𝑨𝒍𝒇𝒂 𝒑𝒂𝒏𝒅𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓𝒐 ⚝𝑴𝒂𝒊𝒕𝒂𝒌𝒆⚝

♡𝓣𝔀𝓮𝓷𝓽𝔂-𝓯𝓲𝓿𝓮♡

El ambiente en la cafetería era tenso, takemichi solo podía ver los ojos dilatados de su novio el cual tenía en la mano uno de esos folletos totalmente arrugado, a los segundos Chifuyu y baji entraron a la cafetería sudados y con la respiración agitada, pero al ver a mikey ahí parado se dieron cuenta de que sus intentos por avisarle a takemichi ya no eran importantes, el lugar se puso mucho más tenso cuando mikey empezó a caminar hacia el alfa que takemichi había golpeado anteriormente.

—mikey-kun —antes de que takemichi pudiera decir algo más el rubio empezó a dar fuertes patadas al chico —e-espera ya es suficiente.

Trató de detenerlo pero mikey lo empujó y sanzu lo tomó en brazos para que no interfiriera, los golpes de mikey hacia aquel chico continuaron con total brutalidad, al punto en que takemichi empezó a llorar de los nervios y el resto de las personas de la cafetería veían con rostros aterrados, el único sonido era el de los puños de mikey impactando contra la piel del alfa, takemichi empezó a removerse en los brazos de sanzu, pero simplemente no podía soltarse.

—¡sanzu sueltame ahora mismo! —grita totalmente asustado al ver como aquel chico parecía no estar respirando y en algunas ocasiones empezaba a toser sangre.

—lo siento mi reina, pero el rey ordenó que no te soltara hasta que él terminará con ese bastardo—susurra con una pequeña sonrisa al ver como aquel alfa cada vez perdía más fuerza.

—¡¡yo te ordenó que me sueltes, dijiste que podía pedirte lo que sea, así que sueltame! — grita viendo la mirada turbia en los ojos de mikey, no había ni una pizca de misericordia en ellos —por favor sueltame haru-chan.

El pelirosa se sonrojo al escucharlo, pero simplemente no lo soltó, por cada segundo que pasaba la angustia y miedo crecían en el cuerpo de takemichi, baji se veía asustado al ver a mikey actuar de esa forma tan agresiva y molesta. Kisaki estaba siendo sostenido por muto porque claro que en sus planes estaba ayudar a su mejor amigo a alejarse de sanzu, pero muto leyó muy rápido sus movimientos y en menos de cinco segundos ya estaba siendo apresado en los enormes brazos del alto.

—mikey-kun detente por favor... —susurro mordiendo su labio inferior con fuerza lastiamandose en el proceso.

—mi reina no haga eso, se esta lastimando —susurra sanzu al ver el hilo de sangre que empezó a deslizarse por la barbilla del pelinegro.

Takemichi lo ignoro y trató de acercarse a mikey, pero todos sus intentos fallaban gracias a sanzu, mikey finalmente se alejo de aquel alfa y miró a todas las personas que estaban en la cafetería, analizándolos uno por uno —¿por qué mierda la persona que escribió esto no está frente a mi? —les dice totalmente serio tirando a un lado el folleto manchado de sangre, takemichi estaba tan asustado que empezó a temblar con fuerza, jamás vio a mikey en ese estado y ver a aquel chico casi muerto con la cara totalmente destruida, más la vista del rubio buscando a los responsables con la intención de dejarlos peor que aquel alfa.

Un aroma agrio se hizo presente en toda la cafetería, takemichi estaba tan asustado que no pudo controlar el chillido aterrado que salió de sus labios al sentir los ojos de mikey clavados en él, su lobo estaba tan asustado que se encogió y empezó a temblar con fuerza al ver como mikey empezaba a acercarse a él —a-aléjate mikey —el rubio quedó en shock al escucharlo, pero takemichi estaba teniendo una guerra interna con su lobo de porque mikey si era bueno para ellos.

—omega, no me tengas miedo yo jamás te lastimaria, eres mi otra mitad —takemichi se asustó al escucharlo, ese no era su mikey-kun, era el alfa de este y si hacía o decía algo incorrecto el alfa no iba a dudar en someterlo junto ahí sin importarle todos los ojos que los miraban, eso solo lo asustó mucho más, su instinto de supervivencia le decía que debía correr, pero su corazón le prohibía huir.