-Si esto es algún tipo de juego, considéralo jugado. -Dijo Ivy enojada con sus ojos llorosos.
-No lo es, por favor mira el cardenal sabía que Elizabeth estaba viva y el me obligó a decirle que estaba muerta, pero finalmente se arrepintió y me ayudo para volver a venir aquí sin que nadie lo supiera y ahora está distrayendo a Papa nihil y Sister, y además ya no podemos estar otro día bajo su mando, el valle necesita a nuestro Papa. -Hermana Amelia dijo susurando con nostalgia, Ivy se detuvo un momento y miró hacia atrás.
-Está bien entonces, pero date prisa. -Ivy la hizo pasar y cerró suavemente la puerta detrás de ella, ambas se deslizaron suavemente por el vestíbulo y subieron las escaleras.
Fuera de la habitación de Papa, Ivy le indicó a la hermana Amelia que esperara, llamó una vez a la puerta y luego entró.
Excepto por unas pocas velas, la habitación estaba completamente negra, la brisa de la tarde entró por las ventanas abiertas cuando Ivy dejó la puerta entreabierta, la aventuró hacia adelante, el miedo retrocediendo a sus talones.
-¿Qué quieres? -Sonó la voz de Papa, con amargura y la franqueza habitual se habia ido, Ivy se armó de valor mientras lo localizaba.
Justo fuera del alcance de la luz de la luna que entraba por las ventanas, se sentó, sus ojos brillaban a la luz de las velas, su oscuridad luchando contra ella.
-La hermana Amelia desea hablar contigo. -Ivy informó, entrelazando sus manos detrás de su espalda, Papa gimió.
-Ya no me comunico con los miembros del Valle, y lo sabes. -Dijo enojado, Ivy asintió.
-Sí, pero ella dice que es bastante urgente. -Ivy insistió.
-¡Dile que hable con el cardenal, el gobierna todo ahora! -Papa respondió con gritos sin comprender por qué insistía, con las manos cruzadas frente a él.
-Papa, por favor ella desea hablar contigo. -Dijo Ivy exaltada.
-¡NO me llames por ese nombre! -Gritó nuevamente, levantándose de la silla, Ivy se lanzó hacia atrás justo cuando la hermana Amelia irrumpía por la puerta.
-¿¡Qué!? -Gritó, levatando las manos.
-Se trata de Elizabeth, señor. -Amelia dijo, agregando "El señor" justo antes de decirle Papa.
-¿Cómo te atreves a pronunciar su nombre? -Papa hirvió a fuego lento, con las uñas clavándose en las palmas de las manos.
-Ella está viva -La hermana Amelia soltó automáticamente, las palabras flotaban en la habitación como una niebla densa y asfixiante, Papa tropezó un poco.
-¿Q-Qué quieres decir? -Preguntó entrecortadamente, Amelia se acercó a él, cautelosa.
-Está viva, y lo ha estado todo este tiempo. -Papa se tambaleó hacia atrás en su silla, el shock se apoderó de él.
-Pero tú... tú dijiste que estaba muerta, tú eres la vidente, tú me dijiste eso y yo creí en ti. -Dijo Papa con tristeza, la hermana amelia hizo una pausa, bajando la mirada.
-Disculpeme, las cosas no son como parecen aquí, El Cardenal me hizo decirle que ella estaba muerta y me amenazó con mi lugar aquí en el valle, el motivo fue que mientras convivio unos meses con Elizabeth, el se enamoró de ella, y por eso lo hizo tenía un plan para separarlos y quedarse finalmente con ella pero se arrepintió y me ayudo a venir aquí sin problemas, pido disculpas por no decírtelo antes, pero ¡Ay papá! ¡Estaba tan asustada! -La hermana Amelia se lanzó hacia adelante, envolviendo sus brazos alrededor de su cuerpo y sollozando, el gesto era extraño para Papa y todo lo que pudo hacer fue devolverle el favor.
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Ardiendo en el deseo.
SonstigesLa hermana y el sobrino de Elizabeth son quemados por brujería, ahora Elizabeth es la siguiente. Solo hay un problema, Agatha era inocente, pero Elizabeth no lo es. Ahora, la única forma en que puede sobrevivir es correr. Huir de todo y hacia el v...