Profundas Verdades (2/2)

Capítulo 1. Insomnio.

Pensaba que viviría tranquila a partir de ahora. Pero Judith siempre aparecería para joderme los momentos.

Pero esta vez no huiré si no que me enfrentare a la vida que me espera a partir de ahora.

Una vida como la de antes. Y juro por lo que sea que yo la voy a recuperar.

Recuperaré a Elisa. Recuperaré a Angela. Recuperaré mi familia. Recuperaré mis grupos de amigos. Los recuperaré este verano.

Para empezar me desharé de la gente que no me aporta nada así que les dije a mis amigos que me esperaran un momento mientras yo arreglaba este asunto.

Me acerqué cinco banquetes más a la derecha hacia la pelirroja.

-Judith. ¿No te cansas de molestar?

-No sabes cuánto tiempo tuve que esperar dentro de la prisión solo por verte.

La verdad tenía pinta de salir de ese sitio. Llevaba algunos tatuajes en los brazos y el pelo de otro color distinto. Ahora era mas pelirroja que antes.

-Me alegro de que estes aquí. Porque ahora si que podré acabar contigo disfrutando mi venganza. Porque se ve que no tuviste suficiente esos tres años.

-Parece que la chica buena se cansó de ser buena. Ahora si seremos compatibles.

-Tu no compatibilizas ni con una pila así que no te ilusiones porque mis intenciones contigo no son buenas. Nunca lo han sido.

-Está bien. Ya cambiarás de opinión.

-Yo haré que cambies de país.- me marché después de decir eso.

Lara me llevó a casa porque yo iba pasada de copas y decidí que dormir era lo mejor que podía hacer.

Pero algo me atormentaba esa noche que no conseguía tener sueño.

Debido a la falta de dormir me digné que en vez de estar perdiendo el tiempo mirando hacia el techo estaría estudiando o haciendo algo para los exámenes finales que se acercaban.

Estuve hasta las 5 de la mañana con los libros en la mano y mis gafas ya que no veía muy bien de cerca.

Me acosté otra vez en la cama por conciliar el sueño pero mi cuerpo pedía algo más. Mi cuerpo pedía dar un paseo.

Bajé aún sabiendo que era una pésima idea por el motivo de que podrían hacerme algo pero me arriesgué.

Para estar más tranquila llevé conmigo una navaja que tenía de abrir paquetes de Amazon.

Estaba a tres manzanas de mi facultad cuando decidí que era hora de molestar a mis amigos.

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"Lucas"

"Sofia, ¿que pasa? Son las cinco de la mañana."

"Que no puedo dormir y quería hablar con alguien."

"Pues lee o mira la televisión."

"Te apetece venir a recogerme para poder dormir contigo."

"¿Ahora?"

"Sí. Si no te viene mal."

"Ahora voy. Pásame la ubicación."
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Espere 10 minutos. Luego 15. Hicieron 20 minutos. A los 30 iba a irme porque hacía algo de aire y se me erizaban los bellos del cuerpo.

Le dediqué 5 minutos más a Lucas para que venga si no me iría.

-Mira que chica tan guapa.- decía un chico por detrás mío saliendo de un callejón.

-Mira que subnormal más valorizado.

Eso lo cabreó porque sacó una navaja de su bolsillo.

-Que atrevida. A ver si te atreves tanto ahora que tengo esto.- y abrió la navaja.