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"Es frágil, delicada como una mariposa, pero si te envuelves con ella y la quiebras, de su boca surgirán dolorosas palabras"

Emma se había molestado tanto con Mikey, por haberla enviado a buscar, era sumamente odioso para ella.

Encaprichada no se quizo bajar del auto, haría enojar más a su hermano, en ese instante  alguien abrió la puerta del auto.

— Baja ahora mismo — Le hablo Haruchiyo.

Emma, solo se cruzo de brazos y ahí se quedó, mirando con desdén al de melena rosa.

— El jefe está molesto, quiere hablar contigo.

Comunicó e intento sacarla, Emma solo lo ignoro por unos segundos.

— ¡No bajaré del auto, Hasta que él venga!— Indicó mirando con desafío al de cicatrices.

Sanzu solo alzo ambas cejas. La actitud de la chica podía ser insoportable para él, pero no podía hacer nada al ser hermana de su "Rey".

Hanma y Sanzu cruzaron miradas, el de anteojos supo que Haruchiyo no le tendría tanta paciencia a Emma y no quería problemas con su líder.

— Tendrás que hacerlo — Gruño, Hanma y la tomó de los brazos con algo de brusquedad.

Con fuerza pudo sacarla del auto y la cargo por las malas, Emma solo pataleaba y gruñia como un gato arisco.

— ¡Bajame, estúpido!— Pedía llena de molestia.

— ¡En verdad odio esto! — Grito con amargura.

Todos se quedaron callados al ver ese alboroto, se podía ver frágil y tranquila, pero se la estaba poniendo difícil a Shuji, quien era uno de los más respetados por ser allegado a Kisaki.

— Emma...— Le hablo Mikey.

Emma se quedó estática al escucharlo, Hanma rápidamente la bajo e hizo una reverencia al igual que los demás.

— Deja de comportarte así — Dijo Tranquilo aquel, mirando con frialdad a su hermana.

— ¿Solo por qué salí un momento de tu aburrida jaula?—Dijo altanera.

Mientras se encaminó hacia Mikey sin bajarle la mirada.

El mayor solo la siguió mirando con aquellos ojos sin brillo.

— No debes salir sin mi permiso, lo sabes —

— Por supuesto, no puedo salir sin el permiso de su majestad — Hablo con Ironía la rubia. —¡Esto es ridículo!— Alzo la voz.

Mikey solo desvio la mirada y suspiro.

— Ve a tu habitación y no salgas.— Indicó el de cabello negro y la tomó del brazo.

Emma se soltó del agarre y lo miro enfadada.

—¡No! Estoy harta de que quieras que este encerrada, si para eso querías que volviera, ¡mejor me hubiera quedado sola! — Dijo encaprichada

No le importo que algunos ejecutivos y los guardias estuvieron viendo y escuchando todo ese problema.

Mikey cerró los ojos, había logrado impacentarlo esta vez. Volvió a tomarla con fuerza del brazo y la hizo caminar.

— ¡Te quedaras en tu habitación!— Le grito.

Emma solo respiraba agitada, mientras intentaba soltarse del agarre de su hermano.

Al entrar a la mansión, Kisaki y algunos ejecutivos de la organización se quedaron mirando con extrañes a los hermanos.

— ¡Ya sueltame!— Le grito cabreada.

🌼Los ojos de Emma🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora