Capítulo 44. Una locura que amo.

6 1 0
                                    

Llegué a mi casa destrozada. Más por lo que me dijeron que por como me siento.

Mi trastorno no tenía cura. Llevaba tanto tiempo teniéndolo que ya era parte de mí.

Me toqué la cara y sentía mojada la misma. Estaba llorando. No por eso, si no...por todo.

Me marché a dormir pero como no antes llamaron a la puerta.

Escuché sonido y supuse que habían abierto los otros. Yo ya estaba medio dormida así que me acosté.

***

Unos brazos con tacto suave me rodeaban, un cuerpo caliente y pequeñito yacía a mi lado.

Aún seguía cansada. No tenía fuerzas para despertarme así que no me moví pero el cuerpo de mi lado si.

Entre el cansancio y la curiosidad ganó la última. La curiosidad mató al gato, ¿no? Según dicen. Pues yo quería a ese gato.

Me giré sin fuerza y unos ojos me miraban de pleno. Esos ojos tan bonitos, de los que un día me enamore. Nunca me olvidaré de esa mirada.

-Angela.

-Buenas.- decía la tía. Como si fuera normal que se metiera en mi cama la loca.

Le sonreí y mi boca a nada de la suya cerró esa distancia haciendo que Angela gimiera y yo de ganas.

Nuestros cuerpos juntos hicieron el amago de estarlo más, si eso se podía.

Tras un rato de besos me sentía como si un chute de adrenalina me subiera.

-¿Cómo es que viniste?

-Te echaba de menos por el trabajo y me pedí el día libre.

No podía parar de besarla. Tantos años perdidos, esos se tenían que recuperar.

Nos sentamos en el sofá con las cervezas de limón en la mano. Yo puse la televisión, mi serie favorita que hacía tiempo que no veía.

Cuando nos estábamos partiendo de risa con un personaje me giré hacía ella y tenía un poco de espuma encima del labio de arriba.

Se lo chupé y la besé de paso. Me sentía tan bien con ella. Ya sabía que a partir de ahora nada ni nadie nos podría separar.

-Contigo. Soy. Tan. Feliz.- no la dejaba hablar ya que sus labios estaban ocupados.

-¿Y si montamos una fiesta aquí? Invita a los que quieras.

Asintió dando saltos. No pude evitar fijarme en su pijama que se veía medio culo.

***
-Las botellas ahí. Encima de esa mesa.

Les estaba señalando a Lucas y Alex donde podrían dejar el alcohol mientras las chicas: Lara, Angela y yo ordenábamos los muebles.

Lara invitó a un chico que conoció comprando y los otros dos no sé qué de un grupo. Como el piso era grande y estaba insonorizado me pareció bien hacer una buena fiesta.

Hugo también vendría, su novia no podía.

Empezada la fiesta empezaron a llegar. Primero tres amigos de mi hermano y Lucas que parecía que se conocieran de toda la vida. Lara y su amigo, que se le olvidó decirme que era gay. No por nada, si no que pensaba que estaban saliendo. Llegó Hugo con un amigo y se pusieron a hablar con Angela, la cual me miraba y me guiñaba el ojo cada vez que podía.

Yo de mientras iba bebiendo mientras miraba mi móvil. No se para que si nadie me iba a escribir pero es la manía.

Creó que solo faltaban dos por llegar pero decidí mejor no esperarlos y puse música variada. Nos pusimos a bailar, me daba igual si los conocía o no, la vergüenza se me pasó en el primer cubata.

Gritábamos, bebíamos, sudábamos, nos besábamos pero lo más importante era que éramos felices. Porque no hay nada más importante que la felicidad.

Todo iba bien hasta que llegó un mensaje a mi móvil.

"Y el pasado, futuro será. Nunca me olvides o te haré recordar.

E"

No era ni el primera ni el ultimo mensaje que me llegaba amenazándome. No os pasa que alguna vez os a perseguido alguna letra. La mía era esta "E".

Angela me veía con el móvil y vino a por mí. Iba peor que yo y mira que a mi me sube el alcohol rápido.

-Borracha.

-Pero buena muchacha.

La abracé moviéndome al son de la música. Ahora sonaba una de twerk. Me puse a moverle el culo y ella me perreaba también.

Mis risas se mezclaban con las suyas y la música. Éramos un espectáculo.

Los chicos nos miraban riéndose y señalándonos y a nosotras nos encantaba eso.

Nos marchamos a mi cuarto, no os voy a decir para qué. Imagina.

-Te quiero.

-Como a los libros.

-Te amo.

-Como a las noches.

-Eres mía.

-Muy mía. Muy tuya.

-Muy nosotras.- dijimos al unísono.

Profundas Verdades (2/2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora