, peinando mi pelo con los dedos. Ambos dirigieron su mirada a mi y sonrieron apenados.

-Creo que necesitan unos minutos a solas.- comentó James aún sonriendo, pasando la mano por su espeso cabello.

-¡No!- exclamé con los ojos muy abiertos.

-¡Claro!- exclamó West a la vez, provocando que Hanna y James se miraran y rieran.

-Vamos a...- Hanna pareció pensarlo un momento.- ¿qué diablos? Vamos a cualquier lugar para que hablen.- sonrió amplio, pasando su brazo por el de James y caminando a la puerta.