🌼Los ojos de Emma🌼

32

🌼

— Baji...

La voz se escuchaba a lo lejos entre las habladurías de los demás.

El de larga melena, parecía estar en un trance, con su vista puesta en un punto fijo.

— Tú, ¿En que piensas tanto?

Escucho y a su vez sintió un leve golpe en su brazo. Keisuke salio de sus recuerdos y miró a Matsuno.

— Nada, solo algo raro — Dijo sin más.

Al desviar su vista, se encontró con aquel par de ojos que lo miraban atentos, se sintió un poco extraño ante la mirada de aquella mujer, sentada al lado de Mitsuya.

Keisuke se estaba aburriendo, ya que no conocía a los demás, así que pensó que sería buena idea retar también con su mirar a la joven pelinegra.

Ambos mantuvieron su reta de miradas por varios segundos, Keisuke se mantenía serio y tranquilo, al fin solo estaba jugando. Por otro lado Kaory se sintió más nerviosa ante el frío mirar del azabache.

Un par de segundos más bastaron para que Kaory flaqueara y apartara su mirada.

Keisuke sonrió por dentro, le causó gracia la forma en que ella escabullo su mirar.

— ¿Ustedes dos se conocen? — Chifuyu hablo, llamando la atención de ambos.

Los dos miraron con extrañes a Chifuyu, quien solo los veía, esperando una respuesta con una leve sonrisa en sus labios.

Por supuesto no faltó que Mitsuya se incorporara a la pregunta de Matsuno.

— Ya que Chifuyu lo menciona, es verdad, ustedes dos parecen conocerse — Dijo Mitsuya, frotándose el mentón.

— ¡No!— Salto Kaory, mientras reía.

Keisuke enarco una ceja y como estaba aburrido, decidió participar.

— Creo que solía o suele ir a la librería donde trabajo — Dijo Baji.

Mitsuya quien se encontraba bebiendo un poco de agua, al escuchar a Keisuke decir lo anterior, escupió, mirando impactado a la pelinegra a su lado.

Kaory enrrojecio ante la vergüenza de que Mitsuya supiera que el afanado chico de la librería, era Keisuke.

— Así que es el...— Dijo tosiendo el pelipurpura.

— Bueno... pero solo lo conozco de eso y nada más — Intento parecer calmada.

Mitsuya comprendio al notar la forma en que ella le miraba. Así que no dijo nada.

— Lo siento, es que me atore un poco — Se excuso Mitsuya, cubriéndose la boca para no reír.

— Veo que ya no le interesan los libros — Comento Keisuke, cruzándose de brazos, viendo a la mujer con fijeza.

Kaory rió apenada y se rascó la sien.

— ¿Hay alguno que me recomiendes?— Le sonrió un poco.

Keisuke se mantuvo serio, y solo respondió encogiendose de hombros y con un frío:

— Mi trabajo no es recomendar libros.

Kaory entre abrió sus labios ante la indignación, mirando juzgona al de larga melena.

Tomó a Mitsuya del brazo y lo acercó a ella.

— Tu amigo es un poco grosero, ¿No crees?— Hablo entre dientes al oído de Mitsuya.