Chapter 68.

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Narra Harmony.

—Lyanno.—apartó mi mano.—¿Te vas a molestar conmigo porque puedo morir en el parto?

—No es contigo, solo...No me toques y ya.

—Me voy para mi casa.

—Esta es tu casa.

—No lo es.

—¿Por qué siempre quieres discutir?

—¡No quiero!

—Pues deja de replicarme todo lo que te digo.—tragué duro, estaba empezando a levantarme la voz y aunque traté de auto convencerme de que eso no tenía efecto en mi, lo tenía, me seguía generando miedo.—No te vas para ningún lugar y punto, tenemos que hablar de esto.

—¿Qué hay que hablar?

—¿Acaso piensas que esto fue por na?, pasa que te pusiste a jugar a los novios con el otro idiota y a chingar como si estuvieran premiando.—soltó con rabia.

—¿Intentas culparme, realmente intentas decirme que es mi culpa esta situación?.—no quería creer lo que sugería.—Pa chingar contigo no te importaba na', ¿o qué, no te da la fuerza del bicho pa provocar eso?.—su mirada de llenó de rabia, sentí mi pulso acelerándose cuando se acercó a mi.—Chingué contigo y ya estaba embarazada y no te veo culpándote.

—¿Qué dijiste?

—Que chin..

—Sabes que no me refiero a eso.—chillé cuando sentí como me tiraba del pelo.—¿Vas a compararme con esa rata traidora?.—me gritó.

—¡Basta!.—me arrepentí de gritarle cuando me dió una bofetada, me llevé la mano a la zona afectada y traté de apartarlo.—¡Déjame!.—apenas veía a causa de las lágrimas.—¡Que me sueltes, Lyanno!.—se me quebró la voz.—Yo no quería esto, no quería nada, lo buscaste solo, lo provocaste...—sollocé.—No dejas de hacerme mierda una y otra vez y no te importa, dices que me amas y es mentira, esto no es amor.—tosí.

—Cállate.

—Si tengo todas estas complicaciones es por ti, ¿debo recordarte que me golpeabas?

—Parece que no entiendes de otra manera.

—Entonces cuando pierda al bebé quizás aprendas tu.—me golpeó de nuevo, antes de que pudiera levantarme volvió a agarrarme y me empujó contra la pared.—¡Lyanno!.—me quedé tirada en el suelo, no tenía ni la fuerza ni las ganas para levantarme.

Narra Lyanno.

Habían pasado algunas horas desde el incidente, observé cómo Harmony miraba el techo de la habitación del hospital.

—¿Tú le hiciste eso?

—Hola suegrito.

—¿Fuiste quien le hizo eso a mi hija?

—No, la encontré así.

—¡Cabrón!.—gritó Bryan.—Agárrenlo.—no pude reaccionar, un policía me esposó.—¡Vas a pagar esto!

—¿De qué carajos hablan?

—¿Bry?.—preguntó ella confundida.—¿Qué pasó, por qué se lo llevan?

—¡Di que fue él!

—¿Él hizo que?

—¡Harmony!.—retrocedió unos pasos.—Habla de una vez, dile que fue quien te golpeó y que no fue la primera vez, recuerda la noche que me llamaste pidiéndome ayuda por como te dejó, piensa en tu bebé si es que tú no te quieres salvar.—estaba bastante alterado.—Déjame ayudarte, ¿si?. Puedes salir de esto..

—Yo...—miré a Harmony, no me quería esposado ni preso, íbamos a ser padres y no querrá ser un monstruo que impida al bebé conocer o crecer sin su papá.—No sé de lo que está hablando, estaba saliendo del banco y me quisieron robar.—la expresión de Bryan era indescriptible pero podía leer decepción y lastima en ella o tal vez solo estaba reflejando lo que debía se ríe Harmony hacia si misma—¿Lo pueden soltar?.—pidió con miedo.

—Igualmente deberíamos llevarlo y comprobar la información.

—No, quiero regresar a casa y no puedo manejar, necesito...Necesito que se quede.

—No lo suelten porque la va a matar.—insistió Bryan.

—Está celoso porque me eligió a mi.—los agentes se miraron entre sí.

—Señorita, ¿está segura de que no quiere hacer ningún tipo de denuncia contra el señor Edgardo Cuevas?.—asintió .—¿Fue el responsable de las lesiones?.—negué con mi cabeza.—Si ella no quiere denunciar no podemos llevárnoslo y ya.

—¿Pero están pendejos o que carajos, no ven que la tiene amenazada y con miedo ah?.—comenzó a gritar.—Ha sido ese cabrón, miren sus brazos si hasta tiene marcas de que ella trató de defenderse.—se acercaron a Bryan.—No me toquen.

—Entonces cálmense o van a tener que ir a recogerlo en comisaría.—miró una última vez a Harmony antes de golpear uno de los cubos de basura que había por el pasillo.

Sonreí victorioso cuando lo vi desaparecer del pasillo aunque la alegria duró poco, Harmony estaba discutiendo con mi suegro y por desgracia yo no podía escuchar nada de lo que decían, la veía llorar sin parar e incluso que le costaba respirar.

—Creo que es hora de que se marche.

—Sí, yo también.—me apoyó.

—Más tarde hablamos.—besó su mejilla a modo de despedida y finalmente se marchó.

—¿De que hablaban?

—Quiere que vaya con él, tiene doctores y mil cosas más para cuidarme durante el embarazo ya sabiendo que es de riesgo...—ni siquiera me miraba.—Le dije que tomara él las decisiones médicas.

—Soy tu jevo.

—Y tu juicio no es claro, sé que elegirás sin sopesar opciones.

—¿Opciones?, solo hay una y es matar a uno de los dos, no te voy a dejar morir.

—¿Para que me quieres tener en vida, pa matarme tú?.—limpié sus lágrimas.—Mi papá decidirá siendo imparcial.

—Si no te salva, más vale que le rece a papá Dios porque acabo con él.—sonreí.

—¿Q...qué?.—estaba aterrorizada.

—Si tu papá no decide salvarte, él tampoco vivirá.—apartó la cara cuando intenté acariciarla.—Ódiame pero salvarte es la única opción válida, podemos tener más hijos pero no otra Harmony.

—¿Por que actúas como si te importo?

—Me importas, te amo.

—¿Te importo? ¡Mírame!

—No me grites.

—¿O qué?

Me quedé en silencio, necesitaba controlarme porque esta vez tuve suerte, mal o bien ella anda loca conmigo así que su instinto conmigo era el de protección aun cuando suponía un riesgo para ella.

—Lyanno...—sus ojos se estaban cerrando, fruncí el ceño al ver la señal de su pulso en una línea desigual y el sonido cada vez menos frecuente,.

—Harmony.

—San..sangre...—bajé la vista y vi la sábana teñida de rojo, ni pulso se aceleró tanto que casi podía sentir mi corazón saliendo de mi pecho, un ligero mareo me golpeó provocando que retrocediera un poco y cayera al piso, cuando vi a los doctores entrando en la sala mi pulso se detuvo, Harmony no reaccionaba.

Padre sálvalos, prometo mejorar.

Era lo único que sonaba en mi cabeza.

—Sálvalos...—supliqué con los ojos llenos de lágrimas.
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Dios te dejó en hold.

Tóxiko[LYANNO]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora