El silencio en aquella habitación era tranquilizante, pero para los oídos de Holly era algo majestuoso. Tenía demasiadas cosas en las cuales pensar en la cabeza, sin embargo no podía debido a lo abrumada que se sentía en aquellos días de estrés.Sonrió admirando la habitación de color amarillo que se hallaba frente a ella y pasó sus ojos por cada detalle. Había hecho un gran trabajo decorandola y no podía esperar a usarla.
—Mi reina, aquí se encuentra—la puerta de aquella habitación se abrió mostrando a Fletcher agitado y ella sonrió ampliamente al notar a su hermano después de semanas sin haberlo visto.
Fletcher mantenía una relación con Sara, con quien vivía en Midgard, sin embargo cada cierto tiempo volvía para visitar a Holly y cumplir algunas funciones de guerrero de las cuales aún no podía deshacerse, o más bien no quería hacerlo.
—Creí que vendrías hasta después—Holly se acercó hacia Fletcher y lo abrazó fuertemente, o al menos hizo su mayor esfuerzo por abrazarlo puesto que no podía hacerlo del todo.
—De verdad tenía planeado regresar como en unos 3 meses, pero no me aguanté las ganas de venir cuando ví este oso en una tienda— le mostró a su hermana un pequeño peluche color café y se lo entregó en sus manos para que ella pudiera apreciarlo y pudiera ponerlo en el lugar que pensara que era adecuado.
—Siempre tienes la misma excusa, ya tenemos muchos de estos osos en el estante, ¿Podrías por lo menos dejar de mentirte y decir que me extrañas?— Fletcher soltó una risita y asintió mientras ella depositaba aquél oso en el estante en donde se hallaban los 15 más que también habían sido obsequios de su hermano.
Fletcher sabía que Holly tenía razón. La extrañaba, y estar alejado de ella no le hacía bien, aunque Sara estuviera a su lado, sentía que algo más le faltaba, una parte importante de él.
Holly, después de haber acomodado aquél obsequio, tomó el brazo de Fletcher y cerró la puerta de la habitación en la que segundos antes se encontraba. Los guardias inclinaron su cabeza en forma de saludo y ellos pasaron de largo.
Ambos caminaban mientras contaban bromas que sólo ellos podían entender. Se dirigían inconcientemente hacia el jardín de Frigga puesto que a ambos les parecía un buen lugar para charlar y para tomar el té, era su lugar favorito del castillo y entendían el porqué del amor que le profesaba Frigga a tan bello rincón.
De pronto, algo dentro de Holly se detuvo haciendo que a su vez frenara de golpe. Su hermano la observó confundido y alzó su ceja mientras veía como ella sólo miraba a la nada sin decir una sola palabra.
—Holly, ¿Te encuentras bien?, ¿Es por el chiste del pollito?— Holly negó mientras dirigía su vista hacia Fletcher y luego acariciaba instintivamente su vientre abultado.
—Sentí extraño, no lo se— Fletcher soltó su brazo para posicionarse delante de ella y tocar su frente debido a que quería descartar alguna enfermedad, desafortunadamente se percató que ella se encontraba sudando y con una creciente fiebre que se estaba apoderando de su cabeza y probablemente se extendería si no actuaba.
—Estás ardiendo en fiebre, esto no está nada bien, debemos de volver y llamar a Loki, o simplemente vayamos con los sanadores—ella negó asustada y trató de seguir con su caminata.
No quería llamar a su esposo debido a que sabía que tenía muchas que atender en aquellos instantes, estaba tratando de evitar desastres probablemente, y esperaba que su malestar se le pasara viendo las flores o pensando en cualquier otra cosa. Sin embargo no sería así. Aquello no pararía.
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Impossible || Loki || #1
Fiksi PenggemarNorte de Estados Unidos, Manhattan, Nueva York. En una tarde soleada ocurre lo una vez llamado Imposible, lo que todos dirían que es una locura , algo irreal. Conocer a un Dios. Holly Smith, una chica solitaria, poco común, amante de la literatura y...