Capítulo 37. ¿Solución?

8 1 0
                                    

Al día siguiente era 1 de julio, con lo que consta, hoy se haré mi primera misión.

Nos sirvieron de comer algunas verduras y estuve hablando con Alicia que ya le habían dado su última misión. Entonces, me quedaría sola.

-¿Cual es tu función?- me preguntó.

-Una misión de contrabandos.- mentí.

No podía dejar que Alicia supiera de mí trastorno.

Luego de una charla buena me sacó un tema que no me dio buena espina.

-¿Te has enterado de la muerte de dos seguratas de aquí?- negué y ella siguió.- Los han matado, según dicen, por tratar mal a alguien que era preciado de la jefa.

La verdad es que no dudaba que trataran mal a más gente.

-Háblame un poco de la jefa.

-No se sabe mucho. La gente dice que nadie sabe su identidad y que creó estas misiones para ayudar a resolver errores de la sociedad. Aunque también se rumorea que montó todo esto solo por una persona.

-¿Entonces mata a la gente?

-Que va. Solo mató a un chico, que estaba en la cárcel. Según dicen por obligar a una chica a hacerle sexo oral.

Eso me abrió recuerdos. Me alegra de que esté muerto.

No quise preguntar nada más porque pronto iba a salir de aquí.

***

La misión estaba a nada de empezar y la luna llena casi aparecía.

-Siéntate ahí y ponte las esposas.

Delante mía habían como diez personas con papeles y bolígrafos, supongo que para apuntar mis comportamientos.

Atada a la silla de metal, mi cuerpo empezó a arder y todo poco a poco se fue volviendo oscuro.

***

-Si, ya saben lo que tiene.

Me desperté como si hubiera tenido una pesadilla.

Me encontraba tirada en una camilla como de hospital pero el hospital parecía otra sala parecida a las visitadas anteriormente.

Me levanté pero no pude por una correas que recorrían mi cuerpo.

-¿Estas en ti?

-No me ha poseído el demonio.- le conteste a un científico joven que parecía inseguro.

Me quitaron las correas y me senté en una silla porque notaba mi cuerpo dolorido y cansado.

-Ya sabemos la cura a tu trastorno. Tienes el trastorno de Tei. Vamos que no controlas lo que haces solo que tú no te acuerdas.- decía mientras yo tenia cara de póker.- Al no ser medicada de antes, el trastorno ha evolucionado al punto de no acordarte de nada de lo que hiciste. De normal la gente ve que se mueve pero no lo controla.

Me llevaron a la sala de los ordenadores y seguía la gente esa tecleando mientras aparecía mi cara y par de cosas sobre Tei.

-Para curarte de esto debes prevenir las bebidas alcohólicas y sobre todo intentar nos dormirte en tu próxima luna llena. Así trabajaremos contigo tu ira y agresividad.

-Te vamos a dejar salir de aquí porque la próxima luna llena es en 1 semana. Pero en 1 semana te queremos de vuelta para completar tu segunda misión.

Se marchó por una puerta que había dentro de la sala dejándome sola. Yo no sabía que hacer y me dediqué a mirar la pantalla.

El chico volvió a los pocos segundos.

-Sígueme.

Que vergüenza. Me estaba esperando.

Entramos en un cuarto de tatuajes. Lo se por los muñecos repletos de pruebas de tatuajes y vitrinas con dibujos.

Me senté donde me había dicho el científico y el tatuador empezó haciéndome una E en mi clavícula.

-¿E?

-Enonimus. Esto se hace cuando cumples la primera misión. Tu segunda se cumplirá cuando reprimas tu agresividad.

Me llevaron a mi apartamento en coche con mis pertenencias.

Profundas Verdades (2/2) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora