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Emma, la hermosa y despampanante, Emma Sano... era una mujer que había causado ciertos revuelos al girar sobre las mentes de ciertos personajes del mundo que ahora rodeaba a su querido hermano...

Sin embargo ella no estaba interesada en esos sujetos, le bastaba con tener el amor y atención de un solo hombre: Draken.

Además nunca les prestaba atención, es más, a algunos importantes ejecutivos ni siquiera los conocía...

Mientras dormía plácidamente sobre aquel viejo sofá, como cuando era una niña y se aburría en el taller de su hermano mayor...

Un viejo recuerdo se formó en un sueño.

En el sueño Emma veía a Shinichiro y Mikey, mientras el mayor fumaba un cigarrillo y le enseñaba a Mikey como reparar las motocicletas...

En ese momento su hermano volteo hacia ella, mientras le sonrió con el cigarrillo aún en la boca...

— Emma, finalmente despiertas —

Escucho que este hablo animado, para después soltar el humo, se sentía tan real que incluso sintió el olor del cigarro entrar en sus fosas nasales...

En ese instante su sueño se desvaneció... pero siguió sintiendo el aroma a cigarrillo.

Se removió un poco, pero no quería despertar...

Entonces, sintió que alguien le lanzó el humo del cigarrillo en la cara e inundó su nariz, Inmediatamente Emma abrió sus ojos y brinco del susto al ver a Hanma frente a ella.

— Que dulce luces cuando duermes.—

Le sonrió ladino, mientras seguía fumando aquel cigarrillo.

Emma se quedó corta de palabras, mientras lo miraba un poco aturdida.

Hanma se había tomado hasta el tiempo de sentarse en un banquillo al frente de ella, para observarla mientras dormía.

No llevaba mucho tiempo ahí, hacia solo unos minutos que había entrado en la bodega para fumar y de repente noto a la rubia mientras descansaba.

—¿¡Qué haces aquí!?— Pregunto exaltada.

Hanma solo sonrió y se puso de pie, acercándose un poco a Emma.

Emma rápidamente se levantó y se alejo de él. — ¡No te acerques!– Bufo, mirandolo con un poco de desagrado.

— Solo vine a fumar y me encontré con una grata sorpresa— Dijo y se tiro una risilla, mientras se mordió el labio.

La rubia estaba disgustada, nunca le genero confianza ese sujeto de sonrisa de loco, era disgustante verlo sonreír.

Si ella fuese una niña de unos cinco años, estaba segura que le tendría miedo a Hanma, más de lo que ya le causaba ahora.

— ¿Por qué me miras tanto?— Se puso de pie.

Emma dio un par de pasos hacia atrás, Hanma solo rió burlesco.

— ¿Te gusto?— Sonrió de oreja a oreja y camino hacia ella, tomándola de la muñeca.

Emma solo lo miro despectiva e hizo una mueca de desagrado

— ¡Vete al diablo, idiota!— Gruño y se soltó del agarre.

Emma se encaminó molesta hacia la salida de aquella bodega, en ese momento se detuvo abruptamante, cuando Hanma se le planto enfrente.

— Tu hermano no está, en este momento acaba de salir...— La miró con malicia.

🌼Los ojos de Emma🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora