Chapter 59.✅

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Escuché como tiraba de la cadena por tercera vez, no estaba teniendo su mejor noche que digamos , se lavó los dientes antes de regresar al cuarto pero para mi sorpresa no se tumbó a mi lado,comenzó a coger mantas y par de almohadas.

—¿Para dónde vas?

—Voy a dormir a otro lado.

—¿Por qué?

—No quiero estar con una maldita rata abusiva,¿ya?.—tranquilo, Lyanno, está enfadada.—Puerco.—soltó con rabia.—Yo sabía, estaba todo bien dado pero llegaste con tu labia a virar todo y yo de pendeja te creí, estúpida salí.—No te puedo ni ver, Lyanno, me das asco.

—Mucho cuidado, Harmony.

—¿O qué, me vas a pegar, como ya hiciste o ahora si me vas a mandar para el hospital, te quieres joder así tú carrera,ah?.—soltó lo que llevaba en sus manos.—Ya hasta tu pana vió que eres un fucking cobarde y un manipulador, dale tócame.—me empujó.—¡Golpéame, ah!.—volvió a empujarme.—Después llama a la ambulancia y hazte el preocupado, rata.—por primera vez no pude diferenciar el amor en su mirada, quizá ya no estaba o el odio estaba opacandolo.—Estaba pa' ti,¿por qué tuviste que cagar las cosas así, ah?.—sollozó.—Que asco.

—Para, baby.—la tomé del mentón.—Te amo,¿si?.—negó con su cabeza.—Lo hago, Harmony, de veras.—cerró los ojos.—Y no hice otra cosa que cuidarte.

—¿Y el cel, no estabas espiándome?

—No, nada más lo usé cuando no tenía como localizarte, lo juro, mame'.—se alejó de mi nuevamente.—Y yo no te tiré las anti, yo no haría algo así, estamos jóvenes los dos.

—No te como esa.—peor para ti.

—Quédate aquí, vas a estar más cómoda, el bebé también.—pero me ignoró.—Te estoy hablando.—salió del cuarto.—¡Ya, deja de portarte como nena chiquita!.—cerró bruscamente los ojos.—¡Carajo!.—me desquité dándole un golpe a la pared.—Siempre es a las malas contigo.—me miró directamente a los ojos.

—Te vas a arrepentir toda tu perra vida de todo esto que me estás haciendo, te lo juro, Edgardo Cuevas.—tragué duro.—Porque tú no me conoces, no tienes idea de con quien carajos te estás metiendo pero comenzaste la batalla y está bien, sigue en la tuya que ni matándome te vas a quedar tranquilo.

—Deja de hablar estupideces, no voy a hacerte daño.

Señaló la pared.—¿No era para mi?.—ladeó la cabeza.—Tócame una vez más pero asegúrate que ya no me despierte porque donde me dejes regresar, tú vas a desear estar muerto.

—¿Qué te ocurre?

—Que también voy con todo para cuidar de mi bebé, no me importa quien se pare al frente.

—No haces más que repetir que jodi tu vida.

—Era tu intención y si, tal vez no era el tiempo para ser mamá pero ya pasó, no tiene la culpa de nada y lo voy a amar y a cuidar por sobre todas las cosas de porquerías como tú,este mundo está podrido.

—¿No me amenazaste con no tenerlo?

—Me estaría castigando a mi, no a ti.—siguió caminando.—Ojalá hubiera dado positivo aquella noche y el papá fuera Bryan porque es que por mil te supera, como hombre y de seguro como papá.

Ding ding ding, jalé su cabello tirándola hacia atrás, comenzó a gritar pidiendo ayuda pero de poco iba a servir.

