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—¡¿Cómo carajos no viste la puerta del auto abierta?!—

Pregunto enfadado aquel azabache, mientras miraba pidiendo una explicación a Chifuyu, que solo tenía la cara gacha.

— Fueron los frenos de la bici, los que me fallaron — Explicó un poco avergonzado aquel chico.

Baji solo suspiro pesado y le dejo ir un leve golpe en la cabeza a Matsuno.

— Sigues siendo tan torpe como antes — Negó con su cabeza el pelinegro.

Chifuyu solo apreto los labios y desvio su mirada, hacia su vaso de cerveza, para después mirar a Keisuke, quien bebía de un solo sorbo aquella cerveza.

— ¿Ahora eres alcohólico?— Pregunto con preocupación el más bajo.

Baji lo observo con seriedad y luego frunció el ceño.

— Por supuesto que no, idiota — Hablo enrronquecido y siguió bebiendo.

Chifuyu solo se quedó en silencio, para luego darle un sorbo a su cerveza.

— Me alegra verte, Baji, has cambiado mucho — Dijo Matsuno entre risas, pero no lo miro.

Keisuke se quedó callado, observando a su amigo, para Baji Chifuyu seguía igual, excepto por su ahora color negro de cabello, de ahí, seguía igual de flaco y bajo de estatura.

— Sigues luciendo como el Chifuyu que conocí en secundaria — Dijo Baji entre risas.

El de ojos celestes se giro a verlo un poco desconcertado, pero después sonrió.

— No te puedo contradecir, no crecí mucho en todos estos años — Rió Matsuno.

Baji suspiro y volvió a beber otra cerveza.

— No deberías beber tanto, si vas a conducir — Aconsejo Chifuyu.

— Solo han sido cuatro cervezas, no es mucho para mi — Dijo Baji, jactandose.

En ese momento ambos rieron al mismo tiempo.

*

*

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— Emma podrías irme a comprar unas pastillas — Hablo el abuelo Sano desde la sala.

Emma, quien se encontraba en la cocina, se encaminó hasta la sala. Se veía preocupada.

— ¿Otra vez el dolor en el pecho?— Pregunto preocupada, mientras lo abrazaba.

El abuelo se quejo un poco, cuando Emma lo abrazo.

La rubia se separo y lo observo, el viejo se veía bastante mal.

— Deberíamos ir al hospital, no me agrada que solo estés consumiendo píldoras, abuelo— Sugirió la rubia, mientras lo tomaba de las manos.

— Tranquila... solo ve a comprárme las píldoras, la farmacia queda a una calle de aquí — Rió un poco aquel viejo.

Emma no sabía si ir a la farmacia o llevarlo al hospital, desde la noche anterior había estado al pendiente de él, ya que el abuelo se pasó la noche quejando por el dolor en su pecho.

— Emma hazme caso por una vez en tu vida y no me lleves al hospital, odio el olor y la comida — Dijo, para luego chasquear la lengua.

Emma suspiro con rendición y le dio un beso en la frente — Está bien, iré rápido —

Tomó el dinero, se quito el delantal y se coloco unos zapatos cómodos, pero al salir sintió la brisa helada, que la hizo sacudirse, entró nuevamente al dojo y agarro uno de las viejas chaquetas que Shinichiro usaba cuando el clima estaba fresco.

🌼Los ojos de Emma🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora