Ardiendo en el deseo.

Capitulo 31

La tumba se selló y una extraña sensación se apoderó de Papa, encogiéndose de hombros, se puso su caballo y se apresuró hacia el descanso de los inmortales, Para ser una tarde de verano, el valle estaba inquietantemente tranquilo, no cantaban los pájaros nocturnos, ni sonaban los grillos, sin darse cuenta ya se encontraba ahi, saltando de su caballo y golpeando los escalones de piedra.

Papa irrumpió por la puerta y se quitó la capa, la arrojó al suelo y miró alrededor de la habitación.

-Ah, veo que has regresado, Papa necesitó todos los nervios para no gritar de sorpresa. -En cambio, giró sobre sus talones y miró para ver al cardenal de pie en la puerta de la sala.

-¿Le gustaría entrar y explicarnos su paradero? -Preguntó, abriendo la puerta para revelar al Padre Nihil y  Sister Imperator.

Papa cuadró los hombros, se aclaro garganta y entró en la habitación.

-Hijo mío, llevas el rostro de tu antiguo título. -El padre Nihil comentó tan pronto como apareció Papa, dio una mirada aburrida en respuesta, hundió las manos en los bolsillos y caminó hacia el pequeño fuego en la chimenea. Las velas iluminaron la habitación mientras el Cardenal hablaba.

-Te fuiste sin permiso, te pusiste la máscara sagrada después de que revocaste tu voto y me golpeaste sin razón  alguna. -Afirmó enumerando las infracciones de Papa en sus manos enguantadas.

-Parece, padre que tenemos un asunto bastante importante entre manos. -Papa ignoró a copia y comenzó hablar claramente.

-Seguramente estaría de acuerdo, el Cardenal tiene razón.

-Con Amelia. -Aclaró Papa, por el rabillo del ojo, pudo ver que el rostro del cardenal copia se quedaba en blanco.

-¿Hermana Amelia? ¿Qué quieres decir? -Preguntó Sister Imperator a la defensiva, Papa inhaló.

-Verás, hace 8 meses Amelia me dio un poco de información que era descaradamenteun poco de información que era descaradamente falsa. -Dijo Papa, comenzando a pasearse por la habitación.

-Sus visiones son subjetivas, y lo sabes. -Sister Imperator recordó acaloradamente, Papa negó con la cabeza.

-No, no fue una visión, era una pregunta simple con solo dos respuestas posibles, el problema es que ella me dio la incorrecta. -Papa dijo, encontrando los ojos del Cardinal.

-Verá, cardinal copia mandó llamar a Amelia después de que se llevaran a Elizabeth...

-¡Oh, no esto otra vez, estás obsesionado! -Exclamó Copia con desdén. -Papa nuevamente negó con la cabeza.

-Me dijo que Elizabeth estaba muerta, sin embargo esta misma mañana me enteré de lo contrario. -Papa reveló. Los ojos del padre nihil se abrieron como platos y su espalda se enderezó, Sister Imperator dejó caer las manos del respaldo de su silla.

-¿Ella está viva? -Ella grito, Papa sonrió.

-Y con un niño. -Era como si la habitación se hubiera convertido de repente en un cuartoo vacío, todo el grupo cayó en un sorprendido silencio mientras El Cardinal buscaba una respuesta.

-¿Ella lleva a tu hijo? -Aclaró el padre Nihil.

-Sí. -Dijo Papa indignado.

-Entonces ella debe ser devuelta de inmediato, continuará con el linaje real. -Dijo el padre nihil rápidamente, mirando al cardinal y Copia tragó saliva en respuesta.

-¿Cómo es que Amelia estaba equivocada, cardinal? ¿Cómo es que un vidente de confianza de este consejo me dijo que mi esposa estaba muerta? -Papá dijo de golpe, golpeando con el puño el aparador.

-No querrás sugerir que cardinal tuvo algo que ver con lo que le pasó a la pobre Elizabeth, ¿verdad? -Preguntó Sister Imperator, entrecerrando los ojos.

-Sí. -Respondió Papa al instante.

-Esa es una acusación grave. -Sorprendió la hermana Imperator.

-Lo mantengo. ¿Fui a buscar a la hermana Amelia?, Ella es quien me dijo que Cardinal Copia amenazó su posición y su vida aquí en el Valle.

Los ojos del padre nihil se posaron en  Copia, El Cardinal se retorció como un insecto bajo una piedra.

-Elija su respuesta con mucho cuidado, cardinal el castigo por abusar de su poder sagrado no es leve. -El padre Nihil advirtió con voz ronca.

El cardenal se estancó con fuerza.

-Yo no niego los reclamos en mi contra, sin embargo quiero que sepas que hice todo por el bien del Valle. -Tartamudeo mientras Papa sonreía triunfalmente.

-Tendremos que desterrarlo. -Dijo Sister Imperator, mirando a Papa, dl alivio lo inundó, pero rápidamente fue reemplazado por deseo, quería abrazarla, tomarla y nunca alejarse de su lado.

-Déjalo ir. -Dijo Papa de repente, todos lo miraron sorprendidos, sin ceremonia, el se irá como un fantasma en la noche y nunca volverás a este Valle y nunca volverás a usar el paño sagrado.

Papa lo corrió hacia adelante y arrancó la gorra de la cabeza del cardenal, jadeó sorprendido cuando Papa llamó a los Ghouls que estaban esperando justo afuera de la puerta.

-Asegúrate de que nunca vuelva a entrar, fuera de mi vista. -Con eso, el cardenal fue arrancado de su lugar y expulsado de la habitación.

-¿Qué hay de la querida Elizabeth, Papa? ¿Era todo cierto? -Preguntó Sister Imperator mientras el padre nihil lo miraba con curiosidad.

-Lo es, Elizabeth está embarazada y ella salvará el valle ya todos los que habitan en él.