—Puerca.—tomé su cuello.—Eso eres.—comenzó a llorar.—¿Toda tú valentía que?.—cerró los ojos.—No tienes idea de que es un hombre y por eso catalogas a todo el que se te mete entre la de piernas como tal, a este paso todo el fucking género va a conocerte el toto.—me reí sin ganas.—Un bebé con Bryan,¿y piensas que él se quedaría contigo ah, es que le has mostrado que sabes hacer más que mamarle el bicho, abrirle las patas pa que te lo hunda, ah, crees que sirves para algo más?.

—No es problema mío si eres un ciego que no sabe valorar lo que soy, Lyanno.—me gritó en la cara.—¡Estoy cansada, ya, no más!.—lloró más fuerte.—¡Acaba con esto ya que no quiero seguir así!.—rogó.

—Harmony...—la solté, retrocedí algunos pasos al verla en ese estado, esta vez si, se me había pasado la mano.

Salí rápidamente del cuarto para dirigirme hacia mi carro, necesitaba un break.

Narra Harmony.

—¿Diga?

Observé el teléfono pero no pude decir nada, me daba vergüenza.

—Harmony.

Comencé a escuchar ruidos de fondo.

—¿Estás bien?.—sonaba cada vez Mas preocupado.—¿Dónde estas, que pasó, tu papá, el bebé o que?, indica.

—Bryan..

—¿Como así que Bryan, tas' llorando,qué pasó?.—escuché la puerta abriéndose, no podía creer que hubiera tenido el descaro de regresar.

La puerta del baño estaba cerrada con seguro, agarré el teléfono e hice fotos de mi cabeza, mi cuello y las zonas golpeadas.

—Harmony.

Cerré los ojos al escucharlo, sería tan fácil enviar esto a todos los medios, mostrarles a quien carajos andan admirando...Muy fácil.

—Baby, lo siento...—sonaba sincero.—He sido..un asco, perdón.—al menos lo sabía.—Disculpa, de verdad.

—Está bien, Lyanno.—dije sin más.

—¿Puedes abrir?

—No, no quiero hacerlo, tengo miedo.

—¿Miedo de que ah?

—De ti, de que nos hagas daño.—reinó el silencio.—No me siento segura contigo.

Narra Bryan.

04:54 AM

Después de esa llamada me quedé preocupado y esperé a que dier otra señal así que cuando me llamó de madrugada llorando y pidiéndome que viniera por ella ni siquiera lo dudé, jamás pensé que encontraría nada de lo que vi al final de esa noche.

Fruncí el ceño al verla llegar con algunas bolsas de deporte, llevaba puesta una hoodie, unas gafas de sol y una gorra, tapando toda su cara.

—Arranca.

—¿Qué tienes?.

—No, B...—sentí mi sangre hirviendo al ver el estado en que se encontraba, retiré la gorra y pude ver que le había arrancado también parte del cabello.

—Ta bien, ya vuelvo.

—No, Bryan.

—Sí, Harmony.—salí del carro y fui directo a llamar al timbre, el tipo venía adormilado sin entender porque de seguro Harmony salió a escondidas, sin dejarle decir ni media palabra le di dos puñetazos que le hicieron caer hacia atrás, seguí golpeándolo con mucha furia, demasiadas ganas le traía a este cabrón.

Me empujó fuerte y choqué con un estante lleno de copas de vidrio, sin dejarme recomponerme me pateó las costillas y golpeó mi mandíbula, agarré su pierna para frenar un golpe y me tiré encima de él.

Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.

Fueron los puñetazos que le di hasta que vi que comenzaba a perder el sentido.

—Por cobarde, cabrón.—dije con rabia.—A las mujeres no se les golpea y menos a la que se supone que elegiste pa compartir tu vida, está embarazada,¿estás demente o qué?.—sentí como tiraban de mi.

—Vámonos.—pidió.

—Agarra todas tus cosas, Harmony, todas.—dije sin apartar la vista de Edgardo.—Aquí no vuelves.

—¿Y se va a ir contigo?

—A ti no te importa.—sentencié.—Huelebicho.
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YASSSS BRYAN TE AMAMOS.

Tóxiko[LYANNO]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora