Impossible || Loki || #1

two

Me desperté al escuchar como vibraba mi teléfono en el pequeño mueble a mi costado. La alarma sonó con la canción "Best Day of My Life", intenté estirar mi brazo para apagarla pero era inútil.

Unos segundos después de tanto intentar la pude suspender y cerré mis ojos esperando dormir un poco más. Algo dentro de mí me gritaba que se me haría tarde, pero otra parte de mí decía que aún me quedaban 5 minutos extra.

Decidí hacerle caso a la parte responsable, además que mi celular volvió a sonar con la alarma y esta vez no dudé en apagarla.

Leí la nota que me había puesto una noche antes y sentí mas cansancio que nada, tendría que presentarme en la torre Stark justo en una hora.

Me quedaba de consuelo que John pasaría por mí...bueno al menos eso me informó, más le valía que no lo olvidara.

Me duché lo mas rápido que pude y como no falta mi día de mala suerte el jabón me cayó en los ojos, los enjuague rápidamente antes de que quedara ciega y bufé. El ardor era molesto y probablemente tuviera los ojos de una adicta al crack, pero tenía prisa.

— ¡Maldición, olvidé sacar la ropa antes! — me cubrí con la cortina del baño y salí para agarrar mi atuendo, cuando lo alcancé regresé a cambiarme rápidamente. — Eres tan distraída — susurré y volví a poner la cortina de baño en su lugar.

Usé la ropa más presentable que tenía y me miré conforme con lo que estaba portando. Ojalá diera una buena impresión y no creyeran que era una vagabunda.

Até mi cabello en forma de cebolla, apliqué brillo en mis labios y quedé lista en un segundo. El maquillaje no era lo mío eso estaba claro, no porque no me gustara, a decir verdad lo amaba, pero el problema más grande que tenía era que no sabía usarlo. Cepillé mis dientes y agarré mi bolso para luego salir de la habitación.

Bajé por el elevador y en la puerta se encontraba John esperando por mí, gracias cielo no me había abandonado a mi suerte.

—¿Lista, señorita Smith? — yo asentí.

— Claro, pero antes...¿Podría parar en una cafetería, o en alguna tienda?, el estómago vacío no me ayuda mucho para pensar y no quiero ser un desastre. — Él volteó a verme con entendimiento y asintió.

— Está bien, hay una tienda a dos cuadras según mi GPS, tenemos un poco de tiempo. Si nos apresuramos podemos estar a tiempo y bien desayunados.

—¡Muchas gracias, John!, toma el dinero—le extendí los billetes que había sacado de mi bolsa unos segundos antes —, como agradecimiento también compra algo para ti, me estás salvando de una gastritis severa.

—No es nada.

—De verdad, compra algo también. Adam no se enfadará porque agarres mi dinero, al contrario, él querría que tomaras todo lo que pudieras, — claro, todo lo que involucrara dejarme pobre mi jefe creería que es una grandiosa idea,— además es un regalo de mí para ti. Los regalos no se rechazan.

John sonrió y a unos metros más adelante se estacionó. Encendió las intermitentes y bajó en una especie de cafetería rápidamente, claro que a esa misma velocidad volvió y me entregó lo que había comprado.

Me trajo un pedazo de tarta y un capuchino, él por su parte solo había comprado un yogurt.

Me lo mostró por el retrovisor y sonreí mientras daba un mordisco a lo que me había entregado.

Comí lo que pude en el trayecto y unos momentos más tarde me dejó en la gran torre "Stark".

—Deseame suerte John, espero no ser despedida el primer día.