Epílogo.

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La alarma sonó, la apagué rápidamente porque odiaba ese sonido.

Me levanté y me vestí. Cogí la mochila y me preparé las llaves.

Ir al instituto era algo cansino pero al final del día no quería irme. No quería volver a mi casa de nuevo.

No es que tuviera problemas pero era agobiante.

***

-Hola. Ya he llegado.- dije a mi madre que estaba sentada en la mesa comiendo.

-¿Que tal en la escuela?

-Bien. Tengo que ir esta tarde a un sitio.

-¿A cual?- me preguntó interesada.

-Tengo que ir a llevar mi libro a una editora.

-No vale la pena. Aún no es conocido.- me dijo mi madre.

-Profundos secretos lo será, te lo digo yo.- ojalá algún día.

Yo no era escritora ni nada pero me hacía ilusión escribir un libro.

-¿Cuanta gente lo ha leído?- me preguntó.

Entré a Wattpad para verlo.

-370, pero leérselo completo no sé.- yo me lo leería porque me parece guapo.

Es verdad eso de que algunas personas me han dicho que mi libro les ha gustado, esta interesante y que como siempre hay cosas nunca te aburres.

Encima es un libro fácil de leer. Como los capítulos son cortos y no te aburres te lo puedes acabar en dos días.

Yo siendo sincera no me veía capaz de hacer un libro hasta que un día dije: va, que yo puedo.

-Mamá, me voy a la habitación.

Entré y dejé la mochila. Decidí en ese preciso momento que sacar el libro en físico sería mejor cuando fuera algo más famoso.

Miré Wattpad de nuevo viendo si las visualizaciones han subido. Ninguna.

A veces cuando estaba en la escuela veía notificaciones de estrellas. Y es porque una persona me las daba cuando leía. En todos los capítulos, no se perdía ni una.

Lo que más me enorgullece no es hacia donde puede llegar. Si nos hacia donde he podido llegar yo. Dándome cuenta de que he aprendido varias cosas y de que mi imaginación es lo mejor que puedo tener.

Comí y me puse a leer otro libro.

Luego escribí un poco del segundo libro y cuando lo terminé cerré la app de notas para subir los capítulos que me faltaban publicar.

Me fijé que alguien había puesto mi libro en su lista de lectura y una sonrisa se escapó de mi cara.

-¡Ay, esa sonrisa!- escuché decir a mi madre que se pensaba ya que era por alguien. Y no, era por mí.

-Es que alguien ha añadido mi libro a su perfil.

-Hija, no se como va eso, algún día me lo leeré.

No creo que se lo lea nunca pero si lo empieza pues le doy las gracias. Cada uno que haga lo que quiera.

Fui a clases particulares y hablé con mi mejor amiga de quedar luego.

Cuando acabamos nos marchamos a su casa.

-Sabes que últimamente suben las visualizaciones.- y en ese entonces si subían ahora no tanto.

-Me alegro.

Mi mejor amiga le gustaba leer pero dejó de leer por x razones. No quería meterle presión, si no quería leérselo, su problema.

Aunque ella a veces me preguntaba cosas del libro y yo no podía decirle. Ya que le decía cosas que ponía para que me diera consejos.

Me marché a mi casa y cené. Me acosté a leer y me puse a pensar.

Que alegría tener tanto conocimiento para poder sobrellevar un libro y no disgustar a las pocas personas que lo leen.

Ojalá algún día hacer el tercero y saber que me ha salido igual de bien.

FIN

Profundas Verdades (2/2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora