Capitulo 21

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-¡Es hora, es hora! -Lucí Dijo cuando se le salieron los gallos por gritar, irrumpiendo a través de la puerta de la habitación de Elizabeth, ella había pasado gran parte de la mañana reflexionando en silencio, con el té frío hacía mucho tiempo.

Lucí, la boda no es hasta dentro de unas pocas horas, Elizabeth alertó mirando hacia atrás al reloj sobre la repisa, sus manos descansaban sobre el respaldo de madera del sofá, las venas azules pintaban su palidez.

-Lo sabemos. -Insistió ella, señalando el pasillo donde se podía escuchar a un grupo de chicas moviéndose, Beth y Adara aparecieron un momento después, sus brazos tomaban otro vestido. Evelyn apareció segundos después, su bastón golpeando rítmicamente las paredes, en su mano había una tela de para mujer muy grande.

-¡Finalmente terminamos el vestido! -Dijo Beth, colocándolo sobre la cama y alisándolo, Elizabeth se acercó, su mano flotando instintivamente hacia su estómago mientras examinaba el vestido.

-Ven, Elizabeth, tenemos mucho que hacer. -Dijo Adara, apretando sus hombros.

Elizabeth la miró y sonrió.

-Gracias, por todo lo que han hecho por mí. -Dijo suavemente, Adara sonrió.-¿Excepto cuando no te creí? -Dijo, arrugando la nariz.

-Tenías todo el derecho de estarlo, y te perdono. -Respondió Elizabeth, abrazándola.

-Está bien, futura sacerdotisa, tenemos que hacer algo con este cabello. -Dijo Beth, tomando un mechón grande entre sus dedos.

***

Los ojos de Elizabeth brillaron mientras se miraba en el gran espejo, solo había sentido esta belleza una vez más en su vida, y ese sentimiento había estado en la misma habitación, días antes.

Adara y Beth agregaron los toques finales al vestido que descansaba perfectamente sobre el cuerpo de Elizabeth, el escote fuera del hombro acentuado con tela negra transparente y flores, su clavícula audaz y el corsét su cintura, la tela negra se sentía ligera en sus manos, el estilo era uno con el que no estaba familiarizada y estaba segura de que en la sociedad normal se lo hubieran criticado y sin embargo, aquí en el Valle era absolutamente perfecto.

-La cocinera está preparando una deliciosa cena. -Informó Ivy, empujando la puerta con la espalda para abrirla mientras sostenía la leña con los brazos, sus ojos se encontraron con Elizabeth en el espejo y sonrió.

-Estás hermosa. -Ivy felicitó, deslizándose a través de la habitación hacia la chimenea, Elizabeth la observó por un momento mientras alisaba el vestido sobre su abdomen, se aclaró la garganta y habló.

-Tengo algo que quiero decirles a todos. -Dijo, dirigiéndose a todos en el espejo mientras Beth jugueteaba con su manga, Evelyn la miró, sus labios apretados para enmascarar su sonrisa.

-Elizabeth me ha dado la noticia más maravillosa, estoy embarazada. -Un grito de emoción colectiva hizo una ronda por la habitación.
mientras sus ojos cobraban vida, Lucí chilló de alegría, corrió hacia adelante y tomó las manos de Elizabeth entre las suyas que eran pequeñas.

-¡Eso es maravilloso! ¿Papa lo sabe? -Beth agregó, terminando su trabajo. Elizabeth negó con la cabeza.

-Planeo decírselo esta noche, después de la boda. -Reveló Elizabeth en voz baja, las chicas le sonrieron cuando Evelyn se puso de pie.

-Ahora todo lo que necesitas es tu velo. -Dijo, acercándose y entregando la tela que había estado sosteniendo a Beth. Elizabeth dobló las rodillas mientras Beth aseguraba la tela a su medio recogido. Beth alisó algunos rizos y la miró a los ojos en el espejo.

Ardiendo en el deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora