Profundas Verdades (2/2)

Capítulo 28. Celosa.

Llegar a casa era un gusto porque me eché en el sofá y me estiré.

Lucas salía del cuarto de baño.

-Ya has llegado por lo que veo. Y cansada.

Se acercó a mí y soltó un beso en mi frente: -Descansa.

Mi mano envolvió parte de su brazo.

-He conocido a mi compañera de oficina.

-¿Y te cae bien?

-Es Angela.

Él también se congeló y abrió los ojos dejándome ver su color miel.

-¿Y tú, estás bien?

Negué con mi cabeza y noté su cuerpo abrazarme.

-Gracias.- le dije.

-No hay de que, enana.

Me revolvió el pelo y se marchó a su habitación.

-No era necesario hacerlo delante mía.

Ya estaba Lara otra vez molestando.

-Te puedes ir si quieres. Nadie te obliga a verlo.

-¿Angela está en la ciudad?

No le contesté. Me puse la televisión con mi serie favorita y me relajé.

-Sois amigas, entonces ¿Porque has puesto cara de pena?

-Una historia muy larga.

De hecho parecía que entendiera que no era un tema que me gustaría hablar así que me dejó y se marchó a la habitación de Lucas.

¡Espera? ¿De Lucas?

Salió con una botella de coca cola en la mano y gritándole que era suya a Lucas supongo.

Menos mal. Bueno da igual, puede hacer lo que quiera. Total, no somos nada.

***

"BIP BIP BIP"

Apagué la alarma de un golpe. Creo que la rompí.

Se cayó al suelo pero parecía inmune esa máquina hecha por el mismo satanas.

Me vestí y me arreglé más de lo normal. Quería dármelas de rica pero solo conseguí quedar como formal.

El taxi llegó pronto así que fui una de las primeras en llegar.

Como no tenía nada que hacer, porque mi cliente llegaba dentro de dos horas, leí un libro que cogí de las estanterías.

Se llamaba "Luz a corta noche", una historia basada en una mujer que se va de viaje dejándose al amor de su vida en la ciudad.

Luego de estar casi una hora leyendo sin parar entró Angela con ropa deportiva y el pelo recogido en una coleta. Se veía atractiva.

-Ese libro me lo he leído como tres veces.

-Si te sientes identificada.- dije al aire. Dura indirecta.