Capítulo 32. ¿Paces?

4 1 0
                                    

Seguí con mis papeles cuando noté algo suave rozarme la mano. Aparté mi mano de Angela que me miraba como si le doliera.

-¿Podemos quedar para hablar?- preguntó.

-No se si es buena idea.

-Venga. Hagamos las paces.

No le contesté en unos cuantos minutos. Me lo pensé y mejor arreglar las cosas para no estar siempre con esta tensión.

-¿Cuando te viene bien?

Noté que le arreglé el día por el cambio de la expresión de su cara.

-¿Hoy?

Asentí y siguió hablando: -Al salir de aquí vamos a comer juntas.

Ni siquiera preguntó si nos que ya confirmó.

-¿A que hora acabas tú?

-A las 13:50.- me dijo.

-Yo a la 14:00.

-Te esperaré.

***

Mi jornada acabó y Angela y yo salimos juntas.

Me encontré a Dominik que me miraba asombrado. Levantó su dedo gordo para darme ánimos.

Angela caminaba como una modelo. No se ni porque me fijé en eso.

Continuamos nuestra ruta hasta un bar cafetería que había cerca. Nos dieron mesa un amigo de Angela en un sitio que parecía de pareja, en fin...

La mesa tenía velas con decoraciones en la pared y en el techo colgaban hilos rojos con corazones.

Creo que Angela lo hizo aposta pero no quise darle más vueltas.

Nos sentamos y cuando mirábamos la carta me llegó una llamada.

------------------------------------
-¿Vas a venir a comer?

Era Lara. Que raro.

-He quedado con...alguien.

-¿Con quién?

-Con una amiga.- recibí una mirada por parte de Angela.

-Esta bien. ¿Y dónde?

-En un restaurante.

-Te lo decía porque nosotros también vamos a un restaurante. Bueno, si cambias de opinión llámame.
-------------------------------------

-Era mi compañera de piso.- comenté para quitar las dudas.

Pedimos algunos platos a conjunto mientras hablábamos de nuestros estudios y yo le contaba mi anécdota del currículum.

Ella se reía porque lo estaba leyendo. Ahora nos seguíamos en las redes.

Cuando todo estaba llevando rumbo bueno me llegó otra llamada con número oculto. Pensaba en no cogerlo pero Angela me dijo que lo pusiera en manos libres.

Profundas Verdades (2/2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora