Cuando la caravana llegó a el descanso de los inmortales, Papa y el padre nihil ya estaban afuera. Dejó a Sister Imperator adentro, con la ventana abierta para que pudiera escuchar la conversación, pero escapar fácilmente si era necesario.
Papa y el padre nihil se quedaron boquiabiertos cuando los ocupantes del grupo finalmente se hicieron visibles en la oscuridad.
A la luz de las antorchas, el padre Sanson y Joseph estaban de pie, flanqueados por su gran grupo de hombres que al menos habían duplicado su tamaño desde su última reunión.
Sin embargo, no fueron esos dos los que los hicieron jadear, al frente de todo el grupo estaba nada menos que el cardenal copia, sonrió a la luz de la antorcha mientras Papa hablaba.-¿Qué has hecho? -El cardenal se burló.
-¿Qué he hecho? No olvides tu mano en todo esto, tú me quitaste a Elizabeth y yo haré lo mismo. -Copia respondió, las cejas de Papa se fruncieron.
-¡No metas a Elizabeth en esto! ¿Has estado manteniendo correspondencia con ellos todo el tiempo? -Exigió mientras la comprensión lentamente lo invadía, su corazón saltó en su garganta cuando escuchó un débil grito detrás de él.
-¿Te atreves a entrar en este lugar sagrado después de que fuiste desterrado? -Gritó El padre nihil, un intento de enmascarar los gritos de Elizabeth.
-Papa nihil esos votos, ella me hizo perder la cabeza, además ¡Cualquier cosa sagrada murió cuando trajo a ese demonio a nuestra guarida! -Exclamó el cardenal.
-¿Elizabeth? ¿Es por eso que has regresado? -Ivy respondió furiosamente, irrumpiendo a través de la puerta principal.
-Y el ratoncito habla. -Se rió entre dientes cuando Papa la agarró del codo.
-Danos a la chica, eso es todo lo que queremos. -Aclaró el padre Sanson, sonriendo.
-Nunca, olvidelo. -Papa dijo con los dientes apretados.
-Escucha bien, Tobias Elizabeth lleva a tu engendro, y nunca saldrá bien de él. -Dijo el Cardenal Copia, con veneno en su voz.
-¡Tú solo hablas por despecho por qué te rechazo! ¡¿No es cierto?! -Dijo Papa gritando.
-Danos a la chica, ahora. -Ordenó el padre Sampson.
-¡Ella tiene un nombre! -Ivy lloró cuando Papa la empujó detrás de él, Ivy se tambaleó hacia atrás y volvió a meterse en el interior, los pasos de Sister Imperator se apresuraron mientras subía las escaleras.
-Si no cedes, lo quemaremos todo. -El padre Sanson amenazó, levantando las cejas.
-Entonces suelta tu antorcha. -Papa dijo de golpe cuando El padre nihil lo miró.
-Si quieres quemar este lugar, te quemarás a mi alrededor, ¡Nunca te la daré! -Papa gritó, pensando en maneras de ganar tiempo.
Rezó para que Ivy hubiera entendido su expresión apenas por encima de un susurro cuando la había agarrado, era su única esperanza.
-¿Qué pasa? -Preguntó Beth rápidamente cuando Ivy y Sister Imperator entraron en la habitación y cerraron la puerta.
-Son los Cazadores, han regresado. -Sister imperator dijo sin aliento mientras se apoyaba contra la puerta.
-¿¡Qué!? -Elizabeth lloró, con sus ojos salpicados de lágrimas por el dolor.
-Todo va a estar bien, Papa es...-Ivy se detuvo mientras miraba por la ventana, observó cómo las figuras que portaban antorchas se acercaban a la casa de las Ghoulette.
-Oh, no. -Jadeó cuando la casa comenzó a humear.-¿Qué? ¿Qué paso? -Dijo Elizabeth, obligándose a levantarse y al borde de la cama.
-No te muevas. -Beth la tranquilizó.
-¿Qué vamos a hacer? ¡Están destinados a quemar el descanso de los inmortales a nuestro alrededor! -Gritó Sister Imperator.
-Tenemos que escapar de alguna manera. -Dijo la hermana Amelia.
-¿Cómo diablos vamos a hacer eso? Tenemos un bebé en camino y ¡una niña ciega! -Adara dijo enojada, y Beth negó con la cabeza.
-Por los túneles. -Todos la miraron y Adara se burló.
-¿Adónde iríamos? Quemarán las casas y los túneles no serán transitables. -Adara insistió.
-Puede que sea nuestra única opción, podríamos escondernos en los túneles, solo hasta que vean que ella no está aquí y nos vayamos. -Evelyn intervino.
-¡Deja de hablar de mí como si no estuviera aquí! Adara tiene razón, no tenemos adónde ir. -Elizabeth suspiró desesperadamente, jn destello de una solución apareció en su mente justo cuando hablaba.
-A no ser que. -Comenzó, empujándose hacia arriba, el dolor era casi insoportable mientras cojeaba hacia la ventana.
Abajo, apenas podía distinguir al padre Sanson, levantó los ojos hacia la estructura oscura que se avecinaba en la distancia.
-¡¿Puedes-ah?! -Elizabeth apenas podía hablar mientras el dolor la atravesaba, ella se dobló.
-Cuando yo quemé el pueblo, la única estructura que sobrevivió fue la iglesia. -Explicó entrecortadamente mientras Beth la ayudaba a enderezarse.-¿Puedes llevarme allí? -Preguntó suavemente.
Todo el grupo compartió una mirada colectiva de incredulidad mezclada con un rayo de esperanza.
-Lo haremos o moriremos en el intento. -Intervino Helena, acercándose a su lado.
Se escuchó un fuerte estallido y todo el grupo se quedó sin aliento, volteándose para ver a la pequeña Lucía que aparecía por una puerta en la pared, Adara corrió hacia ella, tomándola en sus brazos.
-Vamos, usaremos el pasaje de los sirvientes. -Dijo Lucí, haciéndoles un gesto hacia adentro, Elizabeth suspiró aliviada mientras luchaba contra el dolor.
Después de unos momentos tediosos terminaron en la cocina obscura, Ivy abrió las puertas del sótano y ayudó a Elizabeth a entrar.
-Llévala a esa iglesia, ¿Oíste? -Ben advirtió sombríamente.
-¿No vendrás? -Ivy dijo cuando Helena ayudó a Elizabeth a bajar las escaleras.
-Necesito estar aquí, llévalas fuera del camino. -Ben dijo, empuñando su cuchillo de carnicero.
Todo el mundo estaba dentro y el corazón de Ivy latía con fuerza.
-Ben, yo no sé nada sobre dar a luz a un bebé. -Ella dijo dudando, Ben se burló.
-Ya nos ayudaste con Pilot, esto no es tan diferente. ¡Ahora vete! -El gruñó cuando un fuerte estruendo indicó que la puerta principal había sido corrompida.
Ivy corrió hacia adelante, Ben cerró la puerta de golpe y tiró una gran pila de sacos de patatas llenos sobre ella.
En la oscuridad, Ivy se reunió con las chicas, su camino iba iluminado por una única vela, el olor a azufre tiñó el aire mientras todas la miraban.
-Está bien, agarra sus piernas, no llegaremos a tiempo si ella está caminando.

ESTÁS LEYENDO
Ardiendo en el deseo.
RandomLa hermana y el sobrino de Elizabeth son quemados por brujería, ahora Elizabeth es la siguiente. Solo hay un problema, Agatha era inocente, pero Elizabeth no lo es. Ahora, la única forma en que puede sobrevivir es correr. Huir de todo y hacia el v...