Ardiendo en el deseo.

1.- Trío erotico.

Hola, está historia corta es un imagina muy diferente a la historia original, en esta historia Elizabeth siempre ha sido parte de el valle, es un trío y es un pedido de algunas lectoras espero les guste.

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- ¡Elizabeth! Suelte ese jueguete. -Gritó Sister imperator mientras se acercaba, Elizabeth saltó en respuesta y en un movimiento rápido lo escondío debajo de la mesa.

-Perdón ¿Que juguete Sister? -Dijo Elizabeth inocentemente.

- No se haga la tonta. -Dijo enojada Sister imperator, y le arrebató el juguete de las manos. -Hoy se quedará castigada, por esto y por la hermana Julieta. -Dijo sin expresión, mientras guardaba aquel sonajero.

-¿¡Que!? -Elizabeth frunció las cejas.

- Si, como escuchó hoy después de clase deberá quedarse ahí castigada. -Dijo Sister severamente y luego continuó con su clase.

Elizabeth se cruzo de brazos y apreto sus puños.

Derrepente todos salieron a hacer los deberes de el valle, Elizabeth no pensaba quedarse castigada, y se fue de ahí, cuando sin darse cuenta escucho una voz grave a sus espaldas.

- Disculpa, ¿Tu eres Elizabeth?. -Dijo Papa curioso

Examino al hombre, era el nuevo Papa Emeritus III, sus ojos con heterocromia eran simplemente hermosos, y siempre llevaba un maquillaje que siempre estaba intacto, estaba vestido de Papa y a Elizabeth le encanto su acento exótico, la vestimenta que llevaba simplemente no dejaba admirar bien su cuerpo bien trabajado.

- Em..Si, soy yo, su excelencia. -Dijo Elizabeth con la mirada baja, Papa se acercó a ella y Elizabeth se puso nerviosa.

- Tranquila no te pongas nerviosa, solo vengo porque me envió Sister Imperator, y tenemos que ir a disciplinarte, esta es tu última oportunidad de arreglar tus errores, y si no intentas cambiar tu comportamiento quedarás desterrada de el valle obscuro. -Dijo Papa con firmeza.

- Ehh, está bien iré. -A la mierda mi plan de escape, si esta belleza está me castigara me quedaria para siempre. -Elizabeth pensó sonriendo de oreja a oreja.

Salieron del lugar y ahí estaba otro hombre Cardinal copia, bigote, piel pálida, pecas y unos ojos grandes hermosos, a ese hombre Elizabeth ya lo conocia.

- Hola linda, asi que nuevamente estas de traviesa. -Dijo Copia sonriendo, mientras tomaba su mano y la besaba.

-Deje de coquetear Cardinal, llegaremos tarde al castigo y yo tengo cosas que hacer. -Dijo Papa mientras caminaba hacia adelante.

- ¿No me puedo escapar? -Preguntó Elizabeth divertida, Papa sonrió

- No, así no entenderás tus faltas al valle.

Elizabeth asintió mientras abrazaba el brazo de el cardinal, caminaron en silencio un buen rato hasta llegar por el paseo marítimo, tomarían un atajo para llegar rapidamente al descanso de los inmortales

- ¿Y esta vez por qué te regañaron pequeña Elizabeth? -Dijo Cardinal mirándola.

- Le hice una pequeña broma ala hermana Julieta con el fuego y luego me puse a jugar con un sonajero cuando Sister me explicaba algunas cosas. -Dijo Elizabeth sonriendo, mientras Papa se acercaba a ella.

-Pero ¿Por que, lo haces? -Preguntó Papa mirandola con curiosidad de saber más.

-Pues, siendo honesta el valle es bastante aburrido y quería algo de diversión y por eso lo hice.-Dijo Elizabeth encogiéndose de brazos. -Papa la miro con el entrecejo fruncido, pero Elizabeth ni siquiera lo miró, por qué sentía vergüenza, mientras tanto Copia seguía con la vista al frente y riendo, por lo que Elizabeth acababa de decir.