-Mamá, ¿que era la sorpresa esa de la que me hablaste hace tiempo?
-Era una cesta con chocolatinas, bombones de corazones y dulces de más.
-¿Quién la dejó?
-No sabemos. Llamaron a la puerta y la dejaron ahí. Hay una carta.
La carta ponía: De J para Sofia.
-Vale. Gracias.- le sonreí para quedar bien aunque ella sabía que estaba más que destrozada.
J de Judith. Esa mujer no se cansaba de ser patética.
***
Pasaba mis tardes encerrada en el gimnasio practicando deporte ya que no tenía nada que hacer y Lucas estaba estudiando sus exámenes suspendidos.
Fui a la habitación de mi hermano a resolver una duda que me mataba.
-¿Tu y Samuel ya no estáis juntos?
-No.
-¿Por qué?
-Porque según el yo le puse los cuernos con un chico pero es mentira.
-Dejaros de tonterías y llámale.- ya que no podía solucionar algo en mi vida tal vez solucionaba la de los demás.
Lo llamó y quedaron para cenar. Asunto arreglado.
Seguía con mi deporte hasta que recordé a Angela. Esa sonrisa brillante que alegraba mis mañanas y ese cuerpo que tanto tocaba todas las noches.
¿Como pudo dejarme así? De repente. Sin ni siquiera despedirse.
***
Volví a mi piso con Lara esperándome en el sofá mientas estudiaba una asignatura suspendida.
-Hola de nuevo compañera. Me alegra verte.- dijo irónicamente agrazándome con fuerza.- Te he echado de menos.
-Tu y yo tenemos una charla pendiente.
-Que pesada estas con eso. Ya te dije que solo fue un beso.
-¿Y si yo sentí algo más que un beso?- pregunté al aire porque esa era mi técnica para saber si la gente se tomaba enserio las cosas.
-¿Sentiste algo?
-Puede ser que si o tal vez no. La pregunta es: ¿Que se te pasó por la cabeza dármelo? Y aún más sabiendo que lo estoy pasando mal y tengo las defensas bajas.
-No me vengas con tus frases de serie de televisión.- le saqué el dedo a su contestación y fui a dejar mis cosas para instalarme.
Cuando acabé de arreglar mi ropa fui al salón a cenar con Lara que había preparado arroz con pollo.
-¿Me dices que has estado haciendo el mes que te has marchado sin decirme nada?
-Estaba de funeral.
-¿Cómo? ¿Algún familiar?
-Mi mejor amiga.- bajé la cabeza porque cada vez que recordaba eso más angustia me entraba.
-Lo siento Fia.- adoro como me llama porque es tan original que pienso que ella es especial.
-Al final no hablamos de eso.- insistí. Y pienso insistir hasta quedarme muda porque no me gusta tener esa duda en la cabeza.
-Pues hablamos ahora para que me dejes en paz.
-¿Porqué me besaste?
-Fue el momento ya te lo dije.- no me creía del todo eso pero aún tenía que saber más.
-Quiero saber más. Yo no voy por ahí besando por el momento.
-Vale. Me pareciste preciosa bajo la luz de la noche. ¿Contenta?
-Depende.- la repuesta a su pregunta era que si pero siempre tenía que conseguir más de lo que merezco.
-¿Depende de qué, Fia?
-Pues no sé. ¿Me vas a volver a besar?
-No. ¿Por?
-Por nada.- iba a irme a mi habitación pero me retuvo del brazo girándome y se me quedó mirando.-¿Qué?- pregunté al no entender nada.
Pareció en shock.
-Lara?
Y estampó sus labios contra mí. Primero pensé en Angela y segundo pensé en Angela también. Pero recordé como me dejó tirada así que le seguí el rollo a Lara.
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Profundas Verdades (2/2)
De TodoDespués de distanciarse Sofia de su pasado se enfrentara a consecuencias para recuperar a sus amigos paso a paso. Segundo libro: Profundas Verdades.